«Tenemos mucho mono de escenario»
Tras un silencio de años, el regreso de las Killer Barbies con un nuevo disco, El pop se autodestruirá en 4,3, 2, 1…, y en castellano, ha sido una de las noticias del curso. Hoy, Sara Morales, habla con Billy King y Silvia Superestar sobre el prometedor presente al que asisten y aquel pasado que nos regalaron.
Texto: SARA MORALES.
Fotos: BRUNO BAW.
¡Las Killer Barbies han vuelto! Y lo hicieron esta pasada primavera de la mano de un nuevo disco, El pop se autodestruirá en 4,3, 2, 1… (Subterfuge, 2025), con el que han roto un silencio que se ha hecho largo y con el que celebran sus treinta años en la música porque, pese a todo, no han parado. En ningún momento lo han hecho. Los que pasaron a la historia como creadores de uno de los himnos más salvaje de los noventa, “Love killer”, publicaron varios discos más allá de nuestras fronteras y se codearon con Iggy Pop, los Misfits y Joey Ramone, están aquí de nuevo, diseñando una gira de presentación de este nuevo trabajo del que nos hablan con total honestidad e ilusión en esta charla. Estos son el Billy King y la Silvia Superstar del presente, con guiños a un pasado que compartimos y a un futuro que, sea como sea, nos pertenece.
Es una alegría tener a The Killer Barbies por aquí de nuevo, ¿qué os llevó a este silencio (de estudio) durante estos años?
Billy: Pues no hay un motivo concreto. Después de siete discos y un montón de vivencias, sentimos que era momento de hace un parón y probar cosas diferentes. Vivir en otras ciudades y también poder arrancar proyectos nuevos dentro y fuera de la música.
Silvia: La verdad es que todos hemos estado haciendo cosas, proyectos personales y musicales que no tenían que ver con Killer Barbies. Pero nos apetecía sacar disco nuevo y volver a tocar en directo. Tenemos mucho mono de escenario.
¿Y por qué habéis decidido, justo ahora, retomar la actividad y grabar material nuevo?
Billy: La idea de un disco nuevo siempre es un reto y una aventura muy interesante. Lo cierto es que a los dos nos gusta componer y escribir, así que un día nos pusimos directamente a ello, sin darle más vueltas.
Silvia: Creíamos que era el momento. Yo había compuesto canciones y las letras por mi lado, y había material para un disco junto con versiones de grupos que siempre nos han influido, como The Clash o The Runaways. En 2020 sacamos un disco que se quedó eclipsado por la pandemia y teníamos ahí esa espinita. Yo creo que era el momento de hacer algo nuevo y cantando en español.
Durante este hiato, ninguno de los dos habéis estado parados. Vuestra actividad ha continuado ensayando con la banda, tocando esporádicamente, pero también centrados en otros proyectos. Contadnos.
Billy: Musicalmente, tengo otra banda donde también compongo. Es un trío instrumental, Los Pontiaks, de contrabajo, guitarra y batería. Mezclamos swing, garaje, R’n’R 50’s, boogie-woogie y licores caseros de graduación indeterminada. Sonaríamos perfecto en una película de Tarantino. Otro de mis proyectos en los últimos años es crear obra plástica propia. Precisamente la portada de este último álbum de Killer Barbies es una de mis piezas: “Plátano”. Pinto, principalmente, con aerosoles sobre diferentes plantillas que recorto con cúter y bisturís. También realizo esculturas en metal y madera. Puedes ver estos trabajos en @billyking.art
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Silvia: Yo tengo un bar en Madrid que se llama Lucky Dragon, lo que era el antiguo El Fabuloso, y soy promotora de fiestas en Ibiza y Madrid con mi propia marca, FUEGO by SILVIA SUPERSTAR. Son fiestas en las que pinchan muchos de mis amigos y hay shows en directo, son muy divertidas. Todo está relacionado con la música, aparte de mis incursiones en televisión.
¿Cómo os habéis encontrado el panorama casi veinte años después?
Billy: La tecnología ha cambiado el mundo entero, de arriba abajo, en muy pocos años. Los cambios son siempre la única constante, así que tienes que adaptar tu vida y seguir adelante según tus propios gustos y tus intereses. Yo soy optimista, en general, y quiero pensar que somos afortunados de vivir esta época de transformación. Creo que ninguno de los dos somos nostálgicos.
