Sky blue, de Townes Van Zandt

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DISCOS

«El lote, a pesar de quedársenos claramente corto, se ha tratado con cariño y es de recomendable adquisición»

 

townes-van-zandt-12-03-19

Townes Van Zandt
Sky blue
FAT POSSUM /TVZ RECORDS

 

Texto: Eduardo Izquierdo.

 

Hace unos meses me encontraba prologando Vida y música de Townes Van Zandt, libro escrito por José Miguel Gala y convenientemente reseñado en esta revista, cosa que me hizo recuperar buena parte de la obra del de Fort Worth (Texas). Y siempre que uno tiene un período de regreso a la discografía de esos artistas con halo de malditismo como Townes, le asalta la misma pregunta: ¿qué hizo mal para no ser reconocido como otros grandes de la música de raíces norteamericanas? Difícil saberlo. Porque ni siquiera su carácter o la oscuridad de buena parte de su obra son excusa. En otros casos eso también sucede o sucedió y, en cambio, los nombres son reconocidos por todo el mundo. Afortunadamente, y aunque quizá no le sirviera de consuelo, Van Zandt tenía el apoyo de sus compañeros de profesión. «Pienso subirme con mis botas de vaquero encima de la mesa de café de Bob Dylan para gritarle a todo el mundo que Townes Van Zandt es el mejor escritor de canciones de la historia», aseguraba hace un puñado de años, en una anécdota de sobras conocida, el gran Steve Earle. Suerte, en este caso, de los músicos, que no se han cansado de reivindicar su obra. Ni siquiera la industria, tan dada a recuperar todo lo grabado por figuras desaparecidas, se ha centrado en su cancionero. Las ediciones de material inédito de Townes Van Zandt quedan a años luz de la de figurones del calibre de Jimi Hendrix o The Doors, por citar a algunos. Aunque ahora ha caído en nuestras manos uno de esos lanzamientos, este Sky blue.

Quizá el tema está en que no haya demasiado material grabado y no publicado de Van Zandt, porque de otra manera no se entiende que en un disco de once temas deban incluirse, aunque sean versiones diferentes, canciones tan conocidas como «Pancho & Lefty» y «Rex’s blues». Eso sí, las encontramos casi sin esqueleto, prácticamente en forma de borrador. Aunque, por supuesto, lo más interesante y que hace imprescindible este lote son los temas inéditos. Ahí están las, una vez, más espléndidas «All I need» y «Sky blue», que parecen darnos la razón a los que consideramos la inexistencia mediática de Townes una de las grandes injusticias de la historia de la música del siglo pasado. Además, brillan las versiones. Como la murder ballad “Hills of Roane County” popularizada por Tony Rice, el «Last thing on my mind” de Tom Paxton, “Forever, for always, for certain” de Richard Dobson, o la tradicional “Blue Ridge Mountain blues”. Todas mostrando que Townes hacía suya cualquier canción que tocara. Sin discusión.

Con el beneplácito de la familia de Van Zandt se publican estas canciones. Algo que tampoco suele ser habitual, acostumbrados como estamos a que sean los dueños de los derechos editoriales los que decidan. Quizá por eso el lote, a pesar de quedársenos claramente corto, se ha tratado con cariño y es de recomendable adquisición. De eso no hay duda.

 

 

Anterior crítica de discos: La guapería, de Zenet.

 

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