Objeto de Deseo: Ray Heredia

Autor:

Objeto de Deseo: Ray HerediaRay Heredia
Quien no corre, vuela
LP: NUEVOS MEDIOS, 1991

VALOR: 35 Euros


Una sección de VICENTE FABUEL.


Aquella maravillosa música. Tal vez leyeron el estupendo artículo de Pablo Guimón en El País del pasado 23 de marzo –y si no aún pueden buscarlo en la versión digital del periódico– y tener ocasión de contactar con Mario Pacheco, uno de nuestros históricos menos conocidos del patio trasero de la música. De forma relajada y junto al amigo americano, el gran Joe Boyd regalaron apuntes sabios sobre la evolución histórica del rock, sus clásicos oropeles y su problemático futuro, a propósito de la conferencia que el no tan improvisado dúo daba en Gijón, V Festival Internacional de Spoken Word, Palabra & Música.

Si el artículo mostraba su posicionamiento frente a la corrosión que muchas de las nuevas tecnologías están provocando en la parte más creativa del asunto, la sola –y casi desconocida– presencia física de Pacheco (Madrid, 1950) ponía en evidencia la clamorosa carencia de autoestima que nos distingue de cualquier otro país. Apenas nadie sabe nada de un tipo con un bagaje profesional de aúpa. Fotógrafo (desde la portada de La leyenda del tiempo de Camarón hasta trabajos para el sello inglés Witchseason, la compañía de Joe Boyd); promotor de conciertos en los años duros de los 70; productor (Jo, la donya i el gripau de Pau Riba fue su primer trabajo) y disquero, primero con el sello Edigsa y luego, junto a Cucha Salazar, creando Nuevos Medios, etiqueta absolutamente imprescindible para entender nuestra música durante estas últimas tres décadas.

Buena prueba de su tino profesional es que cuesta encontrar entre esas docenas de discos imprescindibles que el label Nuevos Medios llegó a editar, alguno de verdadero calado que no haya disfrutado del eco merecido. Por lo menos de ese mínimo exigido para que tiempo después ande babeando el personal en busca de esa copia milagrosa que nunca aparece a buen precio. Entre variadas referencias de La Mode, Golpes Bajos, Bola de Nieve, Claustrofobia, Ketama, Kiki D’Akí, The Smiths, New Order, Keith Jarrett, Pata Negra, Diego Carrasco… Todas ellas más o menos bien reconocidas, cuesta escoger hoy alguna que cotice verdaderamente al alza. Hurgando un poco se podría escoger el fantasmal LP de Slogan, Cambia de cara (83), el siempre atrayente Taquicardia de Vainica Doble o esos singles en 7” de The Smiths que alguien dice haber visto alguna vez. Yo, desgraciadamente, no.

Así es que si hay que escoger un disco de Nuevos Medios y brindar por su factótum, hoy me quedo con el de Ray Heredia (1963-1991), su único trabajo tras dejar al grupo Ketama que ayudó a formar, y un disco que jamás llegó a ver pues el cantante y guitarrista moriría a los pocos días de grabarlo, sepultando una carrera que se presumía tan exitosa como en cierta forma innovadora. A pesar de que en su día no constituyó gran suceso, Quien no corre, vuela (reeditado en CD con la remasterización de uno de los maestros del catálogo ACE, el británico Duncan Cowell) ha terminado por convertirse en todo un canon de eso que hoy se conoce por Nuevo Flamenco, concretamente una emotiva amalgama que igual bebe de la copla que de Camarón, de la música italiana que de las guitarras eléctricas. Feliz hallazgo continuador de Manzanita que no le hizo ascos al pop ni al funk y que enseguida contó con rendida y variada nube de seguidores, desde Alejandro Sanz a Los Planetas, que acabaron por encumbrarlo. Producido por Mario Pacheco y Teo Cardalda (sus insufribles teclados afean el disco en más de un momento), El que no corre, vuela explica el ideario que históricamente ha defendido todo productor visionario: asomarse con intuición y valentía al vertiginoso balcón de la evolución del pop. De libro.

En :

Artículos relacionados