“El hombre de tu vida”, de Local Qua4tro

Autor:

DISCOS

“Cuando una canción pop se despoja de todo los que lastra su espíritu directo, alcanza la suprema perfección”

 

local-qua4tro-el-hombre-de-tu-vida-16-07-18

Local Qua4tro
“El hombre de tu vida”
AUDIOMATIC

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

Cuando uno se entera de que LocalQua4tro llevan seis discos en su haber —contando epés maqueteros, pero bueno, estos también tienen canciones— y la friolera de quince años en la brecha, entiende la maestría artesana que han conseguido y que les permite pulir a la perfección sus composiciones. Cuando una canción pop se despoja de todo los que lastra su espíritu directo, alcanza la suprema perfección. Y este es el caso, aunque puede valerse también el pop efectivo de trazas psicodélicas, espíritu folk o como en este caso, recuerdos de esos grupos de música ligera de los setenta. Curioso que desde el trazado de los grupos independientes —Maronda, Templenton— se reivindique ese pop festivo y luminoso que los setenta cultivaron, pero con historias de desamores dramáticos.

Ya desde el inicio ,‘Lorem ipsum’ nos ataca con una melodía rockera que sabe cambiar de tercio y llevar directa a un estribillo muy trabajado e imaginativo en el que estallan burbujas de colores. El dolor del final de una relación nunca fue expresado con tanta alegría en partitura. Porque las diez canciones parecen unidas por el hilo conductor del fracaso amoroso, desde el día de la ingrata o terrible separación hasta el despertar de nuevas ilusiones —‘Pídeme perdón’— pasando por desesperos y por mudanzas. Toda la travesía del desamor en diez pasos de vía crucis.

Es por ello que los fondos a veces son claros, pero con una extraña tensión angustiosa. Sucede en la que da título al disco, con un riff que aparece en contadas ocasiones pero que cuando lo hace resulta deslumbrante. El tono folkie del que hablábamos se apunta en la acústica y natural ‘Sur’ y —es un disco variado dentro de la estética pop común— en ‘Prefiero la muerte’ el estribillo colorista tiene como fondo un denso muro de sonido casi industrial.

Hacia el final vuelven a aparecer las melodías perfectas y las secuencias adictivas, como apelando a la felicidad. Así, ‘Nobel’ resulta similar a esa perfecta resolución que tenían las canciones de C.R.A.G., aunque en su segunda parte entra la voz femenina y crea un entramado de texturas envolvente, perfectamente medido. Y casi cerrando, a canción del verano indie, ‘Resaca de San Valentín’, deslumbrante y magnética a pesar de la letra, teñida aún por los despojos del amor. Un disco perfectamente disfrutable a la primera, pero que escucha a escucha se revela cada vez mejor construido, más equilibrado.

Anterior crítica de deuvedés: “Scream for me Sarajevo”, de Tarik Hodzic.

 

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