LIBROS
«Un texto perturbador, incómodo y redondo, con alta carga psicológica en unos personajes que salen de lo común»
Estela Sanchis
Hasta aquí todo va bien
CANDAYA, 2025
Texto: MANOLO TARANCÓN.
Estela Sanchis conjuga los límites artísticos no convencionales con los propios de la vida misma y su día a día. A través de la exploración del arte, desnuda a una sociedad que permite la invasión del espacio con impunidad, la moralina condescendiente hacia quienes desean la alienación viviendo al margen de lo normativo y expone el pudor por esconder placer por lo prohibido. Precisamente porque la vida no es más que falta de respuestas, complejidad del comportamiento humano, negación del respeto hacia la libertad del otro, invasión de la intimidad y necesidad innata de calificarlo todo desde lo patriarcal.
Fantásticamente construida en lo formal, su primera novela contiene altas dosis de tensión, cambios en el espacio-tiempo con diálogos indirectos intercalados en un mismo párrafo y descripciones tan certeras que consiguen palpar la trama, tanto como sentir las localizaciones que se exponen, con una narración en primera persona de una abrumadora calidad explicativa. La introvertida protagonista vive una temporada en Hungría en busca de una nueva experiencia y la ruptura de su bloqueo creativo, en la que tendrá que compartir con una desconocida un nuevo proyecto artístico común. A partir de esta premisa, se pondrán en jaque todos los conceptos citados a través de todas las fases vitales, superponiendo capas que van y vuelven en forma de flashbacks con gran acierto y sin perder la perspectiva. Reivindica la libertad de acción en una sociedad viciada por lo supuestamente correcto, el concepto de arte y la venganza que convierte en fuerte a quien parece anulado, el morbo y la necesidad voyeur que tanto se esconde porque se considera un tabú.
Debate sobre la vida diaria y tediosa cuando en la mente bulle lo socialmente entendido como irracional, preguntándonos por qué debe serlo y quién marca las líneas y límites y si debemos sentir culpa al sentir odio hacia otros.
Como resultado un texto perturbador, incómodo y redondo, con alta carga psicológica en unos personajes que salen de lo común tal y como, erróneamente, se entiende el bien y el mal, donde toma peso lo que escondemos más que lo que mostramos en este debut tan prometedor.
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Anterior crítica de libros: Miedo, de David Muñoz, Antonio Trashorras y Javier Rodríguez.