Bauer: «Somos muy poco conscientes de lo que tenemos»

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«Este fue un proceso de mirarnos a nosotros mismos y ver qué nos apetecía contar desde la honestidad»

 

Recién publicado su nuevo disco, Si hubiéramos sido más valientes, cuarto álbum de estudio de su carrera, la banda malagueña ahonda con Carlos H. Vázquez en las claves sonoras y conceptuales de este trabajo que abre la puerta a una nueva etapa para ellos.

 

Texto: CARLOS H. VÁZQUEZ.
Fotos: JUAN PÉREZ-FAJARDO.

 

Bauer, el proyecto musical de los hermanos —nacidos en Alemania, pero afincados en Málaga— Gabri y Lucas Bauer (con Fernando Gallardo a la batería y J. Abel Asensio a la guitarra), regresa con Si hubiéramos sido más valientes (El Planeta Sonoro Records, 2025), un álbum que apuesta por la honestidad emocional y la introspección. Tras sus anteriores trabajos Azul eléctrico (Arcadia Music, 2014), Otra vuelta al sol (Arcadia Music, 2018) y La salvación (Altafonte, 2022), la banda deja atrás los arreglos para abrazar sonidos más modernos, con sintetizadores y estructuras más concisas. En esta entrevista, los Bauer —Abel está presente en la conversación, aunque no interviene— hablan de su proceso creativo, de la colaboración con Conchita en “Aún hay fuego” y del trasfondo personal de temas como “Otra vida”, dedicada a una amiga fallecida. Las letras, con una notable carga biográfica, reflejan el paso del tiempo y una toma de responsabilidad vital. Gabri y Lucas entienden el disco como un capítulo íntimo, directo y valiente, fiel a su forma de entender la música.

 

Venís de un disco más largo, La salvación, con trece canciones. Mientras que Si hubiéramos sido más valientes contiene diez. ¿Hubo con La salvación más tiempo para tener algo que contar?
Lucas: Con La salvación se metió la pandemia de por medio y se demoró mucho el disco. Teníamos muchas canciones acumuladas… Aunque luego, en realidad, en la composición de este nuevo disco hemos tenido las mismas, treinta y seis o treinta y siete canciones de las que hemos elegido diez.
Gabri: Creo que no influye que haya más o menos canciones para tener más historias que contar, en nuestro caso. Puedes contar en diez canciones perfectamente un capítulo de tu vida, que de eso se trata un disco al final. Lo haces en un periodo en el que te suceden ciertas cosas. Además, diez canciones hoy en día es más que suficiente.

Había instrumentos de cuerda en La salvación (sobre todo en “Cero” y “Vuelve”, la última). ¿No habéis seguido esta tendencia en el nuevo trabajo?
Lucas: Este disco no tiene cuerdas, no. Nos hemos ido más a los sintetizadores y sonidos menos crudos, quizá, en las canciones a las que le puede pegar cuerda, que son las más tranquilitas, pero hemos optado por una cosa más «moderna».

¿Como por ejemplo?
Lucas: “Otra vida”, la última, podría haber llevado cuerda perfectamente. Pero en este caso, Pablo Cebrián (productor), que es el que elige eso, optó por otro tipo de sonido.

Tenéis “Aún hay fuego” con Conchita, con quien compartís productor, el mencionado Pablo Cebrián. ¿Buscabais una voz femenina para esta canción? Puede que en “El final”, perteneciente a vuestro primer disco, Azul eléctrico, haya unos coros femeninos…
Gabri: Es un falsete nuestro.
Lucas: En los discos no hemos colaborado. En directo, es cierto que con Conchita alguna vez hemos hecho alguna colaboración, pero grabado no tenemos nada. Creo que es un acierto total porque combina superbién la voz de Gabri con la de Conchita. Le da un rollo distinto a la canción.

 

«Este disco no tiene cuerdas. Nos hemos ido más a los sintetizadores y sonidos menos crudos»

 

¿Cómo surgió esta colaboración con Conchita?
Gabri: Surgió la idea. Ella también estaba por allí, en Halley Music Hub (Madrid), con su pequeño estudio en el que compone. Y también somos muy amigos. Nace desde la amistad y el cariño que nos tenemos y pensamos que podía quedar una cosa muy chula.
Lucas: Pero no es una casualidad que nos encontráramos allí y se lo pidiéramos. Nosotros ya lo teníamos en mente de antes. Era una idea que nos rondaba en la cabeza.

¿La canción ya nació con la idea de meter su voz?
Gabri: La canción en sí la eligió más ella que nosotros.
Lucas: Nosotros le propusimos tres canciones; la primera idea no era colaborar en este tema. Ella incluso llegó a grabar la voz de otro tema, lo que pasa es que después escuchó “Aún hay fuego” y le gustó mucho más.

¿Cuál fue la otra canción que grabó?
Gabri: “Dejar la culpa atrás”.

