«Esta gira nos hace especial ilusión»
El dúo de música tradicional gallega, con gran proyección internacional, se lanza a la carretera de la mano del circuito Girando Por Salas (GPS) para seguir presentando su segundo álbum de estudio. Unas canciones marcadas por la música de raíz salpicada de sonidos e ingenios contemporáneos.
Texto: EFE EME.
Fotos: XOUBA CROMÁTICA – SONIA GARCÍA.
Desde su nacimiento en 2018, la propuesta de Sabela Caamaño (acordeón cromático) y Antía Ameixeiras (violín y voz) pasa por ahondar en la música y el baile de raíz. El dúo gallego lleva muy dentro la idiosincrasia y los sonidos de su tierra, pero ha sabido darle vida a un lenguaje propio y a una identidad única que conforman el mejor equipaje para sus viajes de ida y vuelta, con sus canciones, por estas tierras y también las foráneas. Tras el éxito cosechado con su primer trabajo, Aire! (Segell Microscopi, 2021), Caamaño & Ameixeiras lanzaron su segunda referencia en 2023, Quitar o aire (Raso Estudio). Un disco con el que seguir resignificando y trayendo a la contemporaneidad la tradición gallega e ibérica y con el que esta primavera salen a la carretera como parte del circuito Girando Por Salas (GPS). Estas son sus paradas: Oviedo (11 de abril), Santander (12 de abril), Tafalla (25 de abril), Lleida (26 de abril) y Maó (30 de mayo); pero antes pasan por Efe Eme para hablarnos de cómo son sus conciertos y rutinas de gira.
¿Recuerdas cuándo, dónde y con quién disteis vuestro primer concierto?
Por supuesto, nuestro primer concierto como dúo fue en la Romería do Monte de San Pedro en A Coruña, en septiembre de 2018. Un mes antes habíamos grabado un vídeo tocando juntas, y la programadora del festival lo vio y nos llamó para tocar en él. No teníamos apenas repertorio, pero teníamos tantas ganas de echar a rodar el proyecto que le dijimos que sí y lo montamos en tiempo récord.
¿Con qué actitud afrontáis los conciertos del ciclo Girando por Salas?
Esta gira nos hace especial ilusión. Tenemos muchísimas ganas de tocar fuera de Galicia. Los conciertos en salas pequeñas, donde se mima el sonido, a los artistas y al público, son nuestros favoritos sin duda. La cercanía que se genera nos permite conectar con el público de una manera especial, más cálida e íntima. Además, nos encanta formar parte de una iniciativa que fomenta que la gente acuda a las salas a escuchar música en vivo y que contribuye a llenar de vida las ciudades y pueblos.
¿Dónde y cuánto soléis ensayar?
Habitualmente, nuestros ensayos son intensos y largos, de uno o varios días de duración. Solemos quedar en casa de nuestras madres, en una aldea de Oza dos Ríos o en Soesto. Allí podemos tocar a cualquier hora sin molestar, salir a dar un paseo al bosque o a la playa para descansar y airearnos, y aprovechar y mimar cada detalle de la música sin estreses.
¿Qué formatos vais a desarrollar en este ciclo? ¿Qué banda y músicos os acompañan?
Caamaño & Ameixeiras es un dúo y nos gusta defender este formato como la simbiosis perfecta, la expresión más clara de afinidad y complicidad. Entendemos este proyecto de manera muy personal: en él se refleja una parte de cada una de nosotras y, al mismo tiempo, nuestra visión musical compartida. Así que, al menos de momento, no contemplamos llevar banda, aunque nos encanta hacer colaboraciones y disfrutamos tremendamente de compartir música con artistas queridos y admirados.
¿Qué criterios seguís para seleccionar el repertorio?
Pues el criterio imprescindible es que nos emocione a las dos. Ese es el primero y más importante de nuestros filtros. Una vez superado, también tenemos en cuenta otros factores, como el funcionamiento de las canciones en directo y la energía que se genera entre ellas y el público.
