Operación rescate: «Stephen Stills», de Stephen Stills

Autor:

«Canciones para saborear tranquilamente, donde cada nueva escucha sugiere nuevas experiencias»

 

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Stephen Stills
«Stephen Stills»
ATLANTIC, 1970

 

Texto: MANOLO TARANCÓN.

 

A Stephen Stills se le conoce especialmente por ser uno de los mejores guitarristas de la historia y por su participación en Buffalo Springfield y Crosby, Stills & Nash (Neil Young se incorporaría a esta banda de forma intermitente). Pero sería injusto no destacarlo por los discos que firmó en solitario, algunos de ellos especialmente interesantes.

Corría el año 1970 cuando el sello Atlantic publicaba su debut homónimo, un álbum redondo que destaca por su gran variedad de matices sonoros y de buen hacer a la hora de afrontar una producción generosa, donde la guitarra, a pesar de su peso lógico, no es el único instrumento destacable. Predominan los medios tempos, y aunque nunca rehúye de ese folk de armonías que tanto le caracterizaba en proyectos pasados y paralelos, en este caso juega con su alta experiencia para conceder más protagonismo a la música negra.

Arranca con una enérgica ‘Love the one you’re with’ que ya nos lleva a texturas de un soul suave pero muy presente, por la forma en la que aborda la línea vocal de la canción y los coros, que dan paso a una preciosa ‘Do for the others’. En estado de gracia, se atreverá con el gospel y saldrá airoso en ‘Church (Part of someone)’. ‘Old times, good times’ nos ofrece un inspirado solo de órgano Hammond (tocado por él mismo) en un extenso y exquisito desarrollo instrumental hacia el final del tema, mezclándose a la perfección con los nerviosos fraseos de una guitarra eléctrica rebosante de fuzz y buen gusto a cargo del gran Jimi Hendrix.

‘Go back home’ contará con Eric Clapton, que en gran estado de forma pone la guinda a uno de los temas esenciales del disco, introduciendo la clave de blues que tanto le gusta a Stills. Es precisamente este tema el que, junto a la línea de bajo, recuerdan por momentos al mejor Hendrix.

El disco deja sitio para temas no tan geniales pero no por ello menores. ‘Sit yourself down’ o ‘To a flame’ son un ejemplo, aunque el giro hacia del gospel en el cierre del primero lo hace ciertamente interesante. Junto al tema de cierre, ‘We are not helpless’, es esta trilogía la que más nos recuerdan a sus trabajos anteriores y paralelos. Añade el punto experimental en ‘Cherokee’, donde combina guitarras, flautas, vientos y una cuidada instrumentación que repetirá en trabajos posteriores influido por otros sonidos. El carácter fronterizo no podía quedarse sin su obligado protagonismo. ‘Black queen’ es un fantástico homenaje al blues: más de cinco minutos de slide guitar complementado con una melodía vocal muy a la altura de las circunstancias.

Un disco exquisito con lujosas colaboraciones que dejan claro las buenas amistades e influencias de este genial músico. Canciones para saborear tranquilamente, donde cada nueva escucha sugiere nuevas experiencias. 

Anterior entrega de Operación rescate: “Tumbleweed connection”, de Elton John.

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