Libros: “Justicia poética”, de Elliott Murphy

Autor:

“Novela de tono crepuscular que nos traslada a los últimos años del Viejo Oeste, cuando toda una forma de vida salvaje se viene abajo”

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Elliott Murphy
“Justicia poética”
TROPO EDITORES

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

 

Elliott Murphy no es exactamente un músico que escribe. Aunque es cierto que desde la música saltó a la literatura, su obra literaria, cada día más amplia y de peso, obliga a que no lo clasifiquemos de ese modo. Sus narraciones no caen en el socorrido recurso musical o en los tópicos propios del rock, como bien constata este western, o novela de vaqueros, que se decía décadas atrás. Relato desde la infancia de quien acabará por ser uno de los más temidos e infalibles pistoleros (o asesinos) a sueldo de su tiempo. Un profesional que gusta de la lectura y de la vida reposada, que aprecia el buen vivir pero que ha hecho de la muerte su oficio, sin falsas moralinas.

Es “Justicia poética” una novela de tono crepuscular que nos traslada a los últimos años del Viejo Oeste, cuando toda una forma de vida salvaje se viene abajo y en la que el propio protagonista, Petit Jean, comienza a quedar superado por los acontecimientos y el mundo moderno, como un vestigio del pasado. Pero antes, hemos asistido a su turbulenta infancia y juventud, hemos visto romperse su familia en pedazos y hemos sabido de esa herida a corazón abierto que moverá su existencia y que algún día ha de saldar. Por en medio se cruzarán personajes reales (Walt Whitman) mientras su autor juega con las fechas (la ventaja de la ficción) para ajustar el relato.

Pese a la complejidad narrativa (cambios de tiempo y escenarios, entre Manhattan y Oklahoma), Murphy decide recurrir a la concisión y al no andarse por las ramas, y es que probablemente en algún momento, como tantos, se embebió de novelas baratas sobre el Far West y sabe que hay que ir al grano, máxime cuando el cine se ha aproximado al género hasta la extenuación, desarrollando un ritmo narrativo del que es difícil alejarse pues lo tenemos adherido a la mente. Con esos mimbres, Elliott Murphy teje una novela compleja que resuelve con sencillez, se lee con agrado y atrapa al lector.

La edición incorpora un cedé con tres temas temas escritos e interpretados especialmente para acompañar al libro, así como el primer capítulo de la novela recitado por el propio Murphy.

Anterior crítica de libros: “¿Son de alguna utilidad los cuñados?”, de Rafael Azcona

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