Puerta de la cânne, de Califato ¾

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DISCOS

«Un disco rompedor en el que late el Romancero Gitano de Lorca a ritmo de rave, hit hop o drum and bass, mezclado con sevillanas o bulerías»

 

Califato ¾
Puerta de la cânne
Breaking Bass Records, 2019

 

Texto: DAVID PÉREZ MARÍN.

 

En el marco socio político actual, donde el centralismo y sus tentáculos sombríos y pretéritos más radicales comienzan a alargarse con proclamada alegría biliosa y aceptación democrática, sembrando y recogiendo de norte a sur el antipluralismo y antiautonomismo que brota, en parte, de la desidia ciudadana marcada por la incompetencia interesada y falta de ética de altos cargos sin escrúpulos, urge más que nunca arremangarse y escarbar, con nuestras propias manos, la tierra que pisamos y vivimos. Buscar las raíces identitarias olvidadas y enarbolar esa bandera de la diversidad cultural de cada región, como verdadera riqueza fraternal y motor para crecer en una igualdad plural sin fronteras ni concertinas posibles, es hoy y siempre, la única vía para huir de pensamientos únicos y libertades de plástico y enjauladas.

Músicos pertenecientes a colectivos afines (Breaking Bass, BSN Posse, LIE radio e Industrias94) aúnan fuerzas en una estación de penitencia que se reconcilia con Andalucía, llegando a la encrucijada donde se dan la mano la tradición folclórica y la electrónica pasada, presente y futura, abriendo las puertas y ventanas de la identidad musical andaluza de par en par bajo el nombre de Califato ¾.

Puerta de la Cânne (Breaking Bass Records, 2019) es el rompedor disco debut de este combo andalusí, en el que late el Romancero Gitano de Lorca a ritmo de rave, hit hop o drum and bass, mezclado con sevillanas, footwork, bulerías, fiestas, dub o marchas de Semana Santa con cierta quemazón de ácido bajo la lengua.

La identidad andaluza se muestra como demiurgo presente y plural de libertad que funde ayer y mañana, reivindicando lo popular, bastardo, mestizo y marginado, reconociendo como iguales a todo pueblo que haya enriquecido esta tierra y la haya sentido suya. Así, no se quedan en Blas Infante, sino que sacan a relucir el verdadero esplendor de Al-Andaluz en el siglo VI, cuando ocupaba casi toda la península, extendiendo su riqueza cultural y conviviendo en paz (musulmanes, judíos, cristianos, negros y gitanos) hasta el siglo XV.

El equipo titular de Califato ¾ está formado por The Gardener, Esteban Bove, S Curro / SKLT SLKT, Stay Puft (A.K.A. Serokah), Lorenzo Soria y Digital Diogenes. Y las bases del proyecto quedan marcadas en los seis puntos de su Manifiesto:

1. Explorar el cante andaluz y la música andalusí desde una doble óptica, la respetuosa y la irreverente.
2. Abrir nuevos caminos de temperamento flamenco desde el conocimiento de las raíces.
3. Combinar música electrónica de todo género con sonidos arraigados a la idiosincrasia andaluza incorporando referencias que van desde los romances judeo-cristianos a la música cañí.
4. Desarrollar la creatividad del compás de 3/4, 6/8 y 12/8 propio de los palos flamencos marcando el carácter único de nuestros silencios y contratiempos.
5. Reinterpretar los más variados palos flamencos para que surjan nuevas formas de expresión.
6. Expandir el mensaje del Califato ¾ a través de la experimentación en la vida y en las artes, construyendo una nueva identidad.

Para que no haya ningún ápice de duda, Puerta de la Cânne echa a girar dejándolo todo, como cantaba Camarón, «como el agua clara que “abaja” del monte», con “Mençahe der profeta”, intro que muestra el corazón, entrañas y alma de Califato ¾, en voz del escritor y activista cordobés Antonio Manuel: Andalucía no es una Arcadia a la que regresar, sino un horizonte que perseguir. Yo no quiero volver a ser lo que fuimos: reivindico volver a ser lo que somos.

»Igual que Blas Infante, yo no quiero un pueblo sumiso ni nostálgico, con los ojos en la espalda, que pierda las noches añorando un pasado luminoso que nunca llegará a existir.

»Igual que Blas Infante, sueño con un pueblo rebelde, que mire siempre hacia delante, que no se arredre ante las injusticias y que saque pecho para defender la dignidad de los más débiles, de sus madres y abuelas, porque se sabe y se siente heredero de lo que siempre hemos sido.

»Yo soy hijo de la conquista de Al-Andaluz, que jamás hubiera existido sin la luz de Bizancio, que jamás habría existido sin la grandiosidad de la Bética, que jamás habría existido sin adorar a Tarteso, que jamás habría existido sin el desembarco de los pueblos hermanos del Mar Blanco de en medio, que jamás habría existido sin los hombres y mujeres que esperaban impacientes el ocaso del dios Sol, desde los dólmenes y las cuevas, para después rezar a las diosas madres vestidas de plata y Luna, hasta hoy…».

Pistas cargadas de costumbrismo y sonidos cotidianos fusionados con sintetizadores, vocoder, autotune, samplers y ritmos reguetoneros. Ya nos mostraron sus cartas en el epé L’ambôcca (18), donde, por ejemplo, convivían las voces de Carlos Cano y Snoop Dogg en “Clavo y canela”, y ahora siguen la mano ganadora en este flamante Puerta de la cânne con Lole y Manué y Asap Rocky, más las divagaciones del Torta (libre y grande entre los grandes) en “Mono d’atraççionê”, o inyectándonos en vena y entre naranjos, sin que nos dé tiempo a parpadear, “Crîtto de lâ Nabahâ”, una marcha de Semana Santa que exorciza en una suerte de breakbeat y drum and bass endiablado con aroma a azahar.

No faltan las colaboraciones, que van de Rosana Pappalardo por alegrías en “Alegríâ de la Alamea” a La Picorrita en esa «muralla invisible que protege nuestro amor», la sevillana marciana y central “Puerta de la cânne”, o Tremendito por soleares en “Çoleá pa tu mare” y Miguelito García, quejío eléctrico de los omnipresentes Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, arrancándose por bulerías en una de las joyas de la corona, “Buleríâ del aire acondiçionao”.

Puede que, injustamente, no aparezca en muchas listas nacionales de los mejores lanzamientos de 2019 (por el simple hecho de salir a la luz en diciembre) pero, esta Puerta de la Cânne es imprescindible, una ráfaga de aire fresco que deja huella en este final de año y marcará, sin lugar a dudas, el compás de 2020.

Califato ¾, no olviden su nombre, y, como dice la voz inicial, «salud y aire».

Anterior crítica de discos: Altid sammen, de Efterklang.

 

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