La Música de El Mundano: Reaparece Branson

Autor:

Una sección de ADRIAN VOGEL.


Richard Branson ha reaparecido esta semana en el mundo de la música de la mano de Virgin Media. Pero la noticia ha pasado desapercibida para los medios impresos españoles, más atentos a los lanzamientos de los nuevos teléfonos de Nokia y Apple. Y aprovecho para hacer un inciso, aunque relacionado: la presión publicitaria. Las pasadas navidades leía un articulo en el Wall Street Journal donde apuntaban una de las razones por las que la industria discográfica había perdido la batalla de las relaciones publicas. La Biblia de las finanzas estadounidenses señalaba que mientras las disqueras no invertían en publicidad en medios que generan opinión –como ellos mismos, el New York Times, Washington Post, L.A. Times, etc.– las telecos y las empresas del sector de las nuevas tecnologías sí lo hacían. Y en cantidades masivas. Por lo que se quiera o no esto acaba teniendo una influencia en el contenido editorial de los periódicos. Los cuales además están sufriendo una caída en sus ingresos publicitarios. Por tanto más vale cuidar y mimar a los anunciantes…

¿A que estaba relacionado? Y además ahora se entiende mejor por qué interesa más informar sobre los nuevos cacharros que sobre el acuerdo de Virgin Media con Universal, la discográfica líder.

Virgin Media, que cotiza en la bolsa USA (Nasdaq), tiene a Richard Branson como su accionista de referencia. Su experiencia en el negocio musical (venta por correo, tienda, discográfica, editorial y megastores) le coloca en una situación privilegiada. Comprende y conoce la problemática. Lo cual ya significa un avance. Y por otra parte Virgin Media no sólo ofrece banda ancha, servicios de telefonía y canales de TV, también desarrolla contenidos para televisión (su tele a la carta es el sistema mas avanzado del Reino Unido; posee canales de pago y están asociados al 50% con la BBC en los diez canales de UKTV). Es decir, que aparte de distribuidor es productor, y por tanto también tiene derechos que proteger.

De momento sólo operan en Gran Bretaña, donde cuentan con diez millones de clientes. Su red de cable de fibra óptica les ha posibilitado liderar en el mercado residencial. Y están en disposición de ofrecer acceso a Internet a todo el país.

Su acuerdo con Universal presenta varios aspectos que podrían resultar decisivos y marcar el rumbo. Como en su día ocurrió con iTunes. La noticia se dio a conocer un día antes que el gobierno británico anunciase sus nuevas medidas para impulsar las industrias culturales frente a “la piratería”. Lord Carter, el ministro del ramo, en un comunicado de prensa declaraba que “el papel del gobierno es crear el marco legal para los derechos y copyrights. Sin embargo el mercado florecerá a través de innovadores acuerdos comerciales entre las distintas empresas y acuerdos como este ayudaran de manera significativa en reducir la demanda por la piratería”.

¿Y en qué consiste lo pactado entre Universal y la empresa de Branson? Será un servicio de pago que por un abono mensual –la cantidad todavía no se ha fijado– te permitirá acceso ilimitado a todo el catálogo de la primera multinacional del planeta. Los mp3 serán compatibles con los distintos reproductores, tanto en las modalidades de “streaming” como de descarga. Y no incluirán dispositivos anticopia. Se calcula que estará disponible antes de Navidades –en UK– y el coste no superará al equivalente de descargar digitalmente dos álbumes al mes. Aunque no conviene descartar distintas ofertas, especialmente en el lanzamiento. Asimismo Virgin Media está ya en negociaciones con el resto de las grandes y las independientes del mercado.

El Financial Times, acertadamente definía este proyecto como el de “la zanahoria y el palo” porque a cambio del acceso ilimitado al repertorio de Universal –y las que se añadan– hay algunas contrapartidas. Especialmente una, a la que siempre se han negado las operadoras de telefonía y de acceso a Internet: el control de sus clientes. Virgin Media se compromete a “sancionar” a los clientes que abusen, restringiendo su acceso a la Red (un sistema de avisos por el que reducirán su velocidad de acceso y/o les bloquearan el acceso).

“Este es el tipo de asociación entre una compañía de música y un proveedor de acceso a Internet que va a moldear el futuro del negocio musical en el mundo”, declaraba el abogado John Kennedy, presidente de la IFPI –la asociación internacional de las discográficas– al Wall Street Journal. Por su parte, otro abogado, Gregor Pryor (del despacho Reed Smith), decía en el Financial Times: “Para que esto funcione tienen que convencer a la gente que la oferta legal es tan buena como la pirata, ofrecer un incentivo para no piratear. Todavía no están ahí”.

Y un servidor, que no es abogado, afirma que necesitamos buena música: buenas canciones. Ahí está la fuerza, en el talento creativo… Porque si no, no hay negocio. Y seguiremos viviendo del pasado y la nostalgia.

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