Lemuripop: Un par de enchufados

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LemuripopUn par de enchufados

Álex Brujas y Germán Coppini no son dos desconocidos. El primero lleva años metido en asuntos de música electrónica, al frente de proyectos como Stereoskop. Mientras que Coppini, además de mantener una guadianesca carrera solista, ha militado en grupos como Siniestro Total, Golpes Bajos o Anónimos. Ahora, ambos han unido fuerzas para dar forma a Lemuripop, una formación de pop electrónico con la que han lanzado su primer álbum, Primo tempo. El disco de dos enchufados a la electrónica.

 

Texto: JUAN PUCHADES.


Germán, ¿Por qué te animas a dar forma de nuevo a un proyecto colectivo, aunque sea de dos?
Germán: Pues porque he conseguido encontrar a mi compañero ideal y porque es lo que más me apetece en estos momentos.

Definid a Lemuripop.
G.:
Podríamos definir a Lemuripop como un proyecto de pop electrónico. Un amigo común nos presentó en noviembre de 2006. Álex me puso en su estudio las cosas nuevas que estaba haciendo y me hizo una selección en un CD para ver si me enrollaba a ponerle texto a alguno de los temas. Nos hicimos amigos y lo demás vino rodado. Primo tempo es un disco maravilloso en el que hemos trabajado algo más de un año. Un disco variado en el que se combinan a la perfección el pop y la electrónica. Un disco maduro y divertido en el que hemos dado rienda suelta a nuestra creatividad y a nuestros gustos personales. Un primer paso para un proyecto serio y con proyección de futuro.

Germán, ¿no es un tanto sorprendente escucharte de pronto tan metido en la electrónica, últimamente te hacíamos más interesado por otro tipo de sonidos?
G.: Siempre me ha interesado la música electrónica, pero también es verdad que he trabajado con compañeros a los que no les gusta mucho. Hace 25 años Golpes Bajos salían al escenario con caja de ritmos y teníamos influencias de la música techno de los años 80 bastante reconocibles, pero tampoco queríamos ser el Aviador Dro. Como cantante solista me he buscado la vida como he podido. Cuando he tenido presupuesto, me he gastado las pelas en montar una gran banda y cuando no lo he tenido he trabajado con máquinas que son bastante agradecidas. Quiero dejar bien claro que yo escribo mis textos y los visto como quiero en ese momento. Al no tocar ningún instrumento, los músicos con los que trabajo, hacen de instrumento. Lo que me parece un coñazo es hacer siempre lo mismo porque entonces nunca se aprende nada. Éste es un país en donde la gente tiene muchos prejuicios y una mentalidad cuadriculada que dificulta mucho el trabajo de los músicos.

¿No practicáis un sonido muy deudor de los años 80? ¿No es Lemuripop un proyecto un poco retro?
G.:
Creo que es un sonido bastante “cool”. Tampoco negamos nuestras influencias ni de dónde venimos, pero también en el disco hay cosas muy actuales. Formar un grupo tiene su tela, y conociendo los gustos tan dispares que tenemos Álex y yo, necesariamente tenemos que ponernos de acuerdo. Decidimos trabajar este primer disco a partir de la música de los 80 que nos gustaba, pero el resultado obtenido es creación nuestra. ¿Que suena retro? Pues vale. ¿No está lo retro de moda? Que yo sepa no existe ninguna banda que no quiera dejar constancia en sus discos de la música que escucha y las bandas a las que admira.

¿Cómo os organizáis para componer, uno las letras y el otro las músicas?
G.:
Álex me va entregando bases musicales y yo trabajo una historia que me guste. Una vez terminada la letra quedamos en su estudio y pruebo a cantarla. Si vemos que la cosa tiene posibilidades, la vamos arreglando. Su estructura cambia, se añade o se quita alguna parte, se incorporan guitarras para darle carácter a la canción. Mientras, Álex va haciendo una preproducción del tema que se retomará mas adelante.