Silvia: Yo creo que hay de todo. Me parece que las plataformas digitales facilitan todo mucho a la hora de consumir música. Todo depende del interés de cada uno, pero yo he descubierto grandes bandas; me parece un buen escaparate. Últimamente, ha habido un resurgir de los vinilos y se están haciendo revisiones en formato elepé, incluso muchas bandas —como nosotros, ya que este último disco solo ha salido en vinilo— lo están haciendo también. Creo que hay que adaptarse a los tiempos. Es verdad que ya no se venden discos y ahora las bandas tienen que tocar y tocar, pero es lo que hay.
Billy: «De Iggy Pop me sorprendió que fuese un tipo tan educado y amable. Y los Misfits nos llevaron por ahí de bares y tiendas. Descubrimos un Nueva York muy especial»
Y a la inversa… ¿Cómo son las barbies asesinas veinte años después?
Billy: Nadie puede detener el tiempo y, personalmente, yo tampoco querría hacerlo; me gusta lo que se aprende con los años. Pero si hablamos de nuestra visión y nuestros gustos, creo que el espíritu con el que los dos formamos el grupo sigue intacto.
Silvia: Nuestro espíritu es el mismo a la hora de componer y de los directos. La formación ha cambiado, pero el núcleo —que somos Billy y yo— seguimos teniendo la misma forma de trabajar y, aunque chocamos en algunos puntos (risas), tenemos una visión unida de cómo queremos que sean las cosas. Hemos crecido y hemos aprendido mucho, pero seguimos con la misma actitud.
Se cumplen treinta años este 2025 de vuestro debut, con aquel Dressed to kiss. Mirando hacia atrás… ¿cómo valoráis vuestra evolución como artistas y vuestra ilusión a la hora de afrontar el presente?
Billy: Creo que hemos ido mejorando y aprendiendo cosas nuevas en muchos aspectos. En este disco hemos utilizado algunos teclados y sonidos de sintetizadores, pero, lo más novedoso, creo que es el cambio que supone en el sonido escribir y cantar en castellano. Mi visión personal del mundo es sencilla, intento simplemente vivir mi vida como yo quiero. Hay muchas cosas sobre las que no puedo tener control, así que trato de prestar a esas cosas la atención justa y no preocuparme demasiado.
Silvia: Evolución siempre hay, aunque en algunos aspectos, como las grabaciones, seguimos haciéndolo igual. Somos muy rápidos grabando y vamos con las cosas muy claras, pero sí que hemos aprendido mucho a lo largo de estos años, compartiendo escenario con bandas muy importantes y tocando fuera de España. Siempre hemos tenido los pies muy en la tierra. Como artistas, yo he sacado mi propio proyecto en solitario desmarcándome del grupo, porque me apetece experimentar cosas nuevas. En cuanto a la visión del mundo, pues qué quieres que te diga… Esto va un ritmo frenético y creo que hay que trabajarse mucho interiormente para saber sobrellevar toda esta vorágine de una forma inteligente. Pero soy una persona optimista y me gusta disfrutar de la vida.
Durante aquellos años en primera línea, publicasteis cuatro discos, varios epés, algunos recopilatorios… ¿qué valoración hacéis de la obra que os precede? ¿Os seguís sintiendo identificados con ella?
Billy: Publicamos cuatro álbumes en España, tres en Alemania, varios singles y canciones para dos películas en cine y también algunas para un programa de la televisión de Galicia. De todo, hay canciones que con el paso del tiempo me parecen mejores que otras, pero en general estoy contento y muy satisfecho con todo el trabajo que hemos hecho como grupo.
Vuestras influencias siempre fueron los Ramones, los Sex Pistols, las Ronettes… ¿siguen siendo referentes para vosotros o estos han cambiado fruto de vuestro propio cambio personal en estos años?
Billy: Cada día me gustan más, y valoro mucho todo lo que hicieron cada uno de estos tres grupos increíbles. La influencia de los Ramones en miles de bandas es algo innegable. Ellos son el ejemplo claro de que algo no es mejor cuando no le puedes añadir más cosas, si no cuando ya no puedes eliminar nada más. No hacían solos de guitarra, ni oberturas, utilizan tres acordes y van directos al grano: ¡1-2-3-4! Bueno y sencillo, dos veces bueno. Los Sex Pistols consiguen que pienses por ti mismo y cuestiones donde vives y lo que te rodea. Sus letras siguen siendo muy mordaces e inteligentes. Las Ronettes, qué puedo decir… Hacen que te enamores, que se te mueva el corazón y que salga el sol cuando está lloviendo.
Silvia: Hay cosas que no cambian, estos grupos llevan ahí desde los comienzos y forman parte de mi vida.
¿A quién de la nueva hornada de bandas y músicos admiráis o seguís de cerca ahora?
