Gary Brooker, con su blanca palidez

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«“A whiter shade of pale” fue elegido el mejor single del pop británico entre 1952 y 1977, compartiendo podio con “Bohemian rhapsody”, de Queen»

 

Su banda, Procol Harum, se ganó el aplauso internacional con el sencillo “A whiter shade of pale”, en 1967. Desde entonces, Gary Brooker pasó a engrosar las filas de los compositores más eclécticos del mundo, gracias a su valentía por el clasicismo, con mirada vanguardista. Su reciente fallecimiento invoca al recuerdo de un músico que huyó de los focos, pero dejó tras de sí canciones brillantes. Luis Lapuente le recuerda con este simbólico artículo.

 

Texto: LUIS LAPUENTE.

 

El 8 de junio de 1967, los británicos Procol Harum debutaron en la compañía Deram con “A whiter shade of pale” (aquí, “Con su blanca palidez”), una melodía sinuosa inspirada en distintas obras de J.S. Bach, más directamente en una cantata religiosa del año 1729, y en el arreglo “Aria para cuerda en clave de sol”, de 1723. Psicodelia catedralicia con aires de música progresiva, compuesta por el líder del grupo, Gary Brooker, que adornaba las extrañas imágenes surreales del texto de Keith Reid: «Pero yo erraba a través de mi juego de cartas y no estaba dispuesto a que se convirtiera en una de las dieciséis vírgenes vestales que se iban hacia la costa».

El éxito fue instantáneo y duradero: Top 1 en las listas de singles durante seis semanas, más de diez millones de copias vendidas en todo el mundo y decenas de versiones firmadas por artistas tan distintos como Percy Sledge, King Curtis, Joe Cocker, Annie Lenox o nuestros Pop Tops. Diez años después, coincidiendo con las bodas de plata de la Reina Isabel II, “A whiter shade of pale” fue elegido el mejor single del pop británico entre 1952 y 1977, compartiendo podio con “Bohemian rhapsody”, de Queen. Fue, sin duda, una de las cumbres del pop barroco, que inspiró también piezas canónicas de Serge Gainsbourg (“Je t’aime, moi non plus”) o de los Pop Tops, que la grabaron después de que el productor Alain Milhaud la escuchara en la radio de un taxi londinense y les encargase lanzar una versión en español, que consagró al grupo y lo preparó para el bombazo comercial de “Oh Lord, why Lord”, también basado en una pieza clásica, el famoso Canon de Pachelbel.

Seguramente a Gary Brooker, que acaba de morir a causa de un cáncer, no le hizo demasiada gracia el comentario deslizado por Nik Cohn en las páginas de su libro, Awopbopaloobop Alopbamboom: «En cuanto a Procol Harum, hicieron un disco muy bueno, con la canción “A whiter shade of pale”, y se dedicaron a resucitarlo sistemáticamente con diferentes nombres y disfraces hasta que todo el mundo acabó de él hasta la coronilla».

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