El Hombre Garabato: El sentir sobrenatural

Autor:

el-hombre-garabato-09-11-16-a

“No se trata solo de mirar hacia dentro, sino de observar cómo nuestra realidad social también está tocada por sus particulares demonios”

 

Escribir canciones para Jose Antonio García, y tomar como referencia las letras de Jose Ignacio Lapido en 091, suponían un reto tan grande para El Hombre Garabato que fueron el origen de otra colección: el epé “Demonios”. Días antes de tocar en Madrid, el 2 de diciembre en el Honky Tonk, hablan de sus nuevas canciones con Juanjo Ordás.

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

El Hombre Garabato lleva tiempo apuntando maneras, pero es ahora, con el epé “Demonios” (2016), cuando llegan a la meta y se sitúan como una de las grandes bandas de rock alternativo español. Era importante hablar con ellos, porque a pesar de tratarse de cinco canciones, este trabajo debería recibir el tratamiento de disco. En su puñado de canciones encierra verdad, realidad y misticismo, un universo que pide al oyente atención e instinto casi sobrenatural. Sin duda, uno de los trabajos del año. Sin duda, el momento de que les prestes atención. Con todos vosotros, El Hombre Garabato.

 

Antes de meternos en las canciones que contiene “Demonios”, la portada ya indica que nos encontramos con un trabajo especial. Hay algo incontenible en ella, es muy simbólica.
Nico: Cierto, es muy simbólica. Es obra de Vanesa Zafra, muy conocida por sus cubiertas para grupos del indie español. Vanesa ha captado perfectamente el concepto general del disco y lo ha plasmado en imágenes de manera incontestable. Se trata de un grabado simbolizando la explosión turbulenta de las sombras no asumidas, de los latentes desajustes interiores, de los demonios personales. En palabras de Vanesa: “Poético, maravillosamente poético y horrible”.

 

el-hombre-garabato-demonios-09-11-16-b

 

“Estamos muy satisfechos por haber encontrado ese equilibrio entre expresividad y solidez”

 

Aunque se trata de un epé, su secuenciación para la escucha está diseñada. Hay un guion claro, no son seis canciones lanzadas al azar. Existe una dinámica. ¿Por qué?
Nico: En otras ocasiones hemos hecho canciones sin orden y después hemos confeccionado el disco. En este caso todo responde a un orden determinado. La primera canción que escribí fue ‘La sombra de un gigante’. Yo estaba haciendo temas para José Antonio García antes de que se reunieran 091, y la tarea me resultaba muy ardua porque sentía a mis espaldas la grandeza de las canciones de Lapido. Recordé la frase de Brahms hablando de Beethoven en la que decía algo así como: “Nunca comprenderá usted lo que sentimos los músicos cuando oímos detrás de nosotros el paso de un gigante como Ludwig van Beethoven”. Así me sentía yo escribiendo. Escribí el tema del tirón, y esto me hizo reflexionar mucho acerca de mis propios miedos, complejos y limitaciones, de mis demonios personales. Lo comenté con el grupo y pensamos hacer un disco que girara alrededor de esta idea.

 

Siempre hay que explicar al público qué contiene un disco para que sea proclive a escucharlo. Al margen de sus canciones, ¿qué sentimientos encierra “Demonios”?
Nico: El disco lo hicimos con una función catártica. Al escribirlo, nombraba uno a uno mis demonios personales, y al nombrarlos y cantarlos, siento que en cierto modo los neutralizo. He acudido mucho a imágenes oníricas, rescatadas directamente de mis sueños, y en este sentido, pueden resultar a veces letras con cierto aire surrealista, sobretodo ‘Demonios I’ y ‘Demonios II’, que son un catálogo de imágenes inquietantes extraídas directamente de mi inconsciente, sin un orden determinado. El resto tienen como núcleo fundamental el miedo (‘Sentirnos fuertes’), el complejo de inferioridad (‘La sombra de un gigante’) y la culpa: (‘El peor error’). Queríamos que la quinta canción (‘Esperando a que salga el sol’) diera un poco de luz y contraste, ofreciendo una salida.

 

Hay algo especial, casi diría que preternatural, en las letras y música. Pienso en la letra de ‘Demonios’: “Sueños que hablan de sombras no reconocidas”. ¿El Hombre Garabato acepta el misterio cotidiano, lo asume y se pregunta por él?
Nico: Sí, totalmente. En las letras he intentado buscar imágenes inconscientes y extraerlas sin ningún tipo de censura. Esa frase a la que haces referencia es muy representativa, casi todo el disco habla de esas sombras no reconocidas que afloran en los sueños, en la creación, en las canciones. En este sentido me gusta nutrirme del imaginario bíblico y religioso y de la mitología, ya que son símbolos que conectan muy bien con el inconsciente colectivo y con mi propia visión del mundo.
Óscar: En lo que respecta a la música, en todo momento hemos querido que la melodía y los arreglos incidan en este aire general de las letras y las apoye y realce.

