Les Playboys: Viejos insurrectos del garaje francés

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«Nos sentimos muy cómodos cantando en francés. Es nuestro idioma y no dificulta en absoluto la comunicación porque es compatible con el lenguaje del rock and roll»

Trajes impolutos, guitarras infectadas de fuzz, estribillos atemporales y voces de armonías prodigiosas. Esos son los franceses Les Playboys. Eduardo Tébar se ha puesto en contacto con ellos.

 

 

Texto: EDUARDO TÉBAR.
Foto: DAVID ZELLABY.

 

 
Ahora que los Fleshtones vuelven a recorrer la geografía española, sacamos del olvido a sus homólogos franceses. Con ligeras diferencias: Les Playboys –sí, como el título de aquella pieza juguetona de Jacques Dutronc– se ajustan al manual estético de Carnaby Street. Aquella fiebre de consignas de inconformismo e independencia a través de la moda y radios piratas. Trajes impolutos, guitarras infectadas de fuzz, estribillos atemporales y voces de armonías prodigiosas. Cincuentones afincados en Niza, mantienen el tipo tras su memorable paso por diversas concentraciones de mods en España. Basta escuchar las canciones de “Abracadabrantesque” (Teen Sound Records, 2008), su último álbum con material nuevo hasta la fecha. Compromiso y vitalidad. Tres décadas después de su formación, Les Playboys sigue siendo uno de los mejores conjuntos revivalistas del panorama europeo. “El mejor momento es el que vivimos en la actualidad, sin duda. Y el peor siempre está en el pasado”, apunta el bajista, Frank Durban. El exquisito sello alemán de garaje Soundflat Recors publica el recopilatorio “Anthologie”, un repaso de lo más granado y recóndito de su trayectoria.

Iniciasteis el punk en Francia bajo el rótulo de The Dentist. Cuesta imaginaros como los Pistols, con camisetas de “Odio a Pink Floyd”.
Supongo que los orígenes del punk en Francia fueron iguales que en el resto de los países. Una respuesta contra la mala música y contra todas las bandas que nos estaban aburriendo. En efecto, me refiero a gente como Yes, Genesis o Amon Düül. Se trataba de pensar y de vivir de otra manera.

¿Cómo llegáis al lado más subterráneo del rock anglosajón?
Empecé a tocar garaje con once años. Por entonces ya hacía mis pinitos en una formación adolescente en Francia llamada Les Internes. ¡Uff! Aquello ocurrió entre 1966 y 1969. ¡Ha llovido mucho!

Os asocian con los Fleshtones, por aquello de la revitalización del garaje.
La gente suele compararnos con los Fleshtones, pero nuestra música es totalmente distinta. Me imagino que esto se debe a que pertenecemos a la misma generación. Además, François, nuestro cantante, sustituyó a Peter Zaremba en un concierto en Francia porque éste no pudo viajar.

También porque os toca convivir con la oleada de The Lyres y el revival americano.
Nuestras influencias están más cerca del garaje americano y del pop clásico. Nos vuelve locos el R&B, en especial los discos de la etiqueta Stax. Eso por no hablar de la escena francesa. De ahí salieron figuras espléndidas, como Les 5 Gentlemen, Jacques Dutronc o Ronnie Bird.

Pero renegáis de camaleones modélicos como Johnny Hallyday o Eddy Mitchel.
La mayoría de las canciones que han grabado Johnny Hallyday y Eddy Mitchel son auténtica basura. Solo se salvan los buenos temas que registraron en los 60.

Bueno, ellos no se desvincularon por completo de su primer amor. El rock francés tiene un pedigrí. Aquí, hablando de garaje en castellano, pasan 20 años entre Los Salvajes y Los Negativos.
Sí, y nos sentimos muy cómodos cantando en francés. Es nuestro idioma y no dificulta en absoluto la comunicación porque es compatible con el lenguaje del rock and roll. En ese sentido, Nino Ferrer es un ídolo enorme para nosotros. Él representa la actitud y el sonido que nos enamora.

Aún mostráis una impresionante fiereza escénica.
Después de 30 años en la brecha, y a pesar de nuestra edad, creo que todavía somos unos chiquillos cuando nos subimos al escenario. Y no me lo estoy inventado. Todos los españoles que han asistido a nuestros conciertos lo han comprobado por sí mismos.

Capítulo versiones: en vuestra última gira española os acordasteis de Zombies y Mitch Ryder.
A lo largo de tres décadas da tiempo a interpretar muchísimas versiones [sonríe]. Ahora estamos disfrutando mucho trayéndonos a nuestro terreno algunas piezas increíbles de los Animals, los Zombies o del maravilloso Mitch Ryder. En nuestro último trabajo solo hemos metido una adaptación, ‘Mon obsession’, que ya versionó en su día el conjunto francés Les Lionceaux.

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