“Es posible que un adolescente con un inmenso talento innato escuche ‘Frío’ y comience a pensar en seguir haciendo girar la rueda que Manolo heredó de sus predecesores. ¡Hay esperanza!”
Una frase de Manolo Tena escuchada en un documental, alerta a Francisco Sierra: “mi objetivo es ser uno más en esta sociedad”. Pero no, Manolo Tena no era uno más.
Texto: FRANCISCO SIERRA.
Hoy murió Manolo Tena pero ya es hora de ir a la cama, coger un libro y leer un rato antes de dormir. Sin embargo, mi chica me avisa: están poniendo un documental del difunto en la televisión. El cambio de planes es un hecho.
Transcurridos unos minutos me sobresalta una frase del protagonista de miles de publicaciones en las redes de sociales; una de sus múltiples huellas en forma de fragmento de entrevista. Afirma tajantemente lo siguiente: “Mi objetivo es ser uno más en esta sociedad”. De repente me descubro hablando a la pantalla de televisión. ¡¿Cómo es posible desear la tibieza y el anonimato siendo poseedor de semejante don?! De acuerdo; es cierto que la frase está enmarcada en el contexto de sus problemas con las drogas, pero… un tipo capaz de escribir como él escribía no puede… no debe desear ser solamente uno más… ¡por el bien de la humanidad!
De repente mi subconsciente establece una conexión entre el testimonio que acaba de rechinar en mis oídos y un poema perteneciente a “Las flores del mal” de Baudelaire:
“El Poeta es semejante al príncipe de las nubes
que frecuentaba la tempestad y se ríe del arquero;
desterrado en el suelo en medio de los abucheos,
sus alas de gigante le impiden caminar.”
Es evidente que el mundo no es un lugar grato para los seres humanos con una sensibilidad especial; hecho que se ha visto acentuado en los últimos tiempos. También considero una verdad irrefutable que España es uno de los máximos exponentes en el maltrato de ciudadanos (que no C’s) con un talento descomunal. Recordemos que la misma maldición que aquejó a Manolo Tena ya acabó anteriormente con Enrique Urquijo, con Antonio Vega, con Antonio Flores (escojo tan manidos ejemplos para ilustrar el caso con meridiana claridad). No obstante, la evidencia de tales afirmaciones no hace que asuste menos la falta de evolución de este lugar llamado mundo desde 1857 (fecha de publicación del poema reproducido con anterioridad) hasta la actualidad.
Para no ponerme demasiado dramático, he de reconocer que hoy he vuelto a escuchar un disco de Alarma!!! y he releído a Baudelaire. Además, Internet se llena de canciones superlativas con textos hermosos.
Dicen que no hay mal que por bien no venga… aunque el mal sea tan descomunal y el bien tan anecdótico… ¡Cojones! Es posible que un adolescente con un inmenso talento innato escuche ‘Frío’ y comience a pensar en seguir haciendo girar la rueda que Manolo heredó de sus predecesores. ¡Hay esperanza! ¡Gracias, Manolo Tena!