Germán, ¿vas a seguir con tu carrera en solitario? ¿Qué ha sido de Anónimos?
G.:
De momento no. Anónimos se quedo en “stand by”. El grupo me ofrecía la oportunidad de dar la parte mas rockera de mi persona. Mis compañeros –Pata, Carlos y Charlie– son gente estupenda y el repertorio original que teníamos tiene canciones maravillosas, que el grupo puede volver a tocar cuando nos apetezca o cuando la gente lo reclame.

¿Cómo os vais a presentar en directo, los dos solos?
Álex:
Para el directo hemos ampliado la formación con Patricia Egea, que toca la batería electrónica y hemos adaptado las bases para que la guitarra eléctrica sea la instrumentación protagonista. Intentamos que el directo sea lo mas orgánico posible, y además Germán se esta mostrando como un gran showman, así que el público está reaccionando muy positivamente. En el futuro próximo incluiremos un bajista para seguir incidiendo en esta línea.

¿Cuáles son vuestras influencias?
G.:
Hablar de influencias es no acabar nunca, y tampoco vienen al caso. Me gusta la música y punto. Escucho de todo y me resulta imposible dedicarme a un mismo estilo durante 24 horas. Mi discoteca es extensa porque llevo comprando música desde que tenía 20 años. Todo me motiva y me llena. El folk, el jazz, los grandes sinfonistas, la ópera, la música electroacústica, etc. Lógicamente, el trabajo del grupo me ha centrado un poco pero mantengo lo de que en la variedad está el gusto. Esta mañana, por ejemplo, me he desayunado con Kevin Johansen y Kraftwerk.
A.: Mis influencias musicales son también muy variadas y van desde a los clásicos de los 80, evidentemente a la música electrónica actual –Vitalic, Digitalism, Soulwax, etc.–, pasando por lo alternativo –Editors, Muse, Bloc Party, etc¬.– e incluso escucho bandas de metal como Machine Head o de rock industrial como Nine Inch Nails.

¿Por qué habéis recuperado un tema de Golpes Bajos, “La fiesta de los maniquíes” y otro de Spandu Ballet?
G.:
Antes que de versión yo prefiero hablar de adaptación. No tenemos ningún problema con ningún artista que nos guste, simplemente tenemos que ponernos de acuerdo entre los dos y punto. Spandau, por ejemplo, no es de mis grupos favoritos, incluso me caen un poco gordos, pero la canción escogida –música y letra– me gustaba desde hacía mucho tiempo.
A.: La historia de cada una es diferente. En el caso de “La fiesta de los maniquíes” todo surgió porque habitualmente suelo remezclar clásicos para mi sesión de DJ y este tema era uno de ellos, con la diferencia de que tenía la posibilidad de pedirle a Germán que cantara en vez de “loopear” la canción original. El resultado funcionó a las mil maravillas en la pista de baile y nos gustó tanto que decidimos incluirlo en el disco. En el caso de las adaptaciones no nos proponemos elegir temas de una época en concreto –de hecho pensamos en The Who para hacer una adaptación–, sino que vemos las posibilidades de temas concretos que nos gusten a ambos y que puedan ser adaptados a nuestro estilo.

Germán, pareces un tipo al que le gustan músicas de lo más variadas… ¿Es así? ¿Pero no pueden ser tus cambios de orientación un tanto despistantes para tus seguidores?
G.:
Cuando he trabajado con grupos, éstos han mantenido o han ido desarrollando su estilo hasta el final, pero cuando me he convertido en solista me he permitido más lujos, haciendo cosas dispares, que en un grupo no se pueden hacer o se hacen menos.
Lemuripop acaba de lanzar su primer álbum hace tres meses, tiene claras sus influencias, combina la electrónica y el pop a la perfección, su sonido es envolvente pero también muy cañero, aun así aspira a seguir investigando. Álex es un excelente guitarrista y no me extrañaría nada que centrara su próxima producción en el instrumento que toca…

Puedes visitar la web de Lemuripop desde aquí.

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