Eva Amaral: Mirando hacia delante

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Entrevista:Eva AmaralMirando hacia delanteAmaral en dos partes. Por separado. En dos entrevistas. Ha costado, pero, finalmente, aquí vamos con algunas cuestiones que queríamos conocer alrededor de Gato negro-Dragón rojo, el doble último disco del dúo zaragozano. Abrimos con Eva Amaral. Mañana, Juan Aguirre.

 

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

 


Nunca fue tan difícil lograr una entrevista como en esta ocasión con Amaral. Hace tres meses que, de forma intermitente, ideamos planes que fracasan uno detrás de otro. Al grupo se le ha unido la rueda de la promoción –y queremos salir de ella– con el arranque de su nueva gira. Y no hay forma. Incluso nos hemos encontrado en persona pero no era la mejor ocasión. Finalmente, aprovechando unos días de descanso, Juan Aguirre toma un avión y nos encontramos unas horas en Valencia. Eva, esos mismos días, opta por marcharse de vacaciones, se disculpa por no acompañar a Juan y me pide que le pase las preguntas por escrito… prefiere este sistema al telefónico. Hummmm. Bueno, vale. ¡¿Quién le dice a Eva que no?! Así que, al final, inevitable y lamentablemente, su entrevista será mucho más corta que la de Juan –el diálogo siempre te lleva de aquí para allá–, aunque algunas preguntas sí son las mismas, lo que permitirá, con ambas publicadas ver las respuestas que ofrecen a las mismas cuestiones.

Eva, la primera pregunta te la has buscado tú sola: ¿Por qué últimamente eludes las entrevistas cara a cara (o voz a voz) y prefieres el mail? ¿Te sientes demasiado expuesta o lo haces sólo por “cuidarte la voz”?
Ja, ja, ja. ¡¿Para cuidarme la voz?! Lo cierto es que no me la cuido demasiado, es una casualidad que hayamos tenido que “hablar” por mail. El día de Hoyos del Espino, cuando íbamos a hablar, quería estar sola en el camerino con la guitarra antes de salir a escena. Veníamos de Londres sin dormir y queríamos dar todo en el escenario de Gredos. Si ese día hubiéramos hablado mi cabeza hubiese estado en otro sitio y no en la entrevista. A veces sí que nos sentimos demasiado expuestos, yo no termino de entenderlo. Solamente hacemos música.

¿Hay que entender los primeros versos de «Alerta» como autobiográficos, reflejo de tu actual estado de ánimo?
Me encanta esa parte de “Alerta”. Lo de menos es si son autobiográficos o no. Mi actual estado de ánimo es de mirar hacia delante y disfrutar al máximo con cada cosa que haga sin que nadie me diga lo que tengo que hacer. Es lo que he venido haciendo hasta ahora. De eso habla esa parte de la canción.

¿Sacar un disco doble no es un tanto excesivo?

Las diecinueve canciones del disco reflejan lo que somos en este momento. Hemos vivido algunas situaciones “excesivas”, algunas muy surrealistas, otras sencillamente increíbles. Si es excesivo o no, es lo de menos. Es lo que sentíamos y ahí está. Ése es el verdadero valor. No queríamos dejar de grabar ninguna de esas canciones. Mmmm, algo excesivo no es necesariamente malo, ¿no?

¿No hay que estar muy seguro de la calidad de todas las canciones para atreverse con 19?
Las canciones están ahí porque a los dos nos parecen muy buenas. Nunca hemos grabado nada que no nos haya convencido al cien por cien. Hay canciones que suenan inmediatas y directas y otras que podrías escucharlas con la luz apagada, tirado en la cama. Todas ellas son el retrato del grupo ahora mismo. Todas están basadas en la forma de tocar de Juan y en mi voz. Tienen una unidad y van cruzando paisajes distintos. Los discos que más me gustan suelen pasar por momentos diferentes.

¿Consultasteis con alguien la idea del doble álbum?
Los temas de carácter artístico sólo los consulto con Juan. Las opiniones restantes no me suelen importar. Además, pienso que ser un grupo de verdad consiste precisamente en eso, en ser una piña y seguir la ley de tu propio corazón.