¿En qué recintos soléis tocar?
Somos bastante todoterreno.
¿La ciudad en la que tocáis os influye de alguna forma, o condiciona el show?
Por supuesto. Nos gusta cuidar cada concierto y tener en cuenta dónde estamos tocando: su cultura, su idioma, sus artistas locales, su música tradicional, etc. Nos encanta que cada concierto sea único.
¿Cuál es vuestra rutina de carretera? Cómo viajáis, qué escucháis…
Pues depende muchísimo, pero es muy habitual que hagamos oficina en el coche, y que, por ejemplo, mientras una conduce la otra conteste mails con el portátil (risas). Por otra parte, nuestro técnico y productor casi siempre viaja durmiendo en la parte de atrás, tiene esa fortuna. Luego está el mundo podcast. Ahí no nos ponemos de acuerdo casi nunca porque en eso tenemos gustos opuestos, pero solemos encontrar puntos en común escuchando a Nieves Concostrina o, más recientemente, abrazando la risa mientras escuchamos La Ruina. Y, por supuesto, también escuchamos música: Nils Frahm, Tarta Relena, Rodrigo Cuevas, Rosalía, María Arnal… La elección en este caso depende mucho del estado de ánimo.
¿Tenéis algún ritual o manía antes de salir a tocar?
Mimarnos, evitar estreses previos y estar relajadas, darnos cariños para salir a hacer el concierto con la mejor de las energías.
«Nos gusta cuidar cada concierto y tener en cuenta dónde estamos tocando: su cultura, su idioma, sus artistas locales, su música tradicional…»
¿Qué es lo que no puede faltar en vuestro camerino?
La verdad es que somos bastante sencillas en ese sentido. En nuestro camerino encontrarías las maletas con la ropa de tocar, neceseres con maquillaje, algo de comida (fruta y frutos secos, principalmente), agua y nuestros instrumentos.
¿Qué ambiente se respira en el backstage justo antes de un concierto?
Relax, buen humor y ganas de salir a tocar y a dar lo mejor de nosotras. La verdad es que las primeras en disfrutar nuestro concierto somos nosotras mismas, a veces hasta se nos olvida que hay gente (risas).
¿Y después?
Plenitud, emoción y gratitud por todo lo vivido y por todo el cariño recibido. Para nosotras, tocar es una experiencia sanadora y siempre acabamos encontrándonos mejor de lo que estábamos al empezar.
¿Hay algún instrumento que llevéis siempre a todos los conciertos?
Nuestros instrumentos: acordeón, violín y pandereta (y la voz, que Antía la lleva de serie).
¿Qué es lo más divertido o inesperado que os ha pasado en un escenario?
Aquí podríamos extendernos, pero, por seleccionar uno, el momento en el que Sabela salió al escenario con un diente (muy) pintado de pintalabios. Al principio fue divertido solo para Antía, todo sea dicho, pero después de su monumental ataque de risa en pleno concierto, manejamos muy bien la situación y acabó convirtiéndose en un leitmotiv desternillante para las dos y para el público.
¿Qué concierto propio no olvidaréis nunca y por qué?
Hubo varios muy especiales, pero nunca olvidaremos la presentación de nuestro último álbum, Quitar o aire, en la Sala Capitol de Santiago de Compostela. La sala estaba llena, y además llena de gente querida, y veníamos de preparar el disco con muchísimo trabajo, esfuerzo e ilusión, y el directo después. Contamos con colaboraciones increíbles y todo salió de maravilla. Fue como abrirnos en canal y derramar de golpe todo lo que llevábamos dentro. Muy emocionante y salvaje a la vez, y con esa magia de las primeras veces.
¿Con qué artista o grupo os gustaría salir de gira?
Pues, por ejemplo, con nuestro querido y admirado Rodrigo Cuevas, con el que ya colaboramos en directo. Fue divertidísimo, y tendremos la suerte de hacerlo de nuevo el próximo abril en París. Nos morimos de ganas.