Billy: Hay muchos grupos interesantes. Internacionales: Linda Lindas, The Beaches, Black Keys, Starcrawler… Nacionales: Mambo Jambo, The Limboos… En Vigo también está Modulador de Ondas, es increíble y una propuesta totalmente diferente. Me gusta el trabajo de mucha gente, no solo grupos, también pintores, escritores, cineastas, etc. Tendría que hacer una lista larga de nombres.
Silvia: Estoy de acuerdo con Billy, pero últimamente es verdad que estoy escuchando mucha música de los noventa y dos mil.
Silvia: «Me ha costado encontrar mi tono en castellano, pero ahora estoy encantada»
Vuestra carrera era imparable, llegasteis incluso a girar por Alemania con Iggy Pop y tocasteis en Nueva York con los Misfits. ¿Cómo recordáis aquellos dos hitos?
Billy: De Iggy Pop me sorprendió que fuera del escenario fuese un tipo tan educado y amable. Lo que aún dice más de él para mí. Me sorprendió también que habla bastante bien el español. En algunos conciertos de la gira, mientras estábamos tocando, miraba hacia un lado dentro del escenario y ahí estaba Iggy apoyado en un flight case viendo el bolo. Recuerdo que no me podía concentrar (risas). Jerry Only, de los Misfits, y su mánager, John Cafiero, también fueron muy cercanos con nosotros. Tocamos en Times Square en Halloween, el día 31 octubre 2002. Justo un mes después del atentado a las Torres Gemelas. Había muchas medidas de seguridad y una gran psicosis en Nueva York porque era una fecha muy cercana al 11-S y temían otro atentado. Los Misfits invitaron a Silvia a cantar una canción con ellos en el escenario. En los días siguientes al bolo nos quedamos en Manhattan y nos llevaron por ahí de bares y tiendas. Descubrimos un Nueva York muy especial.
Silvia: Era increíble ver a Iggy Pop cada noche en el escenario. Que él nos hubiese elegido para ser sus teloneros durante toda la gira en Alemania, para nosotros fue una pasada. Fue muy amable en todo momento y, el primer día de la gira en Berlín, nos invitó a tomar un vino en su camerino con su mujer. ¡Estábamos todos flipando! Y con los Misfits fue muy guay también, porque Jerry Only fue encantador con nosotros, nos hicieron muchos regalos y cuando me subí a tocar con ellos la canción “Skulls”, me di cuenta de que en mi vida había estado un escenario con un volumen tan brutal, estaba tan alto todo que te volvías loco (risas). Era muy guay ver a todos los fans maquillados como ellos. Recuerdo que era una noche de Halloween.
Madre mía, menudas vivencias. Me viene otra a la cabeza: aquella vez que tocasteis en el CBGB, invitados por el mismísimo Joey Ramone.
Billy: Fuimos a New Jersey por la película de Jess Franco. Estábamos invitados a un festival de cine de terror de serie B, donde se presentaba la peli, y queríamos aprovechar para hacer algún bolo en la zona. A través de la organización, hicieron unas llamadas a algunos contactos y… ¡resulta que Joey Ramone era fan del cine de Jess! Fue una llamada de teléfono de Joey y encontraron un hueco en CBGB para nosotros justo en esos días. El CBGB es toda una leyenda. Como siempre la historia es curiosa: a finales de los setenta, a unos cuantos grupos, que apenas dominaban sus instrumentos, les permiten tocar en un antro destartalado en el sur de Manhattan y, poco después, cambiaron todo el panorama musical en todo el mundo e influenciaron a las siguientes generaciones. Todo un honor haber tocado en ese escenario.
Silvia: Eso fue increíble. Yo soy tremendamente fan de Joey Ramone, y que él nos hubiese conseguido el bolo del CBGB… Imagínate. Ese viaje fue una pasada, ya que de ahí nos fuimos a Seattle, San Francisco y Los Ángeles por nuestra cuenta a buscarnos bolos.
¡Qué locura! Atesorar estas experiencias debe ser muy especial a nivel banda y a nivel personal, pero toca aterrizar. Centrémonos en el nuevo disco, ¿cómo lo definiríais a nivel sonoro y a nivel conceptual?
Billy: El sonido y la producción la hemos hecho Silvia y yo, pero los nuevos músicos de la banda también han aportado mucho al sonido final. Las mezclas la hicimos con Pablo Iglesias, en quién siempre confiamos y con quien hemos trabajado en varios discos anteriores. Es una colección de diez canciones de corte punk rock y pop, con mucha melodía y estribillos contagiosos, donde predomina la voz femenina de Silvia sobre un sonido de guitarras saturadas con una contundente base rítmica. También hay muchos sonidos de teclado que crean unas atmósferas muy envolventes.
