MAD Live!: The National demuestran lo que significa tener elegancia sobre un escenario

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«The National demostraron lo que significa respirar música, alimentarse de emoción y desbordar sensibilidad»

 

El MAD Live! se celebró el pasado viernes en Madrid, con la presencia estelar de The National y The Kooks. Wilma Lorenzo estuvo allí y nos lo cuenta.

 

 

MAD Live!
31 de octubre de 2014
Barclaycard Center, Madrid

 

 

Texto y fotos: WILMA LORENZO.

 

 

Generalmente colgar el cartel de «todo vendido» suele ser noticia pero el pasado viernes 31 de octubre lo reseñable habría sido lo contrario. El MAD Live! 2014 reunió sobre el escenario del Barclaycard Center (Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid) a The National, The Kooks o Mando Diao; además de Cycle, Grises, The Orwells, Belako y los ganadores del concurso «El cartel no está cerrado, falta tu banda», Jack Knife.

La principal razón es que aquella noche disfrutamos de una banda cuyo uniforme de trabajo es la elegancia. The National [en la foto superior] demostraron lo que significa respirar música, alimentarse de emoción y desbordar sensibilidad; y descubrimos la capacidad expresiva de un Matt Berninger que no necesita nada más que su voz para conmocionar. La intensidad con la que el vocalista del conjunto de Ohio vivió el concierto generó en el público un estado emocional tan abrumador como bello. Las canciones ya las conocíamos pero el viernes cobraron vida. The National consiguieron que cuando volvamos a escuchar ‘I need my girl’, ‘I should live in salt’, ‘Afraid of everyone’ o ‘This is the last time’ nos transportemos a aquella vez que les vimos en directo. Lograron que la del viernes fuera una experiencia única y se alzaron como una de las bandas de hoy que sobrevivirán al paso del tiempo. El concierto concluyó con una pausada ‘Vanderlyle crybaby geeks’ interpretada a cappella, con todos en primera línea despidiéndose de una audiencia que solo despertó del sueño cuando en el Palacio encendieron bruscamente las luces. Un diez para Berninger, los hermanos Dessner y los hermanos Devendorf; que acompañados por Sufjan Stevens –con guiño a su canción ‘Chicago’ de la que tocaron un fragmento– nos regalaron una hora y media de perfecta evasión.

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The Kooks [en la foto] estuvieron humildemente a la altura. Los de Brighton hicieron las veces de «teloneros» de The National llevando a cabo lo que mejor saben hacer: rock ligero y eficaz muy bien ejecutado con un repertorio en el que se incluyeron todas las canciones necesarias para conectar con un público relativamente exigente y poco puesto al día con lo nuevo de la banda. Sonaron ‘She moves in her own way’, ‘Naive’, ‘Ooh la’ o ‘Junk of the heart (Happy)’, incluyendo con cuentagotas las referencias a su último trabajo «Listen» (Virgin/Emi) siendo ‘Bad habit’ la más aclamada. Un concierto entretenido y enérgico que comenzó con su líder Luke Pritchard ataviado con una máscara y en el que la proximidad física entre los músicos se convirtió en una forma de reforzar la conciencia de banda que tiene The Kooks a pesar de las idas y venidas de algunos de sus miembros en los últimos años.

Cycle y Mando Diao fueron los encargados de preceder a los dos cabeza de cartel. Los primeros ofrecieron un espectáculo cuyo peso recayó absolutamente en La China Patino: su atuendo, sus gestos y sus movimientos. El público miraba asombrado lo que ahí estaba ocurriendo y la banda mítica de los noventa defendió como pudo su presencia en el cartel (recordar que su incorporación estuvo motivada por la baja de los iniciales Zombie Kids). Con un equipo de cuatro bailarines incluido y su pop más electrónico, no consiguieron hacer bailar a la gente hasta que llegó el clásico ‘Confusion!!!’. Los suecos sin embargo sí consiguieron el efecto buscado en un concierto igual de breve que intenso. Vestidos de blanco y al grito de «Que se marchen todos los ‘haters’ que aquí nos quedamos los que queremos hacer el amor» salieron Mando Diao a un escenario costumizado a juego con su vestimenta y con un repertorio exclusivamente elaborado para hacer bailar al público. Se estrenaron con el castellano contando con la colaboración de Zahara que hizo la adaptación a nuestro idioma de ‘Sweet wet dreams’; aunque el protagonismo indiscutible fue para ‘Gloria’, ‘Dance with somebody’ y ‘Black saturday’. Unos buenos cuarenta minutos de calentamiento para el resto de la noche.

Del comienzo de MAD Live! cabe reseñar la presencia de Belako y Grises como única representación nacional del cartel. Los segundos defendieron más que bien sus canciones ante un palacio aún a medio llenar siendo conscientes de su papel en el festival pero libres de todo complejo: «¡Os estáis reservando para luego y eso no es bueno!», gritaba Amancay, cantante del grupo. Antes, The Orwells pisaban por primera vez un escenario en España, así que habrá que darles una segunda oportunidad, por no quedarnos con la impresión del concierto del pasado viernes. Y por último, los ganadores del concurso, Jack Knife, abrieron la tarde aprovechando la oportunidad de formar parte de un cartel de tales características.

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