 

 

En ‘Sentirnos fuertes’ nos encontramos de nuevo con el alma humana y el peor napalm con el que bombardearla: el miedo, como comentabas.
Nico: Hablamos del miedo, pero en este caso no como un miedo personal y concreto, sino como una especie de miedo colectivo que nos paraliza y nos impide abrirnos al otro, a los demás, a lo diferente.

 

A lo largo del epé hay un pulso entre terror y esperanza, ¿es así?
Nico: En ningún caso hemos querido narrar un mensaje pesimista, sino en todo caso abierto a una salida. El disco está pensado, tanto en letra como en música, como una lucha entre la realidad deficiente y herida de cada uno de nosotros, y la posibilidad de una redención mediante la apertura a los demás, a la belleza o a lo diferente. La psicodélica ‘Esperando a que salga el sol’ es una apuesta por la redención mediante la apertura a otra persona que pueda sanar o reparar esos mecanismos heridos.

 

Pese a ser un trabajo muy orientado hacia el sentir personal, el exterior siempre influye de alguna manera. En ‘Demonios II’, el tema que cierra, se aprecia una crítica social. ¿A qué se debe?
Nico: Así es. No solo hemos querido hacer una mirada introspectiva, también hemos intentado mostrar los demonios de la época que nos ha tocado vivir. No se trata solo de un trabajo de mirada hacia dentro, sino de observar cómo nuestra realidad social también está tocada por sus particulares demonios. Esa canción, que intencionadamente pusimos al final, es una continuación “hacia fuera” de ‘Demonios I’. Dejamos una posible solución en el verso “Mirando tus ojos consigues atarme a la vida”, ofrecido como una vía de redención.

 

Ya en el plano más musical, creo que sacáis mucho partido al hecho de que los cinco miembros del grupo cantéis. En los coros hay mucha vida, hay un apoyo vocal firme.
Óscar: Efectivamente, algunos de nosotros hemos tenido o tenemos otras formaciones en las que también cantamos. Además, muchas de nuestras influencias musicales pertenecen a grupos donde la armonía vocal es protagonista, es algo que nos fascina. Por eso a la hora de arreglar los temas nos sale de forma natural acompañar la voz de Nico con dos y tres voces, como si todas fueran la principal, al estilo de C.S.N.Y. Es algo que siempre explotamos, y creemos que es un sello distintivo de nuestro grupo.

 

el-hombre-garabato-09-11-16-c

 

También es interesante que los arreglos de las canciones sean sutiles. Obviamente están ahí, pero como queriendo respetar la base, el hueso de la canción tal y como se concibió.
Óscar: Pretendemos que el tema sea el protagonista, y precisamente para sacar el partido a las voces intentamos, quizá inconscientemente, no asfixiar el tema demasiado. También es cierto que las letras son un pilar fundamental en nuestras canciones y queremos que el mensaje no se pierda.
Nacho: Esto resulta de componer buenas canciones: una canción puede funcionar con toda la banda y deshincharse cuando la tocas al desnudo (guitarra y una voz), pero cuando el tema funciona, la banda simplemente se deja llevar hacia el resultado final con facilidad.

 

Creo que estáis a la altura de la escena granadina actual. ¿Os sentís parte de ella, herederos de esa mágica cantera?
Nacho: Pues gracias, decir que estamos a la altura de los grupos de Granada es algo grande. Es innegable la energía que desprende la escena musical de Granada, y en ella hemos crecido, aunque sea como espectadores. Esto se nota en nuestra música, estas influencias están presentes.
Nico: Nosotros nacimos un poco ajenos a la escena en Granada, no teníamos conocidos ni amigos músicos, ha sido después cuando nos han acogido, sobre todo Miguel Ríos, que nos dio la alternativa, y más fuertemente, José Antonio García, que se ha convertido en nuestro padrino musical. En ese sentido debemos mucho a nuestra ciudad.

 

¿Qué supone “Demonios” en vuestra carrera? Me gustaría saber cuáles serán vuestros siguientes pasos.
Nacho: El disco “Demonios” consolida el sonido de la banda hacia una dirección muy definida, estamos muy satisfechos por haber encontrado ese equilibrio entre expresividad y solidez. De cada disco que hemos publicado hemos aprendido algo hasta llegar al momento en el que nos encontramos. Estamos barajando la posibilidad de hacer una trilogía de epés que complementen a este “Demonios”, pero es solo una idea, tenemos que ir viendo qué pasos vamos a dar. Por ahora, buscar la manera de que llegue a la gente y defenderlo en directo.

Artículos relacionados