Extravagante: Bob Dylan

Autor:

Extravagante: Bob DylanBob Dylan
The Bootleg Series volumes 1-3 [Rare & Unreleased] 1961-1991

CBS, 1991

Una sección de VICENTE FABUEL.


–¿Dylan, en la discoteca?
–Por supuesto, desde siempre.

El revuelo mediático producido por la remezcla que de su clásica “Most likely you go your way” ha hecho el DJ y productor Mark Robson (el del estupendo “Back to black” de la “sister funk” inglesa Amy Winehouse), cubrió el cupo estival que Dylan reserva cada temporada para salir en los medios. Sabiendo como sabe que su figura está ya por encima del bien y del mal, lanzar la idea de que una de sus sacrosantas sirviese básicamente para mover el culo no deja de tener su miga. Enseguida te vienen a la cabeza dos cuestiones: una, el uso que de esa faceta danzante se ha hecho históricamente en este país (aquel despectivo “música discotequera” que aún hiere…), y otra, que qué demonios pensará de todo esto el venerable patriarca Pete Seeger, quizás el más acreditado especialista en coleccionar sonados renuncios del de Minnesota. Dicho esto, lo peor (¡snif!) es que la agradable nueva “mix” no llega a matar totalmente. De cualquier forma, si no tienen mayor inconveniente en acompañarme hay otros caminos para llegar a la Discotheque Dylan, eso sí, obviando ese lado de fino beat que con varias de sus clásicas se ha hecho siguiendo el modelo The Byrds, por más que el autor se asombrase cuando escuchase lo que éstos habían logrado con “Mr. Tambourine man” y celebrase que se pudiese bailar con su música. Hablamos de The Real Hipster Go-Go Jerk. ¿Estamos?

Los conocedores de la orgiástica rítmica que acompañaba al “Most likely …”, ese despechado ajuste de cuentas con la pareja sito originalmente en el gigantesco Blonde on blonde, ya la habían gozado con mayúsculas en la versión, ahora sí, ciertamente plena, del oscuro soulmen Davy Jones (67). Esa misma figura literaria del ajuste de cuentas –quizás untada con desprecio– que tanto ha manejado el maestro, ya había dado juego en la pista con su “If you gotta GO, GO now” (¿por qué será que algunas mayúsculas me saltan hoy?), y no en el más bien relamido cover de los especialistas oficiales Manfred Mann (66), si no en las mucho más poderosas de los daneses The Lions (66) o en la del francés Johnny Hallyday, ésta bajo el nombre de “Maintenant ou jamais”(66). ¿Pueden justifican tres perlas un collar? Esperen un minuto. No es ociosa la mención que de su etapa eléctrica y con fines bailables se viene rescatando desde hace años la punzante “On the road again” (del Bringing it all back home). Pero en rigor, una revisión más actual del Dylan at the dancefloor quizás pudo comenzar en el disco que hoy –y quizás algo caprichosamente, se reconoce– encabeza la sección. Semioculto entre cinco docenas de “delicatessen” dylanitas está “Sitting on a barbed-wire fence”, un extraordinario número de soul (¿?) agitado por el agresivo hammond de Al Kooper, en realidad un “outtake” del Highway 61 revisited, en el que probablemente no se incluyese por la excesiva dependencia a su estructura rhythm & blues, pero cuyos efectos danzantes  resultan incontestables desde que  el DJ valenciano Dr. Snob lo incluyó en uno de sus “sets”. Apresuradamente debo de acabar con otro “higlight” del subgénero: Phil Flowers, otro olvidado soulmen del sello A&M, y su más que vehemente toma del «Like a rolling stone» (69). Dada la jerarquía del tema, convendrán que eso si es atrevimiento.

No quisiera abrumarles, pero déjenme terminar en alguna de las calles adyacentes del planeta Dylan, por ejemplo en esa que se conoce como “garage dylanesque”: grupos de garaje enfermizamente colgados con sus dejes vocales, y que de siempre han servido como agitadores en las concentraciones festivas del planeta mod. ¿Grandes favoritos a día de hoy? Pues tomen nota: como gran clásico, el “A public execution” de Mouse & The Traps (cosecha 1966 y toda la vida en el mítico recopilatorio Nuggets) y en cuanto a nuevos descubrimientos: un excelente y semidesconocido número que acaba de reeditarse este mismo verano: “Big city blues” de Simon T. Stokes (Single 66 / CD Rev-Ola)). Mis danzarines pies dan fe de todo ello, y en una buena cabina y a los platos, mis afortunados dedos índice y pulgar.


En :

Artículos relacionados