Libros: «Mecano 82. La construcción del mayor fenómeno del pop español», de Grace Morales

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«Se trata no de la historia de Mecano, sino de la historia del primer disco de Mecano. Las entrevistas y los textos se referirán muy levemente al grupo y en mucha mayor medida a las canciones y el ambiente de esos primeros ochenta»

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Grace Morales
«Mecano 82. La construcción del mayor fenómeno del pop español»
LENGUA DE TRAPO

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 

La irreverente y caústica fanzinera, hoy también escritora, Grace Morales es la encargada de ofrecernos un nuevo volumen de esa colección en la que la editorial Lengua de Trapo se dedica a desbrozar los misterios de los discos fundamentales del pop español. En esta ocasión no se desliza la colección por la independencia o la experimentación –Los Planetas o Nacho Vegas son sus anteriores ocupantes– sino por el consumo masivo, el adorno, el demonio de muchos, el único grupo para los demás. Señores, con ustedes: Mecano.

Cuidado, se trata no de la historia de Mecano, sino de la historia del primer disco de Mecano. Las entrevistas y los textos se referirán muy levemente al grupo y en mucha mayor medida a las canciones y el ambiente de esos primeros ochenta; de hecho, el propósito expuesto literalmente por la autora es reconstruir el mensaje primigenio de Mecano. Y sobre todo, exponer cómo un grupo que actuó en un concurso de nuevos talentos –»Gente Joven», una especie de «Operación Triunfo» neocatecumenal– con un Jose María a la guitarra y dos figuras medio espectrales detrás llegó a convertirse en el mayor fenómeno del pop hispano. Así desfilan, por ejemplo, Capi –que los descubre–, el estado de la música en los primeros ochenta –fans y nueva ola, básicamente–, la relación entre Mecano y el resto de bandas, la gestación del nombre o la influencia de Mecano en algún grupo de la actualidad.

El material complementario es –para mi gusto, ya saben, devoto de esa época– más fascinante si cabe. Desfila el bagaje moderno de la CBS, con Sissí y Greta a la cabeza, aparece después la música para fans –es curiosa la relación de Mecano con Los Pecos, por ejemplo– y dos efímeras escenas con las cuales el trío podía tener también conexiones: el breve movimiento new romantic de Madrid y la algo más dilatada profusión de grupos tecno en Valencia. Y como guinda final un dato que desconocía, que no sé lo que explica pero que seguramente explica muchas cosas: el padre de Ana dirigía por esos años la Escuela de Caminos, la más vibrante catalizadora de la naciente nueva ola madrileña, sede de conciertos absolutamente míticos (o mitificados, que viene a ser lo mismo).

¿Y cuál es la postura de nuestra espléndida fanzinera? Pues la expone con mayor valentía Guillem Martínez en su prólogo: la defensa del mercado y del pop como arte válido; en todo caso, a años vista, Grace Morales percibe que los conflictos entre tribus en esos ochenta no eran más que luchas por el poder comercial, y que si nos fijamos exclusivamente –es difícil, ufff, excluir los condicionantes– en la música, la propuesta de Mecano resulta tan válida como la del combo más auténtico o alternativo.

Anterior entrega de libros: “Daniela Ástor y la caja negra”, de Marta Sanz.

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