En directo sonáis mucho más potentes que en disco, más inmediatos y frescos; y es algo que os pasa tanto con banda como cuando tocáis en acústico. ¿No sobrecocináis demasiado los discos?
Con tu permiso te diré que hay muchas canciones que suenan exactamente igual que como fueron grabadas. Somos obsesivos a la hora de reproducir los arreglos de algunas canciones. Otras suenan más salvajes y otras más suaves o desnudas. Vamos haciendo lo que nos pide el cuerpo a cada momento, sin analizar mucho las cosas. Si a nosotros nos gustan, está bien y seguimos con otra cosa. No somos muy amigos de mirar a atrás. No somos demasiado analíticos. Eso es más la labor de los críticos. Además, pienso que debe ser así. Somos un grupo que no se para nunca, escribimos, grabamos y tocamos en directo. Lo hecho, hecho está y no somos los más adecuados para juzgarlo. Lo que realmente me divierte ahora son los pequeños cambios en las canciones que preparamos para cada concierto durante las pruebas de sonido.

Tengo la sensación, escuchando el nuevo disco, que Amaral estáis como en una encrucijada. Me explico: es como si tuvierais que definiros de una vez por todas, decidir si sois un grupo que escribe canciones para adolescentes y se dirige al público de Los 40 o, por el contrario, sois ese otro grupo que admira determinada música de calidad y quiere crecer como compositores (y supongo que como personas…). Vuestros discos es como si los hicieran varios grupos y no sólo uno. Dicho de otro modo: ¿Qué tiene que ver «Kamikaze» con «De carne y hueso» o «El artista del alambre»? ¿Crees que le pueden interesar al mismo público?
Para mí “Kamikaze” es una canción que tiene una melodía muy folk y el riff de guitarra que hizo Juan me parece fantástico. Si lo tocas con una acústica lo ves claramente. Lo que pasa es que él lo tocó con un par de Vox AC 30 y mucho eco. Sinceramente creo que es una de las mejores canciones que hemos escrito. Creo que estás muy condicionado por el hecho de que ha sido single. En Hyde Park la tocamos con acústica, chelo y cajón flamenco y sonaba bien. Búscala en Youtube y escúchala. Creo que es una canción profunda, la base suena potente. Estoy muy orgullosa de ella.
Respecto a tus consideraciones sobre el tipo de público, te debo decir que nunca hemos pensado en un público concreto. Para mí es igualmente respetable un chico de dieciséis años que alguien más mayor. Estoy un poco harta de ciertos esnobismos. Yo cuando era una cría era fan de los Cure. Devoraba sus discos y no me gustaban otro tipo de cantantes melódicos. Una vez me pasó Juan una entrevista con Morrissey en la cual decía que The Smiths hacían música para las amas de casa y la gente que no iba a los conciertos. No sé si sería cierto o no, pero me encanta la frase como provocación. La hago mía. Quiero hacer música para todo el mundo que se vea reflejada en ella, para todo el mundo que pueda sentirse feliz con ella. Lo demás me da bastante igual, pensándolo mejor… ¡me da igual del todo!

Por cierto, «De carne y hueso» me recuerda mucho a Pentangle, que es uno de tus grupos favoritos. ¿Ves ese parecido?
No creo que tenga un espíritu tan diferente a “Kamikaze”. Nunca pienso en otros grupos cuando hacemos canciones. Pentangle me encantan y si a ti te recuerda a eso, me parece bien. Es una canción que habla de sexo y de fundirse con la naturaleza. Juan me decía que el verso de “como dos potros salvajes sin pertenecer a nadie” era su preferido de este disco. En el fondo Juan es un folkie eléctrico, je, je, je. En realidad fue él quien me descubrió a Pentangle. Aún recuerdo cuando me llevó en Zaragoza a ver un concierto de Alan Stivel. Cuando sonaba el arpa celta me decía: “eso es lo que yo quiero hacer con la guitarra“. Puede que sea ésa una de las claves de nuestro sonido. Que por debajo de mi voz siempre hay una guitarra tocando con fuerza y con unas melodías muy especiales. Ésa es la grandeza de Juan como guitarrista. No es un guitarrista que pretenda brillar con solos interminables ni con clichés rockeros, aunque a veces toca muy salvaje, como en “Las puertas del infierno”.