Silvia: Ha quedado un disco muy fresco y directo. Hemos metido teclados también y tienen bastante presencia. Pero siguen predominando las guitarras. Me ha costado un poco lo del castellano, porque es verdad que no encontraba mi timbre de voz, pero ahora estoy encantada con el resultado.
¿Por qué habéis decidido bautizarlo así, El pop se autodestruirá en 4,3, 2, 1…?
Billy: Se me ocurrió esta frase, me pareció sonora y que haría a la gente hacerse preguntas. Hay un eslogan que siempre me ha gustado y lo utilizaba el movimiento Situacionista francés, a finales de los sesenta: «Destruir para crear». En mi cabeza lo mezcle con la cultura Pop, los mensajes para los agentes secretos en la Guerra Fría y las películas de James Bond: «… este mensaje se destruirá en cinco segundos».
Billy: «Quiero pensar que somos afortunados de vivir esta época de transformación»
También un guiño a Warhol y a la Velvet muy acertado desde tu portada, Billy… ¿Se trata de una oda a ese pop que va a terminar destruyéndose?
Billy: Me ha gustado siempre la obra de Andy Warhol y es una gran influencia para mí su visión sobre el arte, el consumismo en la sociedad, la fama, etc. Me habría encantado vivir en Nueva York en esa época. El título de nuestro disco es mi forma de decir que la cultura Pop se autodestruye cíclicamente para volver reinventarse a sí misma.
Como venimos hablando, aunque en vuestro último disco hasta la fecha, Sin is in (2003), ya apostasteis por algunos temas en castellano, en este regreso las canciones en español son la totalidad. ¿Por qué habéis decidido dar este paso?
Billy: Yo hace tiempo que quería probar esto en Killer Barbies, pero Silvia no estaba nada por la labor hasta hace muy poco. Creo que el castellano es algo que aún no habíamos explorado mucho. Para mí era un reto personal saber si sería capaz de escribir en castellano para este tipo de melodías y que me gustase el resultado.
Silvia: Estoy muy acostumbrada a cantar en inglés y escuchar mi voz en inglés y, como te decía antes, me ha costado encontrar mi tono en castellano. Aunque ya habíamos hecho dos canciones en castellano para un recopilatorio de Toxic Records y en el disco Sin is in, que sacamos en Alemania, también hay tres canciones en castellano, todo un disco era un reto muy grande. Ahora estoy encantada, pero me ha costado…
¿Cómo van a ser las presentaciones en directo y los conciertos de este álbum? ¿Habéis pensado llevar invitados?
Billy: Todo el grupo tenemos unas ganas enormes de subirnos a un escenario. Hace un par de años que tenemos una nueva formación y ahora somos cinco personas sobre las tablas. Nuestra idea es tocar el nuevo álbum entero, y también incluiremos algunas de las mejores canciones de los primeros discos.
Silvia: Los directos serán muy enérgicos, como siempre. Tengo mucho mono de escenario y, el otro día, hicimos el nuevo setlist en la sala el Sol, en Madrid, en la que hemos presentado el nuevo disco. Hemos hecho también canciones de los discos anteriores y ha sido emocionante. Mucha gente se sabía algunas canciones del disco nuevo. Cantar en castellano es lo que tiene.
¿Sois conscientes de que con vuestro incombustible “Love killer” pusisteis música a un tiempo de nuestra historia sonora?
Billy: Muchas gracias por darle ese valor a una canción nuestra. “Love killer” fue la primera canción que compusimos para el grupo, y me parece genial la idea de que para mucha gente esté unida a momentos de sus vidas. Me gusta la idea de que pueda convertirse en algo como una puerta del tiempo.
Silvia: “Love Killer” es la canción que más alegrías nos ha dado, y ha sido la primera que hemos hecho para Killer Barbies. Podemos decir que es nuestro hit (risas). Creo que haber sido la canción elegida para un anuncio de refrescos en su momento fue crucial para nosotros, también que fuera unida a una imagen de la banda y a una actitud completamente diferentes a las que tenían todos los grupos en ese momento.
¿Y qué fue de aquella generación?
Billy: Es difícil concretar qué queda o no de esa generación, de todos los grupos, músicos, sellos discográficos, publicaciones, festivales, salas de conciertos, etc. Algunos continúan, otros han desaparecido, otros se han transformado y siguen en activo de una u otra forma. Es la ley de la destrucción creativa.
Silvia: Creo que eso forma parte de ese momento en concreto. Ahora todo ha cambiado mucho, desde la forma de consumir música a que somos todos más mayores y tenemos otras preocupaciones.