El oro y el fango: El cedé ha muerto, ¡viva el cedé!

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«Acojona comprobar que en Alaquàs y en Granada ya dan por hecho que el cedé es un objeto poco usado o anticuado, comparable a la cinta de casete, en absoluto en consonancia con los tiempos actuales»

Un par de concursos de maquetas ya no admiten el cedé como formato con el que entregar el audio de los temas de los concursantes, por «obsoleto». Juan Puchades le da alguna vuelta al asunto.

 

Una sección de JUAN PUCHADES.
Ilustración: BORJA CUÉLLAR.
«Este concurso pretende estar en consonancia con los tiempos actuales por lo que no admitirá maquetas en formatos hoy en día obsoletos como la cinta de casete o el cd. Únicamente se admitirán los temas en formato digital que se puedan reproducir directamente desde cualquiera de las muchas plataformas existentes en la red (MySpace, YouTube, Spotify, Bandcamp, etc.) o enviados mediante correo electrónico en formato mp3».

El texto anterior lo vi reproducido en ese pozo sin fondo que es Facebook: alguien lo había destacado, señalando el párrafo en cuestión con una significativa flecha y un subrayado para transformarlo de este modo en una de las múltiples gracietas, o curiosidades, que circulan por dicha red social. Sorprendido, copié la primera frase y la introduje en Google, el resultado de la búsqueda fue que pertenecía a las bases de dos distintos concursos de maquetas: «Prefra. Emergentes 2012», organizado por el ayuntamiento valenciano de Alaquàs, y «Emergentes», en su edición también de este año, organizado por la sala Planta Baja de Granada y con la colaboración de la diputación granadina.

Nueva sorpresa: ambos concursos reproducen exactamente el mismo texto. Es decir, uno ha copiado al otro. ¡O ambos han copiado a un tercero! Ni se han molestado en dejar caer alguna coma en esas dos largas frases aquí destacadas, para que el lector interesado tome un poco de aliento mientras las lee. Para qué, que como ellos no están obsoletos, copian con gusto y sin añadir nada, que eso sería creatividad, ¡y estamos en los días del «comando c, y pienso poco»!

Tras la risa por lo grotesco del asunto, regreso a las bases de los concursos de marras, buscando la descripción del premio: en el de Alaquàs consiste en tocar en directo, pero en el de Planta Baja, la cosa tiene su miga: «El ganador tendrá derecho a la grabación de un álbum en el estudio Producciones Peligrosas de Granada, con todos los gastos y asistencia técnica cubierta, y a la posterior edición del disco correspondiente». ¡¿Grabación de un álbum?! ¡¿Edición del disco?! No salgo de mi asombro, y ellos no especifican más. Intrigado, decido consultar el sufrido diccionario de la Real Academia y en la tercera definición de «álbum» se nos informa de que se trata de un «Estuche o carpeta con uno o más discos sonoros». No hay duda, hay que buscar «disco» en el diccionario, y la segunda entrada lo define como: «Lámina circular, especialmente de plástico, que, con ayuda de un tocadiscos, reproduce sonidos previamente registrados.» De acuerdo, la RAE en esta entrada se refiere ¡a los vinilos! ¡El cedé está obsoleto y estos todavía dan cuenta de vinilos! ¡Ja! Tranquilidad, que «disco» tiene más acepciones, así que sigo buscando y tropiezo con «disco compacto» (lo que viene siendo un cedé, para entendernos), y dice: «Disco óptico que se graba en forma digital, lo que permite acumular una gran cantidad de información». En Alaquàs y Granada, pura obsolescencia, ya hemos visto. Sigo bajando y encuentro definiciones para «disco duro», «disco magnético» y «disco rígido», pero se las ahorraré al amable lector que igual no tiene tanto tiempo libre como yo y, además, puede suponer sus significados. En todo caso, por «álbum» y «disco», ustedes y yo entendemos lo que entendemos.

Por si acaso, vayamos de nuevo a la RAE –hay edición gratuita en internet, y se consulta en un plis-plas, que los señores académicos no sé si son de Alaquàs o de Granada, pero están al día– e introduzcamos «obsoleto». Allí se nos dice que este adjetivo significa «Poco usado» o «Anticuado, inadecuado a las circunstancias actuales». Acojona un poco ver la tremenda contradicción que esconden las bases del concurso granadino (por no hablar de lo poco atractivo que resulta presentarte a un concurso en el que el premio consiste, a falta de euros contantes y sonantes, en algo «obsoleto»…). Pero más acojonamiento provoca, si cabe, comprobar que en Alaquàs y en Granada ya dan por hecho que el cedé es un objeto poco usado o anticuado, comparable a la cinta de casete, en absoluto en consonancia con los tiempos actuales.

Hay que dar con urgencia la buena nueva a las gentes que todavía editan o fabrican cedés, que sepan que lo suyo se ha terminado definitivamente, que busquen otras salidas laborales, que por ese camino van mal, que el tren de la historia les ha pasado por encima. Y el próximo sábado me acercaré al mercadillo callejero que se organiza en mi barrio para informar a los manteros (últimamente han reaparecido en buen número) de que es mejor que lo dejen estar y que pasen a su clientela copias de discos y pelis en memorias usb, ¡que están obsoletos! Diablos, que así no se puede ir por la vida, que no se enteran de nada, mejor que se dediquen a vender falsificaciones de Armani o de Loewe.

Lo cierto es que es para deprimirse, porque miro a mi alrededor y me veo, mientras escribo esto, rodeado tanto de libros como de cedés, y si giro un poco la cabeza… ¡Horror! ¡Incluso de cintas de casete! ¡Hasta de vinilos! Definitivamente estoy obsoleto. Pero… digan lo que digan en Alaquàs y en Granada, no me importa lo más mínimo. Aunque eso sí, el futuro parece que ya recorre las calles de dichas poblaciones y es presente. Cualquier día nos alcanza a todos y acabamos cual pieza de museo.

Anterior entrega de El oro y el fango: La música con letra entra.

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