La mirada intensa de Coque Malla

Autor:

coque-malla-19-12-09Coque Malla
17 de diciembre de 2009
Sala Caracol, Madrid


Texto: JUANJO ORDÁS.
Foto: SONIA MOLINA.



Hacía mucho tiempo que uno no veía un concierto de rock tan intenso. Coque Malla no dejó opciones, fue un huracán de mirada homicida y a la vez confidente que agitó a la audiencia de la Sala Caracol con violencia y dramatismo. Cuando después de una generosa descarga eléctrica se quedó sobre las tablas con el piano de Mauro Mietta como única compañía para interpretar ‘El rey’, las palabras sobraron aún más que durante el resto de la velada. Su forma de interpretar el tema ‘Sueños’, de su segundo disco en solitario, fue agitadora, tremendamente estremecedora, con el sudor resbalando por su cara y las venas de sus brazos hinchadas con un dramatismo impresionante. Según cerraba los puños para agitarlos con agresividad podría haber aplastado a prácticamente todas las bandas de este país y haberlas sometido militarmente a su autenticidad, a su forma de entender el rock y a su peligrosidad. Mantenía la mirada sobre el público, se dejaba poseer por el rock en una ceremonia de total paroxismo. Puro rock and roll como pocas veces se ha visto. La banda no le andaba a la zaga, contando con el bajo de Laura Gómez Palma (Loquillo, Amaral), una mujer que ya es garantía de una ejecución perfecta.

La confianza que ha ganado en sí mismo a lo largo de toda su experiencia en la música le permite moverse con agilidad a través de un repertorio que incluye temas de sus tres trabajos solistas más algún regalo marca Ronaldos (‘Mi casa’). Evidentemente, el concierto se movió en torno a “La hora de los gigantes”, su última creación y tranquilamente el mejor disco del presente año. De este llegaron a sonar, entre otras, las iniciales ‘Hasta el final’ y ‘She’s my baby’ (una por Dylan y otra por Stones, ¿qué mejor forma de empezar?), ‘Me olvido de ti’ con el Pereza Rubén Pozo como invitado y ‘La hora de los gigantes’, esta vez con Dani Martín de los cargantes El Canto del Loco sobre las tablas. Lo de este tipo es realmente extraño. No pinta nada en mitad de una celebración rockera pero no deja de arrimarse a primeras figuras de orden eléctrico, y lo cierto es que Martín se aproxima a todos ellos con gran respeto. Es más, tuvo un muy buen detalle que merece la pena reseñarse y es que, según la banda de Coque se despedía, no reparó en atender las peticiones de  los fanáticos que suplicaban por los set lists de Malla, despegándolos del suelo y dándoselos en mano. En cualquier caso, si lo que desea es credibilidad en el mundo del rock and roll debería comenzar por grabar algo digno. Quién sabe, quizá algún día edite un disco razonablemente bueno, y ahí estaremos.

Aparte de la inconmensurable ‘El rey’, de “Sueños”, también se dejaron escuchar ‘El sombrero’ y ‘Hasta mañana’, haciendo parada en su primer disco en solitario, “Soy un astronauta más”, del que tocó ‘Paula’ y ‘Mentiras’. Asimismo, Malla dejó hueco para agradables sorpresas como un prometedor tema inédito bautizado ‘Despierto’ (con el que puso a toda la sala a cantar) y ‘El tiempo lo dirá’ de Los Rodríguez (que ya grabaron Los Ronaldos para el disco de duetos de Ariel Rot). Para «connaiseurs», en mitad de una canción el artista ejecutó con su guitarra un riff perteneciente al ‘If you can’t rock me’ de los Stones.

Qué bien pintan los futuros pasos de Malla, “La hora de los gigantes” parece haber sido el inicio de una etapa de madurez que promete continuar siendo apoteósica. Esperemos que tarde poco en volver a meterse en el estudio para continuar superándose a sí mismo una vez más. En escena ha alcanzado un punto álgido con un directo demoledor.

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