Primero fue una obra de teatro; después una película, y ahora es –merecida– candidata a ser la mejor cinta de habla no inglesa en los Oscar. Lo ha logrado con una banda sonora que no solo acompaña, también cuenta parte de la trama y es capaz de llegar donde no llegan s0lo las palabras. «Alabama Monroe» («The broken circle breakdown»), la cinta belga de Felix Van Groening que se estrena este viernes en los cines españoles, es una oda al bluegrass, al amor, a las diferencias ideológicas y a las adversidades.
Cuenta la historia de una pareja que tal vez no parezcan tipos corrientes en la calle, pero que resultan convincentes en la gran pantalla. Johan Heldenbergh, además de ser el coescritor de la obra original, es Didier, un músico entusiasta del bluegrass; Veerle Baetens es Elise, una tatuadora que se deja arrastrar por el mismo sonido. Los dos viven como auténticos vaqueros en una casa de campo de Gante, imbuidos por la música y una relación intensa y feliz. Ambos son padres de Maybelle (Nell Cattryss), una niña de seis años que está enferma de cáncer, situación a la que hacen frente de dos maneras distintas.
Didier, que vive una vida bohemia y de ensueño, es un completo agnóstico incapaz de ayudar a su hija a que se aferre a cosas que no existen; Elise, que es creyente, se agarra a la fe y a su propia fortaleza para animar a la niña a afrontar la enfermedad. Una lucha entre el materialismo de él y el idealismo de ella, que suponen formas contrarias de entender la vida.
A un maravilloso ritmo de bluegrass, la historia muestra la evolución y las diferencias de los personajes, qué les acerca y qué les separa, planteando hasta qué punto es mejor volver atrás o caminar hacia delante. Quizá solo se detenga, algo más de la cuenta, reflexionando sobre un escenario. El resto del filme, la música es capaz de mantener en todo momento el protagonismo, negándose a ser un simple adorno o un telón de fondo; mostrando todo un abanico de sentimientos, desde la ilusión al desgaste.
La banda sonora, que comienza con ‘Will the circle be unbroken’ es obra de Bjorn Eriksson, compositor de todas las canciones, que dirigió y guió las interpretaciones de Veerle y Johan, quien aprendió a tocar el banjo, la mandolina y la guitarra para interpretar a Didier. Más allá de la trama, la película hace un guiño a Bill Monroe, el llamado padre del bluegrass, que mantuvo una carrera como cantante, instrumentista y compositor durante más de sesenta años.
Texto: ARANCHA MORENO.
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