León Larregui (Zoé): «Nada se comparará nunca con estar en un concierto con gente»

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«Parece que tuviéramos un karma en nuestro sonido, cómo sentimos la música, cómo nos nace y cómo la expresamos»

 

Desde México nos llegan noticias de Zoé, que publican Sonidos de karmática resonancia y serán protagonistas, en 2021, de Reversiones, un disco en el que otros artistas cantan sus canciones. Carlos H. Vázquez habla con su líder, León Garregui.

 

Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: archivo PROMO SIN FRONTERAS.

 

En esta ruleta rusa, al compás de la muerte, apostamos por el disparo sin bala y nos desatamos las bandanas, como Robert de Niro en El cazador. Pintando de rojo y sudor nuestro futuro en mitad de la guerra. No hay nada que perder.

Antes de la pandemia, en el último concierto de Zoé, León Larregui se despedía del público del Vive Latino 2020, reunido en el Foro Sol de la Ciudad de México, con un mensaje: «A pesar de todas las circunstancias, estoy contento de estar aquí. No debemos caer en el pánico, porque ahí sí nos enfermamos. Cuídense y que la luz ilumine su camino». Era el 15 de marzo de 2020, y la alerta sanitaria por coronavirus sobrevolaba el mundo. Pero Zoé también estaba celebrando el décimo aniversario de Ruido de fondo. MTV Unplugged (EMI, 2011), un disco que sirvió de meta volante a la banda mexicana que hoy sopla también las velas por su vigésimo cumpleaños. Publican nuevo disco, Sonidos de karmática resonancia (Universal Music, 2020), y otro está en camino: Reversiones (Universal Music, 2021), con el que cierran una etapa. Seguirán iluminando el camino sin entregarse al pánico, sin nada que perder, porque para todo siempre hay una primera vez.

 

¿Por qué crees que nos está sucediendo todo esto? ¿Es el karma?
El planeta está en crisis. Se refleja de muchas formas, y creo que esta es una manera de exteriorizarlo. Es un foco rojo para que la gente se dé cuenta de muchas cosas que llevan tiempo sin funcionar y que solo nos están llevando a un momento apocalíptico. Este momento es el primer acercamiento, porque el mundo puede irse por un lado horrible y oscuro.

 

Pero todavía queda felicidad. Cuando presentasteis el vídeo de “SKR”, decidisteis proyectarlo sobre varios edificios de la Ciudad de México. ¿Esto era un acto para con la felicidad de los seguidores?
Era un instrumento de promoción que nos pareció interesante. Imagínate a la gente, de repente confinada en su casa, asomándose por la ventana y viendo unas imágenes que podían ser de Zoé. O no, porque la música no se escuchaba. Nos parecía un experimento interesante. Más allá de la mercadotecnia, esto era algo diferente, para que sus días no se convirtieran en una monotonía extraña.

 

Aunque se conoce otro tema más, “Fiebre”, ¿por qué se decide lanzar una canción (“SKR”) que lleva por título las siglas del título del disco, Sonidos de karmática resonancia?
Nos parecía interesante también, porque en un principio no queríamos revelar el título del disco; que fuera parte del misterio sacar esta canción con las siglas. Pero se volvió de repente tan confuso con los fans que tuvimos que revelarlo. Además, yo creo que es una canción que representa muy bien el disco, donde se escuchan vestigios del Zoé del principio, cuando empezábamos, y también del Zoé de los últimos discos, el más moderno.

 

 

¿Cómo fue la composición de este disco, que entiendo que es el cierre de una etapa?
Hacer este séptimo disco de estudio es algo importante en nuestra carrera. Cuando nos sentábamos a escuchar las demos que traía bajo la manga cada quién, nos dimos cuenta de que algunas canciones sonaban como el Zoé del principio y otras como el Zoé de los últimos discos, y eso también tiene que ver con el título de Sonidos de karmática resonancia; nos dimos cuenta de que tenemos esta tendencia hacia la música de esta forma. Así es como sentimos la música. Incluso cuando nos juntamos, nos da la risa siempre, porque nos damos cuenta que el tempo que escogemos, los beats por minuto que escogemos para hacer canciones, están impresos en nuestro corazón. Es muy extraño. Cuando nos juntamos a hacer demos hubo una canción que habíamos compuesto los cuatro compositores sin haber hablado de ello. Era la misma, con la misma secuencia de notas. Igual las melodías de voz eran diferentes, pero la secuencia de las notas era muy parecida o exactamente la misma. Hasta el tempo y la idea de la canción. Parece que tuviéramos un karma en nuestro sonido, cómo sentimos la música, cómo nos nace y cómo la expresamos. Es innata en nosotros cómo la percibimos o cómo la sintonizamos.

