Fin de curso con Led Zeppelin, Ana Belén y Thoreau

Autor:

EL RITMO DE LA SEMANA

Thoreau: «No basta con estar ocupado, también lo están las hormigas. La cuestión más bien es: ¿en qué estamos ocupados?»

 

En su columna de los lunes, Sara Morales aborda esta vez la clausura del curso escolar de la mano de unas cuantas canciones y discos, más una película, que acompañan a la nueva realidad de las familias en esta época del año.

 

Una sección de SARA MORALES.

 

Se acaba el curso. Y hablo del escolar, claro. Aunque no somos pocos los que, inconscientemente, asociamos los años a los cursos, celebrando su final cada vez que asoma el verano en lugar de en diciembre, e inaugurando su inicio en septiembre y no en enero. Creo que la culpa la tienen las agendas, sobre todo para los que aún tiramos de puño y letra para no olvidar nada. También los colegios, institutos y universidades, que se nos para media vida cuando se paran ellos.

Pequeños y jóvenes invaden las horas y el espacio. Maravillosa —aunque caótica— intrusión esta; por fin más tiempo de calidad con ellos. Cambio de rutinas, de horarios, campamentos, colonias urbanas, ir, venir, estar… Ya no acercarnos a entender, más que nunca en todo el año (o curso), esa bonita palabra y mejor idea llamada conciliación, sino directamente palparla y darnos de bruces contra ella con la mejor de nuestras sonrisas y disposición. Ellos lo merecen, nosotros también.

Hay una frase popular muy extendida que dice: «Solo hay una cosa más valiosa que nuestro tiempo, y es con quién lo pasamos». Y otra de Thoreau que me encanta: «No basta con estar ocupado, también lo están las hormigas. La cuestión más bien es: ¿en qué estamos ocupados?». Y una supercanción de Led Zeppelin, “Stairway to heaven”, que, sin abordar este asunto de manera explícita, recoge una reflexión sobre la búsqueda de la felicidad en un contexto familiar y profesional. Y otra de Las Odio, perteneciente a su álbum Futuras esposas, en la que afirman incisivas a golpe de punk: «Vuelves del trabajo, estás superada / El metro se ha roto, llegas tarde a casa /Ahora la familia es quien te reclama, preparas la cena, haces la colada/ Cuando has terminado te vas a la cama, enciendes la tele, pero no ves nada / Han puesto un anuncio que te apelaba: ¡toma vitaminas! ¡aguanta la jornada!». Y en ello estamos; pero no solo en verano, a decir verdad. Así que adelante. Seguimos.

En esta semana en la que cierran las aulas y mejora la circulación (la del tráfico, no la sanguínea), nos vamos a encontrar con un nuevo disco de Ana Belén, Vengo con los ojos nuevos, tras siete años sin nada suyo y cuyo relato viene a hablarnos de eso, de cómo encarar proyectos, retos y momentos con el entusiasmo y el ánimo de siempre. Que no decaiga. También con un nuevo epé de Unknown Mortal Orchestra llamado Curse, sobre el que el líder de la banda de rock psicodélico adelanta: «Podemos bailar con la mente perdida y aullar con valiente histeria mientras los soldados de asalto de la muerte, confundidos e incrédulos, nos amontonan a nosotros o a nuestros seres queridos en sus carros de carnicería». Intentémoslo.

Y esto me recuerda que, a todo esto, Sirat. Trance en el desierto, la nueva película de Óliver Laxe, continúa “petándolo” en el cine. Y, de nuevo, más de lo mismo: familia, comunidad y la imposibilidad de salirse del sistema. Todo bien.
¡Felices vacaciones, alumnos y profesores!

Anterior entrega de “El ritmo de la semana”: Entre Guns N’ Roses y Morrissey, de paseo por la Feria del Libro y el punk.

Artículos relacionados