La cara oculta del rock: Fuego, lluvia y James Taylor

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«El trágico romance de Taylor y Suzanne no fue más que una interpretación literal de una de las canciones más famosas del cantautor: ‘Fire and rain»

No hay mejor inspiración a la hora de componer que recurrir a experiencias vividas. James Taylor utilizó retazos autobiográficos para escribir ‘Fire and rain’, pero esta canción sirvió para que se creara un relato ficticio en torno al pasado amoroso de su autor.

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.

 

Ser cantante y tener pareja resulta complicado. La vida en la carretera no es fácil. Dar tumbos de aquí para allá o dormir cada noche en un lugar diferente no permite ver a la persona amada tanto como gustaría y el teléfono se convierte en el elemento más importante para afianzar la relación. James Taylor pasaba largas horas colgado del teléfono con su novia Suzanne al otro lado de la línea. Charlaban sobre sus sueños y hacían planes de futuro. Como Taylor se moría de ganas de volver a verla, sus amigos organizaron un encuentro sorpresa. Suzanne volaría hasta la siguiente parada de James Taylor, donde se reencontrarían; sin embargo, aunque era Taylor quien más se exponía a sufrir un accidente viviendo sobre el asfalto, fue el avión de su chica el que se estrelló contra el suelo. Suzanne murió. Todos sus dulces sueños se hicieron trizas y James Taylor no pudo volver a verla.

No hace falta leer una biografía sobre Taylor para conocer esta historia, ya que el cantante la relató en su tema ‘Fire and rain’. Aunque, a decir verdad, nadie encontrará este suceso en una biografía de James Taylor, debido a que esta historia nunca tuvo lugar. El trágico romance de Taylor y Suzanne no fue más que una interpretación literal de una de las canciones más famosas del cantautor: ‘Fire and rain’.

Pero que este relato sea una invención de un público con ganas de leer entre líneas no significa que la canción no sea autobiográfica. ‘Fire and rain’ fue compuesta en el año 1963, en tres ocasiones diferentes, y tres capítulos de la vida del cantautor sirvieron de inspiración, como explicó en una entrevista concedida a la revista “Rolling Stone” en 1972: “La primera estrofa trata sobre mi reacción ante la muerte de una amiga. La segunda trata sobre mi llegada a este país con mucho peso sobre mi espalda, y ahí Jesús es una expresión de mi desesperación al intentar superar aquel periodo en el que me dolía el cuerpo y estaba por llegar el momento en el que tendría que hacerlo… Y la tercera estrofa de la canción se refiere a mi recuperación en Austen Riggs, que duró unos cinco meses”.

La muerte de la que habla Taylor es la de Suzanne Schnerr, su amiga pero no su pareja; una chica adolescente que conoció en Nueva York, en la segunda mitad de los 60, durante la época en la que el músico formaba parte del grupo The Flying Machine, junto a Danny Kortchmar y Joel O’Brien. En 1968, James Taylor tuvo la fortuna de ser el primer músico en publicar un álbum en el sello Apple sin tener relación con los Beatles. Peter Asher produjo el debut homónimo del cantautor en un álbum en el que contó con la colaboración de Paul McCartney y George Harrison (mención aparte merece la historia de ‘Something in the way she moves’ de Taylor y ‘Something’ de Harrison). Mientras James Taylor se encontraba en Londres preparando este disco, Suzanne Scherr decidió poner fin a su vida. Los amigos del músico no le informaron del suicidio de la chica hasta seis meses después para que la noticia no interfiriera en el trabajo de Taylor: “Cuando Susie se suicidó decidieron no contármelo hasta después porque no querían alterarme. Así es como se me ocurrió el verso ‘Me contaron que te habías ido’”. En esta primera parte de la canción, el autor no quería que la gente cercana a Suzanne le malinterpretara por una frase en concreto: “Siempre me he sentido mal por el verso, ‘Los planes que ellos hicieron, supusieron tu fin’, porque ‘ellos’ sólo significaba ‘los dioses’, o básicamente ‘el Destino’. Nunca conocí a su gente, pero siempre me pregunté si al oír eso, sus amigos se preguntarían si hablaba de ellos”.

Cuando volvió a Nueva York, James Taylor fue hospitalizado en Manhattan como consecuencia de su aumento de consumo de droga, sobre todo, de heroína. Fue durante su estancia en el hospital cuando escribió la segunda parte de la canción en la que clama a Jesús para que le ayude a hacer frente a su peligrosa adicción y pueda abandonarla definitivamente.

Con la ayuda de Jesús, o por su propia iniciativa, James Taylor decide entrar en el centro psiquiátrico Austen Riggs en Stockbridge, Massachusetts, para plantar cara a la heroína y tratar su depresión. En los meses que el cantante pasa en este centro, le da tiempo a terminar su canción. Los dos últimos versos, “Sweet dreams and flying machines / in pieces on the ground” (Dulces sueños y máquinas voladoras / hechos pedazos en el suelo), fueron los causantes de crear el bulo del fatal accidente de avión en el que falleció la supuesta novia de Taylor. Sin embargo, en estas frases, el cantautor reflexionaba sobre las ambiciones y el fin su anterior grupo, The Flying Machine.

‘Fire and rain’ se incluyó en el segundo álbum de James Taylor, “Sweet baby James” (1970), en el que volvió a contar con Peter Asher como productor, pero no con Apple como sello discográfico, sino con Warner. A pesar de que la canción fuera compuesta por un joven que a sus veinte años ya estaba atrapado por una depresión, en 2008, el cantautor se defendió para intentar quitarse esa imagen que el público se había hecho de él en una entrevista concedida al diario “The Guardian”: “’Fire and rain’ fue lo primero que se me ocurrió y funcionó bien durante mucho tiempo. La gente suele tener ideas equivocadas sobre quién soy. Me ven como alguien dominado por la angustia y el sufrimiento. Nadie quiere vivir así. No soy tan depresivo como se cree”. No importa lo que James Taylor dijera, si se aprende algo de esta historia de ‘Fire and rain’ es que al final la gente acabará creyendo lo que le venga en gana.

Anterior entrega de La cara oculta del rock: Gene Simmons, el demonio que ríe.

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