La noche que Michael Jackson rompió todos los esquemas

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Reproducimos un artículo publicado por Adrian Vogel, en febrero de
2008, en su blog El Mundano en el que explica –desde dentro, pues
trabaja como ejecutivo en las oficinas neoyorquinas de CBS– cómo se
consiguió que MTV programara el vídeo de «Billie Jean», algo a lo que
el canal de vídeo se negaba. También cuenta la conmoción que supuso la
actuación de Jacko en el especial televisivo del aniversario de Motown.

Texto: ADRIAN VOGEL.

Escribía en ¡Esto es espectáculo! Los 50 años de los Grammy que “desde el “Billie Jean“ de Michael Jackson en el Aniversario de la Motown no había visto nada parecido” en referencia al “Proud Mary“ que se marcaban Beyonce y Tina Turner.

Siempre he oído hablar de la conmoción causada por la primera actuación de Elvis en el show de Ed Sullivan. Hay unanimidad al respecto. Os contaba en Springsteen como excusa la anécdota del Boss comparando la impresión que tuvo viendo la Sagrada Familia de Gaudí con la de Elvis actuando en el programa.

Lo mismo pasó con la interpretación de Michael Jackson del “Billie Jean“, en el especial conmemorando el 25 Aniversario de la Motown. Pero antes de proseguir, unos antecedentes.

Thriller ya era un éxito y “Billie Jean“ había sido el primer vídeo de un artista negro programado por MTV –estaba en su apogeo y todavía programaba vídeos–. Pero eso no se consiguió fácilmente. Hubo que ir a la guerra.

Epic era la compañía de Michael Jackson. Pertenecía a CBS (luego adquirida por Sony y hoy Sony/BMG) No había forma de conseguir que pasasen el vídeo. Estaban más interesados en los rockeros blancos con extensiones. Ese «rock star look» tan de Los Angeles. Y eso que Susan Blonde, la VP de Prensa y Publicidad de Epic, y el máximo responsable de MTV eran amigos.

Yo trabajaba en Black Rock, las oficinas centrales de Nueva York, y el comentario en la compañía era cuánto tardaría Walter Yetnikoff, el Presidente de CBS, en montar el pollo. Y lo más importante, si debería montarlo o no. Los que más trato tenían con él, temían el momento.

Frank Di Leo, el jefe de Susan, paseaba su enorme humanidad pasillo arriba, pasillo abajo, maquinando con la Blonde. Querían evitar el numerito que imaginaban que se avecinaba. Frank se convirtió posteriormente en el manager de Michael Jackson y en España le hemos visto actuando en Los Soprano (el mafioso gay) y en Goodfellas de Scorsese.

Estaban esperando a que terminase la reunión con alguno de los abogados más importantes de la ciudad. Algo se estaba cociendo. Y Yetnikoff estalló. A lo bestia. En una jugada maestra decidió que CBS (todas las compañías que formaban el imperio) rompiera relaciones con MTV. No más vídeos, no más exclusivas, «no more free lunches for these motherfuckers».

El que CBS, entonces la primera discográfica del mundo, tomase esa decisión sacudió a toda la industria. Todos los ojos nos miraban y estaban pendientes de la evolución de los acontecimientos. Y sucedió algo inesperado para todos, menos para el tito Walter. Las organizaciones pro derechos civiles, la NAACP, Jesse Jackson, Farrakhan y otros líderes políticos y religiosos se pusieron del lado de CBS y acusaron a MTV de trato discriminatorio. Lo cual además era verdad. Y demostrable. Los de MTV cedieron ante el revuelo que se montó y la amenaza de otras compañías en seguir los pasos de CBS. Y “Billie Jean» se convirtió en el primer vídeo de un «black act» en MTV. Abriendo puertas hasta entonces cerradas.

La expectación ante la actuación en el especial de Motown era enorme. Esa noche de 1983, 47 millones de personas se congregaron frente al televisor. Se sabía que MJ estaba preparando algo especial. Era su primera actuación como solista en TV. También su retorno a la casa que le había visto nacer artísticamente. La reconciliación con Berry Gordy, el fundador de Motown (y de Tamla)

Pongamos la situación en contexto: Una fiesta de la Motown no es un asunto baladí. En el auditorio estaban todas las estrellas de la historia de la casa, incluyendo hijos pródigos como el propio Jackson y sus hermanos, Marvin Gaye –que también era CBS– o Diana Ross (las Supremes se volvieron a reunir para este evento). Luminarias como Quincy Jones, su productor, no podían faltar. Entre los artistas de la casa estaban Stevie Wonder, Smokey Robinson, el primer fichaje de Gordy, de quien Dylan dijo en 1967 que era el mejor poeta vivo de América, los Temptations, y los compositores, músicos, arreglistas y productores supervivientes de esa máquina de producir éxitos que fue Motown. En resumidas cuentas, una audiencia exigente.

La noche que Michael Jackson se folló a América supuso el debut del «Moonwalk». Esos pasos tan especiales caminando hacia atrás y que desde esa noche se convirtieron en su imagen de marca. Nunca se habia visto nada parecido –a no ser que fueses a los ghettos, donde algunos lo ensayaban. Y el público estalló. Se oye. Se ve. Se palpa. Se siente. Gritos de hombres y mujeres como sólo gritaban y se desmayaban las mujeres en los conciertos de Marvin Gaye o Luther Vandross. El delirio. Y contagioso. Ni los asistentes ni los teleespectadores dábamos crédito.

Al día siguiente se empezaron a despachar ¡cien mil Thrillers diarios! El resto ya es historia.

Pero lo que pocos saben es la intrahistoria. En 1983 el Hip Hop estaba tomando Manhattan. A lo grande. Desde Madison Avenue, el centro neurálgico de las multinacionales de la publicidad. Y el breakdance evolucionaba rápidamente.

Jeffrey Daniel fue quien ayudó a Jackson a preparar su actuación para el Aniversario de la Motown. Y le enseñó unos pasos, que todavía no habían saltado desde el ghetto. Era el Back Slide. Y Michael decidió bautizarlo como Moonwalk –paseo lunar– que eran otros pasos.

En este vídeo de cinco minutos podéis ver la historia contada por J.Daniel, con fragmentos de la actuación y comentarios de algunos de los asistentes. Destacaría el entusiasmo de Smokey Robinson narrándolo.

Pinchando aquí llegáis a la página de haha donde está el documental (tarda en cargar un pelín).

Puedes seguir a Adrian Vogel desde El Mundano.

 

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