“Girls are messin up my mind. Vol. 2”

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DISCOS

“Es un disco de género, los artistas son lo de menos, pero qué preciosidad de artistas en los tres minutos que les dura la presencia”

 

girls-are-messin-up-my-mind-13-09-17

Varios artistas
“Girls are messin up my mind. Vol 2”
ROCK CD RECORDS

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Hace año y medio nos sorprendía hasta llevarnos a una extrema dicha el proyecto de una asociación de Barcelona, “Doo Wop 50’s Music”, que se había arriesgado –bendito capricho personal– a enredar a gargantas femeninas afines en cierto modo al espíritu de la asociación para que gastaran sus cuerdas vocales en realizar versiones de grupos de chicas de los años cincuenta y principios de los sesenta. Esas canciones que en un par de docenas se han convertido en clásicos, pero que en su gran mayoría permanecen ocultas.  Y el disco tomaba decena y media de maravillas de estas poco obvias. Pues bien, contamos ahora con un segundo volumen en el que vuelven las maravillas, ¿por qué esta calificación? Escuchen la que abre, ese ‘Let’s get together’ del 63, de Barbara and Brenda, defendida por Esther Alaiz y verán que más de cincuenta años después sigue poseyendo energía, juventud y sentimiento. Si a ello le añades voces que adornan la canción sin excederse y que a hacen suya, íntima, el conjunto no puede ser más excitante.

Eddie Peregrín, uno de los responsables de la asociación, vuelve a tomar la banda de acompañamiento de su grupo, Velvet Candles, diversos invitados, y sobre todo las voces. Dúctiles, las palabras mastican el sentimiento, saben cambiar de impulso en un segundo, se enredan en lo que evocan. Transmiten más que templan. Es un disco de género, los artistas son lo de menos, pero qué preciosidad de artistas en los tres minutos que les dura la presencia.

Ahí está la calidez de The Jeanettes al evocar un tema menor de The Shirelles, la dulzura de las barcelonesas The Sparkles al tomar el ‘Dream world’ de Donna Loren o la espuma ligera –y un saxo que la eleva–con que Mamen Salvador ha preparado el ‘My one and only’ de The Girlfriends. Y son sólo las cuatro primeras. Hay hasta catorce más que les acariciaran.

Destaquemos, aunque habría que hacerlo con todas. Las también barcelonesas Las Annettes atrapan un himno futbolero de Shelley Fabares y lo convierten en bubblegum y la alemana Dennise Prove pone algo de italiano en su versión de Susan Lynn. No olvidemos que de esta cantera han bebido muchos, los Beatles iniciaron, y tanto la recreación de Anna Gascón como la de The Donnelles –sevillanas frente al predominio condal– que hacen una preciosidad escondida de Martha and the Vandellas, parecen expresamente escogidas para los primeros elepés del cuarteto. Todo, insisto. Para destacar una más la orfebrería y el gusto que le ponen las japonesas Oh! Sharels al hacer otra olvidada, en este caso de The Chiffons.

Puede parecer banal el disco. Cantantes desconocidas, canciones aún más, estilo carrinclón –aunque no sé cómo logran hacerlo actual–, amateurismo… Pero les aseguro que no es así, que sobre todos estos condicionantes hay uno que debe pesar más: si despiertan sensaciones o no lo hacen. Y en esto, las catorce joyas que componen la colección van bien sobradas.

Anterior crítica de discos: “End of the summer”, de The Wellingtons.

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