Souvenir, de Miranda!

Autor:

DISCOS

«Con él se llevan una discoteca, pero una discoteca con todos los ambientes, a casa»

 

Miranda!
Souvenir
SONY, 2021

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

El dúo argentino Miranda!, compuesto por Ale Sergi y Juliana Gattas, lleva veinte años de carrera pero rebosa ilusión y espíritu juvenil en este su octavo disco, un trabajo marcado por la electrónica desde diversas perspectivas y texturas, pero siempre con un aire retro. Es este aire retro el que hace, por ejemplo, en “Que no pare”, que se evoque a la música disco más hedonista y que pudiera sonar perfectamente en cualquier pub del año 1978. O el que hace que “Luna de papel” tenga dejes de italodisco, incluso con su parada para arrancar de nuevo al instante con más fuerza.

Si nos trasladamos diez años después, “Por amar al amor” es puro house pero con una personalidad que les hace inclinarlo hacia la cumbia y darle así un aire conscientemente popular, entre Camela y Fangoria. A la electrónica de Chicago y al puro baile también se acerca “Me gustas tanto”, en la que se hacen acompañar de Sidonie, con los que se profesan admiración mutua. La otra colaboración de postín es la de Javiera Mena, con la que llevan adelante “Entre las dos”, llena de aires andinos y palmas flamencas, pero también de una sensualidad que se abre y hace alegato de las relaciones homosexuales, que todo lo que se haga para normalizarlas es poco.

Por supuesto, también hay un aparte más guitarrero que abarca dos temas: “Casi feliz” y “No es lo que parece”, que une fondos aterciopelados y elegantes con ese sonido más orgánico. No se aleja mucho del soul sofisticado de los ochenta, ese que manejaban tan bien Lionel Richie o los Bee Gees.

Los temas rondan siempre el ámbito de los conflictos del corazón. El recuerdo de un flirteo de hace años, por ejemplo, es lo que sostiene “En el bar”, que intenta trasladar todo el acervo de la visión del amor en las canciones tradicionales a los tiempos modernos: contactos en bares y electrónica. Y “Un tiempo” no es más que la crónica de una infidelidad, con arreglos que basculan entre el minimalismo y lo experimental. Si los tuviera de gusto convencional, y potenciara esos apuntes reggae que ya tiene, podría ser un clásico de todas las noches de verbena, algo que tampoco parece tan lejano de lo que pretenden.

Como todos los grupos, el dúo señala en entrevistas que este es su mejor álbum. Nunca me he creído esas distinciones. Para un grupo con ocho discos en el mercado seguramente no hay un mejor disco, hay cosas mejores en uno y cosas mejores en otros. Si tuviera que citar lo que Souvenir tiene de mejor es que es su disco más bailable y que con él se llevan una discoteca, pero una discoteca con todos los ambientes, a casa.

Anterior crítica de discos: Mar de la tranquilidad, de Roque Narvaja.

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