Ho hoho, de Los Deltonos

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DISCOS

«Los veintidós temas de este disco muestran un grupo tremendamente engrasado»

 

Los Deltonos
Ho hoho
FOLC RECORDS / GUITAR TOWN, 2022

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

Resulta curioso, si más no, la historia de este directo de Los Deltonos, primero oficial de su longeva carrera. Me explico. En julio de 2021, se anunciaba por parte de Henrik Röver, indiscutible sumo sacerdote del deltonismo, un cambio de formación en la banda, dejándola en formato de trío con la compañía a su imprescindible presencia –si no, no habría Deltonos evidentemente– de Javi Arias, su batería más reciente, y la reincorporación al proyecto de Sergio “Tutu” Rodríguez, miembro del grupo entre 1995 y 1999. Mucho antes de eso, los fans y los que estamos cerca de Hendrik llevábamos años pidiéndole un disco de directo de Los Deltonos. Y me consta que alguna grabación hubo por ahí, pero su edición oficial en formato físico no acabó de concretarse.

Pues la Navidad de 2021, en su habitual concierto del 25 de diciembre, y con apenas cinco meses de nueva formación, ¡graban ese directo y ahora lo editan! Esto, que en cualquier otra banda podría ser calificado de error de cálculo, en Los Deltonos se convierte en un acierto. Cualquier otra banda hubiera esperado estar muy, muy rodada en escenario, con mucho tiempo de preparación. Los Deltonos no. Y el resultado les da la razón. A Los Deltonos y a HendrikRöver, que para el caso, y como hemos apuntado, no deja de ser lo mismo.

Grabado en el Escenario Santander, por lo tanto, los veintidós temas de este disco muestran un grupo tremendamente engrasado. Algo sorprendente, visto lo contado. Suenan crudos y hasta desgastados, cogiendo la acepción positiva de este adjetivo en el mundo del rock. Curtidos, que se dice. Además, se permiten la coña de iniciar el concierto con una versión en castellano del “Them changes” de Buddy Miles, en un evidente guiño a sus cambios recientes, y donde nos encontramos con una de las pocas concesiones que hace el disco en cuanto a formación: la inclusión de los vientos de Miguel Herrero (trompeta) y Dani Herrero (saxo) en nueve canciones. La otra es la presencia de la guitarra de Marcos Quevedo en “Milagritos” y “Brindemos”. Lo mejor de todo es que han optado por la honradez en el resultado. Sin overdubs posteriores, dejando los fallos que todo directo tiene, manteniendo el rec pulsado de principio a fin. Sin las típicas estrategias de estos lanzamientos de cambiar un tema que no salió del todo bien, por otro de cualquier concierto anterior. Lo que se oye es lo que pasó esa noche en el escenario, y eso también nos cautiva. Como que homenajeen a ZZ Top con el “I’m bad, I’m nation wide”, tema originalmente publicado por los tejanos en Degüello (1979). O comprobar lo bien que suena “Soy un hombre enfermo”, como nunca la habíamos oído, con arreglos de metales. Ha merecido la pena esperar treinta y cinco años. Pero si no tenemos que esperar treinta y cinco más para repetir casi que mejor…

Anterior crítica de discos: Everything was beautiful, de Spiritualized.

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