¿Son canciones biográficas?
Gabri: Sí. Ir cumpliendo años es un proceso que a mí me parece interesante. Ir asumiendo la responsabilidad de lo que haces en la vida. Uno siempre tiene la posibilidad de elegir, de hacer algo, y yo creo que, en la juventud, en la adolescencia, ocurre mucho lo de echarle la culpa a todo el mundo: a los padres, a la sociedad… Y este disco tiene mucho de ese proceso, el de enfocarnos en lo que sí depende de nosotros, asumir la responsabilidad. Desde un punto de vista negativo, nos echamos la culpa de las cosas, pero desde un punto de vista más positivo, asumimos la responsabilidad de lo que nos ocurre en la vida.

¿Esto os ha venido después de La salvación por algo en concreto?
Lucas: De todas formas, corrígeme si me equivoco, pero “Si hubiéramos sido más valientes” es una acción de amor, de melancolía o de…
Gabri: Bueno, yo no la veo tan así. Entiendo que se puede interpretar así, pero la veo desde el mirarse a uno mismo también. Puede ser una historia de amor, pero también puede ser cualquier otra historia en la que piensas que te hubiera gustado hacer las cosas de una manera diferente. Pero no se puede cambiar, no pasa nada, es aprendizaje. La salvación, como te decía, salió en la postpandemia. No pudimos girar el disco como nos hubiera gustado y tampoco pudimos darle la promo que nos hubiera gustado. Es verdad que, quizá, teníamos un momento de cierta crisis después de La salvación. Entonces este fue un proceso de mirarnos a nosotros mismos y ver qué nos apetecía contar desde la honestidad, ya sin expectativas, que lo que queramos conseguir sea disfrutando.

¿Por qué «las cosas más maravillosas solo las vemos con el filtro de los años», como dice la letra de “Si hubiéramos sido más valientes”?
Gabri: Porque vivimos muchas veces o en el pasado o en el futuro, y nos olvidamos precisamente —que es un poco el mensaje de la canción— de centrarnos en el presente y en disfrutar de lo que tenemos en el momento. Muchas veces somos muy poco conscientes de lo que tenemos.

 

«La colaboración con Conchita nace desde la amistad y el cariño que nos tenemos»

 

Cuando se escribe una letra y vuelcas lo que sientes, ¿guardáis distancias a la hora de contarlo? ¿Dónde está el límite para vosotros?
Gabri: En este disco hemos intentado que no existiera ese límite, contar lo que había que contar tal cual. Yo creo que eso también es parte de esa idea de la valentía. Sin dar detalles tampoco, porque lo importante es contar la verdad desde la emoción para que cualquier persona se pueda identificar. Las canciones “Otra vida” o “El curso natural”, por ejemplo, son temas difíciles de contar.

¿Cómo de difíciles?
Gabri: Pues “Otra vida” es una canción que dedico a mi mejor amiga de la facultad, que falleció hace un par de años de un cáncer. Había momentos en los que pensaba en darle un toque optimista a la canción, más positivo, pero es que la canción nacía de ese sentimiento.

Cuando hay una letra triste, ¿la música tiene que ser alegre, lo contrario?
Lucas: Yo creo que no. La combinación de esa melancolía o tristeza con música no tan triste, a mí me gusta mucho personalmente. Nosotros normalmente componemos la música primero y la letra después.
Gabri: Era una letra en la que yo no tenía pensado hablar de eso. Esa canción nació en el estudio. Entre Lucas y Pablo (Cebrián) se pusieron a hacer la música de ese tema; faltaba un tema más íntimo, como para cerrar el disco.
Lucas: Cuando entra la batería a saco en “Otra vida” es el punto optimista; lo que quizá le falta a la letra se lo da la música. Es la combinación que yo digo que me gusta, porque tiene partes muy tristes, después partes más optimistas, después entran sintetizadores, entra la batería…
Gabri: En este caso, la música me sugirió la letra.

¿Componer antes la música, la melodía, puede condicionar la letra?
Gabri: Creo que a mí no me condiciona tanto, porque tengo algunas letras ya escritas o ideas, así que no me condiciona tanto. Pero en ese tema en concreto sí, absolutamente, la música me llegó ahí. Me parecía superbonita, melancólica… Entonces, ¿qué historia tengo yo que contar que tenga que ver con estas emociones?

En vuestro primer álbum, la canción “El final” es la que cierra. Sin embargo, en Si hubiéramos sido más valientes cerráis, en efecto, con “Otra vida”, aunque “El comienzo del final” es la que lo abre, pudiendo reflejar otro cierre.
Gabri: “El comienzo del final” refleja mucho lo cíclico que es todo. El final de una cosa siempre es el principio de la siguiente, y creo que nosotros estamos ahí; nuestra sensación es que estamos en un ciclo nuevo, en una etapa diferente de nuestra vida.
Lucas: Que sea la primera, simplemente se debe a que es muy directa, muy comercial la melodía, porque empieza la batería directamente… La canción comienza a todo trapo desde el principio. Queríamos hacer una cosa así para el oyente, algo que tuviera que captar en veinte o treinta segundos, que fuera una cosa rápida y no una introducción larga. Algo directo que empiece cañero.

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