Mi rubia dorada, de Doctor Snob

Autor:

DISCOS

«Va a ser una joya escondida de sus estanterías de discos»

 

Doctor Snob
Mi rubia dorada
Trilobite Records, 2020

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

En 1989 nace en La Coruña un nuevo grupo de guitarras y consistencia: Los Náufragos. Tras un lustro en la carretera, se despiden con un cambio de nombre: serán Doctor Snob. Y desde ese momento tendrán claro su registro: telonear a 091 o a Los Trogloditas y hacer versiones de Brighton 64 los sitúa en una división en la que electricidad, melodía y cierto sonido clásico son el noventa por ciento de sus canciones. El diez por ciento restante es corazón.

Pese a estas expectativas, aún tardan casi veinte años en editar su primer disco, en 2009. A partir de ahí, la suerte les sonríe con más optimismo y van sacando con dificultades y esporádicamente alguna colección de canciones. Treinta años de carrera, incombustible, sin cejar, dan para mucho, aunque los discos no se hayan sucedido al ritmo que merecían. El que llega ahora a nuestras manos tiene el bonito formato de un 10” de cinco canciones y el entronque que comentamos con las grandes bandas de rock de nuestro país. Y además es un formato en el que no se habían estrenado y que sienta como un guante a su sonido.

Cada cara del vinilo es un mundo. La A, un mundo nuevo porque presenta tres nuevas canciones. La que abre, “Mi rubia dorada”, es un rock nada correoso, con ecos de rockabilly, pero también de Burning o Loquillo, y un saxo que la decora con un ambiente de carretera, intenso. También “Carpe diem” es rocanrolera y absolutamente Burning. Los treinta primeros segundos recuerdan el inicio de “Mueve tus caderas”. Lo demás recuerda su espíritu: baile, sudor, chicas y cerveza. Los coros de la canción se inventaron hace setenta años, pero siguen siendo efectivos.

La más chispeante, si no la mejor, del triunvirato de la cara A es “Perdedores”. El género en que se mueven permite pocas variaciones, quedan eliminados vanguardismos y admitida cualquier marca de consistencia, pero aun así aquí responden con un corte muy aireado, incluso en los solos, cercano a Tequila. Y fíjense que hemos citado a media docena de grupos, pero todos van en el mismo barco.

La cara B apunta a esta variación, porque son dos canciones con un sonido especial y recuperadas de sesiones que nunca salieron a la luz. Para un disco homenaje a Gatos Locos, que nunca llegó a editarse, grabaron “Cuéntame algo más de ti”, y aunque las guitarras suenan consistentes, se acercan agradablemente al pop en el tratamiento de la canción. El riff que sostiene la melodía la hace híbrida, hija del rock y de un pop efervescente. La que se aparta más del camino es “O terrible Doctor Snob”, una de las marcas de la casa, que aparecía en varias maquetas con tratamientos diferentes y siempre en gallego. Aquí la hacen oscura, casi psychobilly y aunque está grabada en 2011 y es incluso anterior, el mensaje con el que instan a un muchacho a dejar las maravillas de la tecnología para abrazar las maravillas del baile y la calle resulta más actual que nunca.

La edición que apareció para el Record Store Day, una portada enormemente pop de la diseñadora coruñesa Paula Mayor, el hecho de editarlo en vinilo, el atractivo de las canciones y una tirada que apenas llega a las trescientas copias deben decidir al aficionado a este tipo de sonidos. Va a ser una joya escondida de sus estanterías de discos.

Anterior crítica de discos: Ouvrez le chien (Live Dallas 95), de David Bowie .

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