 

Y cada integrante grabó en diferentes cabinas dentro del estudio…
Grabamos en enero cuatro canciones, entre ellas “SKR”. Nuestro plan era seguir grabando la segunda parte del disco en abril, pero vino todo esto y ahora estamos esperando a que se abra una ventana en la que podamos todos viajar a México (los que vivimos en España), inclusive el productor (Craig Silvey), que vive en Londres. Si se sincronizan los tres países, planeamos sacar el disco en enero de 2021. A Craig le gusta que grabemos juntos. En el disco pasado (Aztlán), aunque hicimos la mitad con él, también lo grabamos juntos. Básicamente batería, bajo y teclados. Las voces sí las grabamos después.

 

¿Por qué habéis vuelto a contar con Craig Silvey?
La mitad de Aztlán la produjo Phil Vinall, el productor de toda la vida de Zoé, y casi que es un integrante más de la banda. Y la otra mitad la hizo Craig Silvey, porque llevábamos tantos años trabajando con Phil que pensábamos que era parte de la maduración natural de la banda y teníamos ganas de probar, de trabajar con alguien más, aprender otras dinámicas, otro proceso de trabajo… Nos encantó trabajar con Craig, más allá de que ganáramos el Grammy (mejor Álbum de Rock Latino, Urbano o Alternativo). Nos gustaba su dinámica y su forma de trabajar, por eso decidimos hacer todo este disco con él.

 

¿Qué equipo se ha utilizado para esta grabación? Leo que hubo micrófonos especiales y demás instrumentación que se ha pedido expresamente.
Yo no soy tan conocedor de esas cosas. Pero sé que Craig, siempre que viaja, lo hace con sus juguetes, que son como sus armas secretas. Llegó a México con dos micrófonos ultra caros para grabar las baterías. Cada productor tiene sus trucos y sus herramientas preferidas, que son las que definen su sonido.

 

¿Cómo se ha planteado la voz en este disco? En “SKR” vuelves a hacer falsete…
“SKR” es una canción que compuse yo. En las últimas composiciones, incluyendo los discos de solista, esta forma de falsete se ha convertido en algo muy mío. También tiene que ver con tratar de llegar a notas más altas en las que, si no fuese usando falsete, no llegaría. Es un recurso que me gusta, porque tiene una dualidad masculina y femenina, y eso le da mucho balance a las canciones.

 

«Borré mi historial personal, con un ventilador dimensional», dice la letra de “SKR”. ¿Cómo eliges qué eliminar sin llevarte buenos recuerdos por delante?
Yo, de lo que hablo, es de volver a la historia personal, de abrirse, aprender todo desde cero. Como decimos en México, darle carpetazo al asunto y avanzar.

 

¿Y cómo puede avanzar una banda como Zoé?
Siempre, con cada disco, tratamos precisamente de no repetirnos y llegar a territorios desconocidos para avanzar y crecer, porque eso es lo que nos divierte.

 

 

Tenéis también pendiente la publicación de Reversiones, donde Alejandro Fernández versiona “Arrullo de estrellas”, una canción muy personal que habla de tu madre. ¿Cómo se seleccionó esta canción? ¿Alejandro Fernández conocía la historia?
Este disco es un proyecto más de la disquera. Son covers de otros artistas y nosotros no tocamos ni cantamos con ellos. Creo que la disquera buscó a muchos artistas con la idea de llegar a un público al que normalmente no llegamos (por el género). Esta versión de Alejandro Fernández, por ejemplo, es más como una versión mariachi. Me pareció muy interesante cuando me dijeron que esta canción la iba a cantar él. Alguien de la disquera también me dijo que cuando Alejandro estaba en Nueva York grabando la canción, parecía que no le estaban dando el tono sentimental. Entonces, alguien le contó a Alejandro la historia de mi mamá, que le había escrito la canción… y ahí fue justo el momento en que entendió y sacó la voz. También hay una versión de “Soñé” de Bronco buenísima…

 

No es la primera vez que colaboras con Bronco, de hecho.
Claro. Surgió cuando ellos me invitaron a cantar en su presentación acústica [Primera fila]. Nos hicimos amigos. Me encanta lo que hicieron.

 

Hemos hablado de avanzar dentro de la banda, pero ¿cómo será la música a partir de ahora?
Creo que ya se están abriendo nuevas vertientes de experimentos, que son estos conciertos que se transmiten en streaming. Mientras estamos en esta estación [se refiere a la pandemia], seguirá creciendo ese mercado y se seguirán explorando cosas nuevas. También vi un concierto de Travis Scott a través de Fortnite. Van a surgir cosas muy interesantes, aunque yo creo que nada se va a comparar nunca con estar en un concierto con gente, sintiendo la energía de la música, escuchándola con tus oídos. Eso se extraña mucho. Son esas cosas que nos retroalimentan como comunidad, nos une, nos hace vibrar. Pero si ahorita no hay manera de hacerlo, porque serán de las últimas cosas que se reactivarán, esperemos que se pueda volver a hacer conciertos, porque nosotros como músicos y la gente que está detrás del espectáculo (ingenieros, técnicos, gente de montaje…) estamos sin trabajo.

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