Historias de Festivales: Ponderosa, el hogar de los héroes anónimos del rock

Autor:

Allen Toussaint.

«El festival estaría dedicado a los músicos anónimos del rock and roll, músicos que pusieron su instrumento en grabaciones legendarias, artistas que grabaron un éxito medio siglo atrás o cantantes cuyo estilo influyó a la generación siguiente»

 

Desde 2002 una organización sin ánimo de lucro celebra en Nueva Orleans el Ponderosa Stomp Festival, un peculiar evento dedicado a los músicos olvidados de la historia del rock, el blues, el folk o el soul. El pequeño festival presenta a músicos que dejaron su impronta en la cultura estadounidense y a los que el tiempo ha alejado de los escenarios. El Ponderosa Stomp Festival se celebra a finales de septiembre y por su cartel han pasado artistas como Otis Clay, Wanda Jackson, The Relatives, The Bo-Keys, Syl Johnson o Ronnie Spector.

 

 

Una sección de ALFONSO CARDENAL.

 

 

Estados Unidos está repleto de músicos anónimos que envejecen en el olvido. Hombres y mujeres cuyos nombres nunca sonarán al público a pesar de haber compuesto algunas de las canciones más importantes de la historia de la música. Artistas a la sombra cuyo tiempo pasó, cantantes que llegaron a lo alto de las listas de éxitos de hace cincuenta años y que dejaron paso a otras generaciones. Estados Unidos también está lleno de gente, que siguiendo el inmenso legado de Alan Lomax, se dedica a salvaguardar ese legado musical.

Cada mañana Ira Padnos, un anestesista de cara redonda y sonrisa perenne, llega a su consulta en la Louisiana State University y pone un vinilo en el tocadiscos. Sus compañeros ya se han acostumbrado a que el Doctor Ike, como se le conoce, ponga música en el departamento de la universidad. Lleva años haciéndolo cada día, pinchando vinilos de tipos que nadie conoce pero que son de los autores de canciones como ‘Suzie Q’ o guitarristas casi anónimos que durante años participaron en los mejores discos de Elvis, su inmensa colección permite estos lujos.

Padnos no es un coleccionista al uso, es uno de esos estadounidenses que ha conseguido llevar su pasión varios pasos más hacia delante. Ira Padnos llegó a Nueva Orleans a mediados de los años ochenta para estudiar, y tras realizar las prácticas de medicina en otra ciudad regresó para quedarse. Después del huracán Katrina realizó un viaje desde Alaska hasta el sur buscando un nuevo hogar y llegó a la conclusión de que no encontraría una ciudad mejor en la que vivir que Nueva Orleans. Para un loco de la música no hay mejor sitio en el mundo, ninguna ciudad en la que paseando por la calle te puedas topar con músicos que de un modo u otro determinaron el destino del rock, el soul o el funk. Ira Padnos tiene un festival para ellos, un evento que presenta a músicos anónimos cuyo impacto en la cultura estadounidense ha sido determinante pero que el mundo ha terminado olvidando.

 

LA BODA QUE SE CONVIRTIÓ EN FESTIVAL        

La idea de crear un festival no surgió de la nada. Cada año Padnos solía celebrar conciertos en su jardín tanto por Mardi Gras como por su cumpleaños. Poco a poco, la cosa fue creciendo. Cuando el Doctor Ike decidió pasar por el altar tuvo claro que no lo haría de un modo normal, tampoco sabía entonces que aquella boda derivaría en uno de los festivales más auténticos de todos los Estados Unidos. “Me senté a mirar mi colección de discos y a localizar a todos los músicos que pude, a esos músicos que siempre había querido ver, para que tocasen en mi boda”, explica Padnos en una entrevista. La boda acabó convirtiéndose en un maratón de música de cinco de la tarde a cinco de la mañana. Aquella noche surgió la idea de volver a subir al escenario a muchos de esos artistas que en la mayoría de los casos vivía vidas alejadas de la música.

