Punto de partida: Josu García (La Tercera República) y Crosby, Stills & Nash

Autor:

josu-garcia-18-05-13-a

«Posee la magia y la espectacularidad de una gran obra. Es uno de esos eventos culturales imprescindibles, como ‘Casablanca’ en el cine o el ‘Guernica’ en la pintura»

 

Josu García es noticia estos días por el nuevo disco («Por ahora») de La Tercera República, ese delicioso dúo que mantiene con Pablo Martín. El que también es guitarrista de la banda de Loquillo, nos cuenta que el debut de Crosby, Stills & Nash le cambió la vida.

 

Crosby-Stills-&-Nash-18-05-13

Crosby, Stills & Nash
“Crosby, Stills & Nash”
ATLANTIC RECORDS, 1969

 

Corría 1981 y yo vivía en Jaca, provincia de Huesca. Por aquél entonces ya tocaba en mi primer grupo. Hacíamos rock-blues-psicodélico y nos llamábamos Pócima (¡!). La tienda donde compré el disco se llamaba Chaston y quedaba muy cerca de mi casa. En realidad yo quería comprarlo en vinilo (quedaban muchos años para que llegara el disco compacto, para mí, una de las grandes estafas de la Historia Universal) pero mis gastos en aquella época corrían a cargo de aquel sueldo por no hacer nada que nos daban nuestros padres y que llamábamos “la paga”. La verdad es que no daba para mucho, así que tuve que conformarme con el «musicassette», que al ser original y no copiado, constituía un trofeo casi tan preciado como el plástico.

Para entonces ya tenía algunos discos. No es que fuera una gran colección, ni mucho menos. De hecho, por entonces tus discos se sumaban a los de la pandilla. Recuerdo ir a casa de uno u otro amigo a escuchar música, cada unos llevaba sus discos y entre todos sí que reuníamos un buen material. El de Crosby, Stills & Nash, para entonces ya era un superclásico. Era permanentemente nombrado en la escasa prensa musical que caía en mis manos («Vibraciones», «Popular 1″…) y además estaban nuestros hermanos mayores, que nos transmitían sus conocimientos sobre discos y grupos.

Es un disco que, sencillamente, posee la magia y la espectacularidad de una gran obra. Es uno de esos eventos culturales imprescindibles, como «Casablanca» en el cine o el «Guernica» en la pintura. Desde la impresionante ‘Suite: Judy blue eyes’ que abre el disco te quedas apabullado por la armonía, el ritmo, el ambiente, los coros… Es uno de esos álbumes que no puedes interrumpir, que te bebes del tirón. Desde ese impresionante monumento al lirismo firmado por David Crosby que es ‘Guinnevere’, pasando por la sutileza que desprende ‘Lady of the island’ de Graham Nash, al poderío rockero de ’49 Bye-Byes’ de Stephen Stills. Sin duda es la obra maestra del trío, al que añadiría su siguiente trabajo, “Déjà vu”, ya con Neil Young en el grupo. Por supuesto que todavía lo sigo escuchando, ¡y muy a menudo!

Anterior entrega de Punto de partida: Pablo Moro y los Rolling Stones.

Artículos relacionados