Hendrik Röver: Buscando en las raíces estadounidenses

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«No tengo mas que un carro, el mío, que se mueve más bien lentamente y no es muy dado a volantazos. Dentro de seis meses, cuando a los indies les dejen de parecer cool las mandolinas y el steel, yo seguiré ahí, disfrutando con mis sonidos favoritos»

El vocalista y guitarrista de Los Deltonos continúa labrando su carrera en solitario en paralelo a la de su banda. “No temáis por mí” es su nueva apuesta en la que trabaja la música de raíces americanas. Juanjo Ordás entrevista a Hendrik Röver.


Texto: JUANJO ORDÁS.


En “Esqueletos”, tu anterior disco, ya comenzaste a tocar estos sonidos ¿De donde viene tu interés por la música americana?
Uno de los primeros discos que recuerdo comprarme tras mucho manosear fue uno de Albert Collins y acto seguido cayó el recopilatorio doble “Country music people” del extinto sello Guimbarda. O sea, que llevo con el espectro completo desde el principio. Lo que es innegable es que para cada cosa hay un momento y en mi caso parece ser que he tenido que esperar a asentarme de verdad para que esas influencias se hicieran evidentes. De todas formas, si por mí hubiese sido, “Bien, Mejor”, de Los Deltonos, ya hubiese sido un disco mucho mas country. Cuando aquello, flipaba con Ricky Skaggs.

Ahora y más que nunca, ese sonido está en boga. Quizá alguno podría pensar que te estás subiendo al carro de la moda.
Pues el que piense eso es que me conoce poco. Yo no tengo mas que un carro, que es el mío, que se mueve mas bien lentamente y no es muy dado a volantazos. Dentro de seis meses, cuando a los indies les dejen de parecer cool las mandolinas y el steel, yo seguiré ahí, disfrutando con mis sonidos favoritos.

Las canciones parecen versar sobre distintos personajes, ¿cuánto hay de ti en ellas? ¿Te ves como un narrador o en el fondo estás hablando de ti?
Nunca he sido muy autobiográfico pero en éste disco aún menos. He intentado crear un personaje distinto para cada canción, para que cada una sea una historia. Este disco está lleno de moribundos y sufridores, todo lo contrario de mi situación personal.

Como escritor de canciones, ¿crees que siempre es necesario poner un poco de cada uno en los temas o que la vida ajena da lo suficiente de si?
La vida ajena da de sobra. Los “Cold, hard facts of life” que decía Porter Wagoner. ¡Cielos!, un simple periódico da para medio disco. Lo que queda de cada uno es la forma personal de contarlo.

La primera edición va acompañada de un CD extra que contiene seis temas grabados en clave de bluegrass. Sin duda es un apéndice lógico, ¿era un divertimento que te apetecía?
Como te he dicho antes, los Kentucky Colonels, los Dillards y demás llevan conmigo desde siempre; “The Mountain”, de Earle, me demostró que se puede compaginar sin problemas el rock y el bluegrass pero seguramente el empujón definitivo para intentarlo fue la energía que desprenden los maravillosos discos de Jim Lauderdale. Ahí ya fue pura envidia, ¡yo también quiero! De todas formas tengo una larga lista de “cosas por hacer”. Un objetivo a largo plazo es un disco de duetos a lo Wagoner/Parton o Jones/Wynette pero sé que me va a costar porque necesito encontrar una chica que cante en castellano y que entienda el country.

Es un detalle bonito que se premie a los primeros compradores.
Sí, porque en los tiempos que corren pueden ser los únicos [risas]. No tenía mucho sentido hacer un disco de 18 canciones. Preferí separarlo en dos y dedicar uno de ellos al bluegrass. Desde aquí tengo que agradecer una vez mas la paciencia y entusiasmo de los muchachos de la West Bluegrass Band de Bilbao, que tras la inicial sorpresa de cantar bluegrass en castellano se lo tomaron como si fuese su propio proyecto. Lo ensayamos y lo grabamos en directo, como gran parte de los discos que más nos gustan. A veces pienso que si se volviera a estandarizar el directo como forma de grabar y si no queda bien no se edita, el panorama se despejaría bastante.

¿En qué medida crees que estos sonidos estadounidenses se adaptan al imaginario español?
Yo creo que la música es la música y si tiene armónicos bonitos, te gusta y punto. La diferencia está en las letras. Yo pongo mucho cuidado en no localizar geográficamente mis canciones, y si quieres buscarle las vueltas, en toda España hay minas, aquí la Vega de Pas está llena de cabañas… La canción la definen las vivencias de los personajes. Un símil que ya he utilizado alguna vez, porque es una canción que todo el mundo conoce: ‘Pancho and Lefty’, de Townes Van Zandt: si a Pancho se lo carga la guardia civil en Despeñaperros y Lefty se va a Burgos, donde hace un frío que pela, la canción tiene exactamente el mismo significado. Esa independencia geográfica es mi meta.

En ‘Adiós’ y en ‘En resumen’ funciona bien pero en ‘Mi mansión’ creo que llegas a sonar muy forzado, buscando un tono grave a lo Cash que no es el tuyo.
Pues mi sensación personal es que desde que descubrí que me gusta cantar, hace unos tres años [risas*, estoy cada vez más cómodo en los registros graves. En cualquier caso, no recuerdo que me costara cantarla y es fija del directo.

La producción es bastante sencilla, por momentos tan espontánea que uno diría que estamos ante primeras tomas.
Y eso que al final me quedó mucho mas denso de lo que me había propuesto al principio. Yo tenía una idea mas en la dirección de “Esqueletos”, pero lo bueno y malo de tener un estudio es que le das vueltas a las cosas, a veces demasiadas. Me pasó un poco con ‘Resumen’ y sobre todo con ‘Hermano’, con la que quería hacer una especie de homenaje a Billy Sherril pero ‘Adiós’, ‘Tornados’ o ‘Mansión’ son primeras tomas.

Echo de menos que el sonido brille un poco más. ¿Has buscado cierta sonoridad opaca adrede?
A mí no me gustan mucho los discos muy brillantes porque creo que un sonido un poco más redondo es mas agradecido a la larga y cansa menos al oído. Reminiscencias del vinilo, quizás. De todas formas, a la temática de las canciones le viene que ni pintado…

Por cierto, ¿qué es de Hank, tu proyecto paralelo?
Hank se retiró en el momento en que Los Deltonos reaparecimos en el 2000. Cuando tenga un rato en que me aburra muy mucho, pondré en orden las demos de «Hank vol. 3» y pensaré que hacer con ellas. Calculo que sería un CD de unas quince o dieciocho canciones.

¿En que momento se encuentran Los Deltonos ahora?
Como yo ya tengo mi gira de presentación encarrilada, estoy empezando a pensar en el siguiente proyecto de Los Deltonos. Voy alternando, o sea, que ahora les toca a ellos. Mi gira en general va a ser como cantautor solitario porque las canciones nacieron así y disfruto mucho del formato. Sólo de aquí a final de año tendré cerca de 8.000 km para pensar en Los Deltonos, y lo que se me ocurra lo desarrollaremos después. Si el éxito de un disco se mide por el número de canciones que se quedan a vivir en el playlist del público, “Buenos tiempos” ha funcionado muy bien, con tres o cuatro canciones que ya nos pedirán para siempre. Tenemos un reto importante, pero sabemos lo que hay que hacer: dejarse llevar. Lo que tenga que salir saldrá.


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