El disco del día: Vicentico

Autor:

«Vicentico, en todo caso, dignifica el género melódico, como llevándonos de vuelta a los años sesenta y setenta, cuando en él se encontraban canciones e interpretaciones que han quedado como piezas inexcusables de la mejor música popular»

Vicentico
«Vicentico 5»
SONY

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

 

Si lees esta crítica desde España y lo último que supiste de Vicentico (Gabriel Fernández Capello) fue que era el cantante de los fundamentales y gloriosos Fabulosos Cadillacs, la escucha de este disco te llevará a exclamar, «¡¿y esto?!». Pero hay que explicarlo: en contra del modelo tradicional de vocalista de grupo de éxito que en solitario continúa más o menos aferrado al sonido de la vieja banda, Vicentico se alejó de la impronta y la estética de los Fabulosos Cadillacs para desarrollar un cancionero que le ha permitido ir indagando en su faceta de cantante pop con voluntad latina. Y lo de pop en este caso viene de música popular, sin fronteras ni etiquetas: ni mentales ni musicales. Todo cabe en el discurso de Vicentico.

Y así llegamos a este quinto disco (sorprendentemente, distribuido en España) que por momentos parece el álbum de un cantante de los llamados melódicos, a lo que contribuyen las versiones de Roberto Carlos (gran lectura de ‘No te apartes de mí’, a dúo con su esposa, la actriz Valeria Bertuccelli), Abba (excelente adaptación de ‘The winner takes it all’: ‘Solo hay un ganador’) y Xuxa (‘Esto de quererte’, lo más accesorio e intrascendente del disco, también a dúo con Valeria Bertuccelli). Si Vicentico está jugando a derivar hacia el crooner latino, está bien, no hay nada que objetar, tiene la voz y la planta para hacerlo y, además, fascinantes canciones propias como ‘Creo que me enamoré’, ‘Un diamante’, ‘Nada va a cambiar’, ‘Fuera del mundo’ o ‘Carta a un joven poeta’ llevan impreso el sello del compositor de largo recorrido que sabe cómo pulsar fibras sensibles del oyente (aunque me asombra un texto como el ‘Soldado de dios’, ¡que da lugar a una desconcertante gran canción! Y para que el desconcierto sea mayor, en una entrevista Vicentico aseguraba no ser nada religioso). Vicentico, en todo caso, dignifica el género melódico, como llevándonos de vuelta a los años sesenta y setenta, cuando en él se encontraban canciones e interpretaciones que han quedado como piezas inexcusables de la mejor música popular (luego, desde los años ochenta, el panorama se enrareció mucho). Un espacio ese que nadie parece querer pisar y en el que Vicentico se mueve con soltura y elegancia. Pero hay más: cuanto más sobrio se pone en lo interpretativo y lo musical, más se crece y atrapa al oyente (así, temas más livianos como ‘La tormenta’ y ‘Fuego’ no terminan de funcionar).

La producción de Cachorro López tiende a lo esencial, sin estridencias pero tampoco dando demasiadas alegrías creativas, aunque algunos detalles (el tratamiento de las guitarras) nos hacen recordar que esta gente (tanto Vicentico como Cachorro) viene del rock, y eso contribuye a que estemos ante un disco que aunque irregular, guarda brillantes momentos. De lo que no hay duda es de que acompañar a Vicentico en su viaje musical está resultando toda una grata y sorprendente experiencia.

Anterior disco del día: Neil Young.

Artículos relacionados