La cara oculta del rock: Jan & Dean, cuidado, que vienen curvas mortales

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«Dead man’s curve’ fue una canción casi profética. El 12 de abril de 1966, Berry perdió el control de su Corvette Stingray y se estrelló contra un camión. La leyenda dice que fue precisamente en la curva sobre la que, dos años antes, había hablado en su canción»

Muchas ciudades tienen una curva del hombre muerto, un tramo de carretera en el que más de uno se ha jugado la vida o la ha perdido. Jan & Dean le dedicaron una canción a la curva peligrosa más famosa de Los Ángeles, pero por una ironía del destino, el propio Jan Berry casi perdió la vida en una de esas curvas.

 

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

 

Chicas en la playa. Durante los años 60, muchos grupos de rock plasmaron en sus canciones su afición preferida: su devoción por jóvenes señoritas luciendo su cuerpo en bikini. El ejemplo más obvio lo encontramos en los Beach Boys, pero Jan & Dean tampoco se quedaron atrás; su lema era “dos chicas para cada chico”. Aunque solo había algo que podía eclipsar a las mujeres broceadas por los rayos del sol y esto eran cuatro buenas ruedas y un volante. Las chicas pasaban a un segundo plano y los automóviles eran los auténticos protagonistas de muchos temas.

Correr en coche era divertido, pero más divertido aún era competir, ya fuera por el amor de una bella dama o, simplemente, por defender el orgullo propio. No había nada como bajar la ventanilla, reírse de tu rival, escuchar el rugido de los motores y pisar el acelerador. El cine nos ha enseñado con varios ejemplos, como “Rebelde sin causa” (Nicholas Ray, 1955) o “American Graffiti” (George Lucas, 1973), que la afición por competir en vertiginosas carreras automovilísticas no siempre termina bien. En muchas de estas competiciones, el auténtico contrincante no es el piloto del otro vehículo, sino la siempre temible carretera. Además, otras veces, la muerte resultaba la única que salía victoriosa en estas absurdas competiciones.

Jan & Dean no dejaron de lado la moda de los duelos sobre ruedas y en 1964 lanzaron ‘Dead man’s curve’ una canción sobre dos pilotos aficionados y rivales que se veían las caras enfrentados en la curva del hombre muerto, un peligroso tramo de carretera que solía cobrarse la vida de los más imprudentes conductores. El tema estaba firmado por Jan Berry y el cerebro de los Beach Boys y experto en canciones de temática similar, Brian Wilson, y un pinchadiscos convertido en compositor y coautor de ‘Little deuce coupe’ (1963), Roger Christian. La idea de que la canción narrara una competición de automóviles fue de Christian: “Creía que alguien debía escribir una canción sobre la curva del hombre muerto. Yo dije: ‘Bueno, deberíamos convertirla en una carrera’, porque a Jan y a mí nos gustaban mucho las carreras. Todos los sábados por la noche quedábamos para ir a Sunset con Vine… y hacíamos carreras. Yo tenía un Jaguar XKE y Jan tenía un Stingray, los mismos coches que aparecen en la canción”.

¿Dónde se encuentra esta curva del hombre muerto? Existen varias curvas que reciben esta denominación en Estados Unidos, pero el peligroso tramo de carretera que inspiró la canción se ubica en Los Ángeles. Está situada en una esquina de Sunset Boulevard, cerca del complejo de Bel-Air, al norte del Estadio Drake de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA). El giro que los conductores tienen que hacer resulta muy complicado y además se encuentra cuesta abajo. Deben tener mucha precaución para que la fuerza centrífuga no mande al vehículo contra los árboles que rodean el campus de la UCLA. La víctima más famosa de esta curva fue Mel Blanc, la voz de Bugs Bunny, el Pato Lucas y centenares de personajes animados. La noche del 21 de enero de 1961, el actor colisionó con otro vehículo. Blanc quedó inconsciente, sufrió múltiples heridas en la cabeza, terminó con la pelvis y las piernas rotas y pasó un tiempo en coma. A pesar de todo, tuvo suerte y vivió para contarlo. En solo dos años, esa curva había sido escenario de 26 accidentes, tres de ellos mortales, pero tuvo que ser necesario que una celebridad casi perdiera la vida para que el Consejo de Obras Públicas de Los Ángeles modificara un poco el terreno de Sunset Boulevard.

Sin embargo, Jan Berry y Roger Christian no utilizaron esta misma curva en su tema, sino que la situaron más al este, entre Hollywood y Beverly Hills, para así poder utilizar nombres de lugares que pudiera conocer el público que no fuera de California. Según la canción, la carrera duraría unos siete kilómetros, pero si de verdad los personajes hubieran llegado hasta la curva del hombre muerto real, tendrían que haber recorrido unos catorce. Sobre el resultado de la competición, los compositores no se pusieron de acuerdo. Christian quería que la carrera terminara en un empate. Sin embargo, Berry quería ir más allá y que el tema acabara con un espeluznante accidente. Para añadirle más dramatismo, en la última estrofa se incluyeron efectos de sonido de coches derrapando.

La ironía de toda esta historia es que el propio Jan Berry acabaría sufriendo un accidente de circulación, por lo que ‘Dead man’s curve’ fue una canción casi profética. El 12 de abril de 1966, Berry perdió el control de su Corvette Stingray y se estrelló contra un camión. La leyenda dice que fue precisamente en la curva sobre la que, dos años antes, había hablado en su canción. Sin embargo, el accidente no sucedió en ese lugar, sino que el camión se encontraba aparcado al sur de Sunset Boulevard, a unos kilómetros de la famosa curva. El cantante tenía heridas tan graves que se le dio por muerto, pero fue trasladado al hospital y estuvo varias semanas en coma. Berry sufrió daños cerebrales y una parálisis parcial que le impedía utilizar el brazo derecho. Los médicos dijeron que no podría volver a andar, pero su carácter luchador les demostró lo contrario.

Mientras tanto, Dean Torrence comenzó un nuevo trabajo como diseñador, creó la empresa Kittyhawk Graphics y se encargó de realizar portadas para los Beach Boys, Harry Nilsson, las Supremes o Canned Head. Con el tiempo, la pareja se volvería reunir con pobres resultados. Su primera actuación en público desde el accidente fue en 1973, pero Berry aún no estaba recuperado y tuvieron que recurrir al “playback”. Más adelante, Jan & Dean volvieron a los escenarios acompañando a sus amigos los Beach Boys y demostrando que todavía les quedaban ganas de chicas y coches.

Anterior entrega de La cara oculta del rock: Led Zeppelin, un dirigible diabólico (y segunda parte).

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