Las grandes B.S.O: “La gran evasión” (1963), música de Elmer Bernstein

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“Gran música de acción, tremendamente dinámica en el inconfundible estilo de Bernstein; crecientes emociones, clásico suspense clásico y un final conmovedor”

 

Una película fascinante con una banda sonora inolvidable. Fernando Fernández descifra las claves de la partitura de “La gran evasión”, la inmortal música que Elmer Bernstein compuso para ilustrar la histórica fuga que protagonizó Steve McQueen.

 

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“La gran evasión” (“The Great Escape”)
Música de Elmer Bernstein, 1963

 

Una sección de FERNANDO FERNÁNDEZ.

 

Muchas veces un tema se hace tan popular y memorable que ensombrece el maravilloso trabajo realizado en el resto de su banda sonora. La película de hoy es uno de esos ejemplos. “La gran evasión” es uno de las grandes favoritas del cine, una de las películas más legendarias (y divertidas) jamás realizadas. Tres horas que pasan en un auténtico suspiro y producto de una época en la que no todas las películas de acción y de éxito intentaban lo imposible para complacer a públicos simples y analfabetos. Y eso que a su director, el clásico de Hollywood John Sturges, le costó más de ocho años convencer a un estudio realizarla. Si no hubiese sido por su éxito con “Los siete magníficos”, probablemente nunca hubiese conseguido llevarla a cabo.

La evasión en sí misma puede no ser tan grande después de todo, ya que prácticamente todos los fugitivos terminan muertos o recapturados, pero sus aventuras son puro oro cinematográfico. Algo que favorece el espectacular elenco de actores de la película, figuras como Steve McQueen, James Garner, Richard Attenborough, James Coburn, Charles Bronson o Donald Pleasance. Entre todos los nombres que pueblan el proyecto se encuentra el de una persona tan importante como cualquiera de ellos: Elmer Bernstein. De la misma manera en que ya lo hizo en su anterior colaboración con el director John Sturges (“Los siete magníficos”), Bernstein se superó a sí mismo y escribió la partitura definitiva del género, una posición que ambas bandas sonoras han mantenido desde entonces, en los más de cincuenta años que ya han transcurrido.

¿Qué se puede decir sobre el tema principal que se escucha directamente en los créditos que dan comienzo a la película? No es solo que su melodía la tengamos ya grabada en la conciencia colectiva, si hay alguien que aún no la conozca, dudo que la escuche por primera vez y sea capaz de reprimir las ganas de ponerse a silbarla. Haced el experimento con el vídeo que hay debajo de estas líneas. Sus títulos de crédito es uno de los temas clásicos del cine, nunca pierde su brillo a pesar de haber sido escuchado en innumerables ocasiones a lo largo de los años, desde adorables parodias en otras partituras hasta como himno de los aficionados de la selección inglesa de fútbol. Cuando Bernstein lo interpretó en concierto en Londres en el 2002 prácticamente toda la audiencia empezó a silbar, lo cual hizo pasárselo en grande al compositor/director… y a servidor. Huelga decir que dicho tema aparece en innumerables ocasiones en la banda sonora, y fácilmente podría aparecer una docena más sin conseguir cansar en absoluto. Pero por supuesto, hay más. Mucho más. Gran música de acción, tremendamente dinámica en el inconfundible estilo de Bernstein; crecientes emociones, clásico suspense clásico y un final conmovedor. No hay un momento aburrido, ni una sola pieza de música que sea redundante.

Superaudaz, rebosante de confianza patriótica e imbuida de ese sentido de la camaradería instantáneamente identificable de «nosotros contra ellos», esa música es conocida y amada incluso por aquellos que nunca la han visto en el cine. Lo que es necesario recordar es que el resto de la partitura es un clásico absoluto del más alto orden. Bernstein deja fluir sus temas primarios y secundarios arriba y abajo una y otra vez, doblándolos y doblándolos según los caprichos de la historia y la dirección en la que se dirigen los personajes, ya sea física o emocionalmente. Hay toda una colección de elementos que se añaden a una experiencia rica y variada, desde los tropismos convencionales militaristas y de acción de una película de guerra, al suspense y la tensión de la saga de los prisioneros de guerra. También hay melancolía y noble derrota, la gracia con la que muchos de los hombres se enfrentan a su destino y la brutalidad con que a menudo se les trata. Y, por supuesto, ese sabor de “western” único de Bernstein. Este último ingrediente es lo que le da a “La gran evasión” esa calidad esencial que nos arrastra, esa sensación de cercanía que hace que la partitura (durante sus más de 90 minutos) se pase sin prácticamente darnos cuenta.

 

Ediciones discográficas
Siendo tan legendaria, la partitura ha sido presentada en cedé numerosas veces. El vinilo original fue una regrabación realizada en el momento del estreno de la película con una orquesta muy reducida. Dicha grabación fue publicada por primera vez en cedé por Intrada, y más tarde por Rykodisc (quien generosamente agregó fragmentos de diálogo al disco, el sueño –¡usando el sarcasmo!– de todo aficionado a la música de cine) y finalmente, a mediados de 2004, por Varese Sarabande. Entre esos dos últimos lanzamientos, Varese produjo una re-grabación en Glasgow con el propio Elmer Bernstein dirigiendo la Royal Scottish National Orchestra, en su mayor parte presentando el mismo material que ya estaba en los otros álbumes. Tras ese lanzamiento, muchos aficionados abandonaron la esperanza de disfrutar la partitura completa en toda su gloria, porque se consideraba que los masters estaban perdidos. Curiosamente, lo que se encontraban es mal etiquetados. Mientras Varese esperaba poder lanzar la edición completa de otra colaboración posterior entre John Sturges y Elmer Bernstein (“The Hallelujah Trail”, “La batalla de las Colinas del Whisky”, 1965), se dieron cuenta que las latas que estaban etiquetadas como contenedoras de los masters de dicha película, en realidad contenian la partitura completa de “La gran evasión”. Una pena perder la joya de “La batalla de las Colinas del Whisky”, pero un hallazgo que permitió una edición doble de lujo con la partitura original de “La gran evasión”, poco después de lanzar la regrabación. Edición que posteriormente recuperó de nuevo Intrada con una edición definitiva en un triple cedé que incluye la partitura original completa, así como la regrabacion original del año 1963, completamente remasterizadas.

Trágicamente, el legendario compositor de esta maravillosa música murió cuando esta, una de sus obras más clásicas y reconocibles, fue finalmente editada en toda su gloria, por lo que terminó convirtiéndose en un glorioso tributo a su maestría. Aunque el álbum original funciona muy bien, la partitura completa –¡con casi tres veces más música!– es un auténtico regalo, que incluye no solo el célebre tema principal y la música de acción, sino mucho más del material emotivo y conmovedor que Bernstein compuso para ser interpretado por una pequeña parte de la orquesta, algo que consiguió hacer incluso en sus películas más grandes y épicas. Palabras como «vintage» y «clásico» pueden no haber sido acuñadas para ser utilizadas por primera vez con la partitura de Elmer Bernstein para “La Gran Evasión” en mente, pero perfectamente podrían haberlo sido. ¿Cómo puede alguien no amar esta partitura? Escucharla es el remedio para vencer cualquier dificultad y lanzarnos de nuevo al ruedo listos para asumir todo lo que nos echen: coloca la música de los títulos de crédito de “La gran evasión” de Elmer Bernstein en tu reproductor, y luego simplemente siéntate y disfruta.

Anterior entrega de Las grandes B.S.O.: “Waterworld” (1995), música de James Newton Howard.

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