«Como en inglés no me veo cantando, me gustaría hacer un dueto con Julio Iglesias. Me gustaría mucho, y con alguna canción de Manuel Alejandro.»
Cuando hace unos meses se publicó su segundo disco, «Fiesta», se nos pasó entrevistar a La Bien Querida, pero Chema Domínguez nos la trae pues ese álbum no debe pasar desapercibido.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
Foto: PABLO ZAMORA.
La Bien Querida es parada obligatoria antes de que acabe el año. Después de sorprender con «Romancero» (2009), «Fiesta» su segundo trabajo, lanzado hace unos meses, puede ser un oasis en el desierto de estas fechas tan blancas y tan horrorosamente sonorizadas como son las Navidades. Ana Fernández-Villaverde, La Bien Querida, esconde una de las mejores piedras filosofales para trocar las vivencias de cualquier material en oro. Podría cansarme y cansarles citando teorías acerca de ella, pero lo mejor es escucharla sin más, y verán como este ha sido uno de los mejores años de creatividad, imaginación y buenas canciones desde que comenzó este nuevo milenio.
Tras un año plagado de presentaciones, ¿cómo ha ido la «Fiesta»?
Muy bien. Satisfechos. Ha tenido una buena acogida y hemos tocado, que es de lo que se trata también.
En «Fiesta» mantienes esa personal mezcla de influencias musicales y estéticas: pop, folclore, electrónica, canción de autor. ¿Por qué estos colores musicales? ¿Los irás ampliando?
Yo hago las canciones y David se encarga de la producción. Tratamos siempre de que las canciones se diferencien unas de otras para evitar la monotonía y así van saliendo. La verdad es que tampoco es algo súperprogramado. ¿Que si iré ampliando las influencias? probablemente sí, o no. No sé como será el tercer disco a veces se me ocurre que quiero que suene de una forma concreta y a veces de otra, voy improvisando en la vida.
¿Con cual te identificas más?
Con la canción pop y popular que es lo que más fácil me resulta. El Pop-rock de The Fall también me gusta mucho y me identifico mucho con Marc Smith, aunque supongo que no lo parece por eso digo pop y todos contentos.
David Rodríguez (La Estrella de David) forma parte de la fundamental labor de producción, ¿qué parte de responsabilidad tiene en el sonido de La Bien Querida?
David es muy importante. Fundamental. Yo sé lo que me gusta y lo que no, pero solo sé tocar la guitarra y hago las canciones. David es el productor, viste las canciones, dirige a los músicos y se encarga de que el disco suene así de bien.
Tus textos no pasan desapercibidos: las contradicciones amorosas, profundas e irónicas destacan en ‘Piensa como yo’ o ‘Sentido común’. ¿Cuál es tu proceso compositivo?
Hablo de la vida misma. De las cosas que nos pasan a todos. Nos enamoramos, odiamos, de la rabia, el cariño, el recuerdo, el rencor, la alegría, la pena… no sé, lo que siente todo el mundo. Trato de hacer canciones con esas sensaciones que todos sentimos en algún momento. Según como me siento anímicamente el día que hago la canción, desemboca por uno u otro lado.
En ‘Queridos Tamarindos’ alcanzas tu punto más mordaz: «Suplícame, que me está gustando».
A todos nos gusta que nos quieran y nos insistan, al menos a mí sí que me gusta.
En ‘Cuando el amor se olvida’ dices: «Piensa en lo feliz que al mentir te hizo». ¿Para querer bien es necesario aliarse con algún tipo de mentira?
No sé, no tengo ninguna solución para alcanzar la felicidad. Ya me gustaría. Esta canción va del recuerdo de una persona que no fue sincera y tú lo descubres con el tiempo… Mientras duró, el amor que tú sentías hacia el, a ti te hizo feliz.
En el mismo tema citas la famosa rima de Bécquer: «Los suspiros son aire y van al aire», usada también en varias coplas ¿es este, la copla, un género que te atraiga?¿Qué hay de copla en La Bien Querida?
El lenguaje de la copla es coloquial y directo y eso me gusta. También me gustan las canciones crípticas.
Todo lo que me gusta me influye y me gustan muchas cosas así que influencias todas y más.
Luego, tienes una visión esperanzadora, optimista, que destaca bastante: «He visto salir el sol de sitios imposibles, así que ya no me pongo triste» (‘Lunes de Pascua’); o «A pesar de los fracasos lo intentaré» (‘La muralla china’).
Porque la vida es así, una montaña rusa. A veces estás bien, contenta y optimista y otras te tirarías por la ventana. Depende de los biorritmos de cada uno, estos cambios de humor son más o menos marcados. Quise poner ‘Lunes de Pascua’ al final para aliviar la carga emocional de todo el disco y decirme a mí misma «No te lo tomes tan en serio que no hay tormenta que dure toda una noche».
¿Cuáles son tus influencias más destacadas?
Los Cure, Franco Battiato, La Estrella de David, Los Planetas, The Fall, Manuel Alejandro…
Has colaborado con Los Planetas, Joe Crepúsculo, Guille Milkaway te ha remezclado… ¿Con qué artista te gustaría colaborar ahora?
Como en inglés no me veo cantando, me gustaría hacer un dueto con Julio Iglesias. Me gustaría mucho, y con alguna canción de Manuel Alejandro.
¿Cómo definirías la tarea de ser músico y cantante hoy en día en nuestro país?
Un trabajo de pico y pala como todos los trabajos hoy en día en este país. Hay que currarselo mucho. Aún así, me siento afortunada de poder contarlo.
¿Merece la pena etiquetar?
Los que etiquetan son los periodistas, y no soy periodista.
Si no me he informado mal, la pintura está entre tus actividades. ¿Hay correspondencia entre tus dos vertientes creativas?¿Sigues la obra de otros músicos con proyección pictórica como Diego Vasallo, Aute o en su momento a Carlos Berlanga, por citar algunos ejemplos?
No sigo la obra pictórica de otros músicos. Me han hablado mucho y bien de la obra de Aute. No encuentro dónde está el límite entre una disciplina y otra. Llevo las dos actividades muy unidas en mi vida y supongo que habrá algún tipo de correspondencia porque están ejecutadas por la misma persona.