Padnos comenzó organizando conciertos mensuales en el Cicle Bar de Nueva Orleans pero aquello le quitaba demasiado tiempo del trabajo. “Pensé que si iba a hacerlo lo mejor sería hacerlo a lo grande. Llamaría a todos los músicos que siempre había querido ver para que tocasen en nuestro festival”, explica el anestesista. Aquella primera edición duró desde las dos de la tarde hasta las seis de la mañana. “Creo que fui el único que vio todas las actuaciones”, recuerda Doctor Ike.

El festival de Padnos estaría dedicado a los músicos anónimos del rock and roll, músicos que pusieron su instrumento en grabaciones legendarias, artistas que grabaron un éxito medio siglo atrás o cantantes cuyo estilo influyó a la generación siguiente. Todos tenían que ser artistas que, a los ojos de Padnos, no hubieran tenido el reconocimiento que se merecían. “Mi idea no solamente era enseñar a la gente que estos artistas seguían vivos, quería demostrarles que seguían siendo músicos capaces de liarla cualquier noche si se les daba una oportunidad. El problema era que nadie les llamaba y esa fue la idea del Ponderosa Stomp Festival”.

En la primera edición del festival actuaron artistas como Jody Williams, que fue el líder de la banda de Bo Diddley y Howlin Wolf, o Howard Tate, un músico de soul que daba su primer concierto en treinta años. Encontrar a esos músicos no fue una tarea sencilla, convencerlos de que fuesen a Nueva Orleans a tocar en el recién nacido festival de Padnos tampoco lo fue. “Me tocó conducir mucho y hablar mucho, hacer tareas de detective para localizar a la gente. Ahora con Internet es un poco más sencillo”, explica el doctor. Según el festival fue creciendo, las cosas se fueron haciendo un poco menos complicadas. “Se ha corrido la voz y la gente se lo dicen unos a otros. Eso ayuda. Además ha habido buena prensa en muchos sitios”.

 

 

LA INMENSA PASIÓN DEL DOCTOR IKE

La aventura del Doctor Ike [en la foto] corre de su cuenta, de sus ahorros. “El primer año no sabía cuánta gente iba a venir, cuántas personas conocían esta música”. El festival, gracias al empeño de sus organizadores, ha ido creciendo con paso firme pero sin grandes pretensiones. Desde hace unos años cuentan con su propio escenario en el South by Southwest de Austin y la tarea de Padnos empieza a tener repercusión. Muchos de los artistas que pasan por el Ponderosa Stomp retoman sus carreras o tienen la posibilidad de dejar de hacer versiones en pequeños locales para presentar sus propias canciones. “Hacemos esto simplemente porque nos encanta hacerlo”, declara el anestesista de Chicago. “Es importante lo que hacemos, tenemos que educar a la gente porque estos tipos no van a seguir por aquí mucho más. Hay que enseñar a la gente que siguen teniendo talento, cosas que decir”, añade Padnos en una entrevista para el Southern Oral History Program Collection.

Este año el festival vuelve a Nueva Orleans en el primer fin de semana de octubre. Regresa con un cartel en el que predominan las chicas, artistas como la maravillosa Baby Washington, que editó su primer disco en 1959 y que es la cantante favorita de Dusty Springfield. También actuará Chris Clark, la rubia blanca de Motown que cantaba ‘Loves gone bad’, o Maxime Brown, la chica de oro del soul de la costa este durante los primeros años de los sesenta. Por Ponderosa Stomp pasará también TY Wagner, un tipo que grabó un par de canciones en los años sesenta que tuvieron escasa repercusión comercial pero cuya forma de cantar influiría posteriormente en la generación garajera. Esos son solamente algunos nombres de la fiesta de Ponderosa Stomp, del regalo musical que cada año hace a Nueva Orleans el Doctor Ike, un anestesista melómano que quiera hacer justicia con los músicos que venera.

En esta lista de Spotify, puedes escuchar a los artistas participantes en la edición de 2013 del festival.

 

 

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