¿Os planteasteis de algún modo la selección de temas que iban en cada uno de los dos discos, lo digo porque el primero me parece más comercial y el segundo como más intimista?
Tal vez no lo creas, pero nunca pensamos en términos de comercialidad o cosas así. Ordenamos las canciones tal y como a nosotros nos gustaba escucharlas, y ya está. No hay una diferencia sustancial entre los dos discos. Sinceramente, nos encanta que se abran debates sobre si somos esto o lo otro. Creo que eso es lo mejor que le puede pasar a un grupo. Eso significa que no somos un grupo lineal o plano y que las canciones se pueden ver desde diferentes puntos de vista.

¿Os preocupa que llegue el día en el que no vendáis tanto como ahora; el día en que medios como Los 40 dejen de apoyaros?
Hacíamos música antes de grabar discos y de sonar en la radio. Antes de salir en revistas y de responder preguntas por mail. Mucho antes de hacer giras y de viajar. Probablemente la haríamos también si nada de esto hubiera ocurrido y la seguiremos haciendo cuando nada de esto ocurra. No se me ocurre otra forma de responder más claramente. Me gustaría añadir que estamos encantados de que nuestra música suene en la radio, de que la gente se compre nuestros discos y venga a nuestros conciertos. Ojalá que a todas las bandas que me gustan les pasara esto mismo. Es un regalo del cielo viajar, hacer giras, coincidir en escenarios y festivales con músicos talentosos de otros grupos y hasta hacer entrevistas como esta en las que poder explicarme. Y te diré una cosa: tal vez todo esto haya ocurrido porque nunca lo buscamos. Entiendo y respeto que haya quien desconfíe o directamente no nos soporten, pero sólo hacemos música. Sólo somos dos fans, salidos de dos barrios de Zaragoza.

¿Se disfruta más en los grandes conciertos que estáis dando en esta gira o en un club pequeño?
Disfruto los dos formatos por igual y no sólo los conciertos. Disfruto de los viajes, de las pruebas de sonido. Disfruto escuchando a la banda antes de empezar a probar mi voz. Me encanta tocar la batería y tocar con gente que me da buen rollo o a la que admiro. Creo que es lo que todos deberíamos hacer en la vida porque mañana de pronto todo se acaba, la vida son cuatro días. No tiene sentido vivir con prejuicios o cosas así.

En vuestra web leí los mensajes de vuestros seguidores sobre el concierto de Hoyos del Espino: casi todos decían que se habían aburrido bastante con Dylan… y me temo que muchos de vuestros fans se aburrirían en los conciertos de mucha gente que forma parte de vuestra cultura musical. ¿No es esto un poco frustrante? ¿No es deprimente que siempre habléis mucho de música, y de calidad, y que sin embargo no cale en vuestros oyentes el interés por descubrir vuestras influencias?

Cada uno es muy libre de escuchar lo que quiera. Yo hablo de la música que me gusta, la que me impulsa a tocar y a componer. Respeto los gustos de todo el mundo, sean los míos o no. No creo que valga para enseñarle a nadie nada. Si alguien descubre a Pentangle porque en esta entrevista se habla de ellos me parece genial, pero no soy quién para decirle a nadie lo que debe escuchar o lo que debe hacer. Si voy un poco mas lejos, te diré que no distingo entre música buena o mala. No tengo muy claro lo que es música de calidad. Sólo entiendo lo que a mí me gusta y lo que no. Tengo un amigo que es fan de Coltrane y Charlie Parker. Cuando le pongo “Threre she goes again” de The La’s no los soporta. Le parece simple y de poca calidad. A mí esa canción me parece alucinante. Con eso te respondo todo.


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