El disco del día: The Kinks

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«¿Vale la pena gastarse un puñado de euros en estas grabaciones? La respuesta es un rotundísimo SÍ, así, con mayúsculas. Estas grabaciones de los Kinks son más auténticas que algunos de los discos ‘oficiales’ de los Kinks»

The Kinks
«The Kinks at the BBC»
UNIVERSAL

 

 

Texto: ÀLEX ORÓ.
 

 

Los sindicatos británicos durante la década de los sesenta eran cosa seria. Defendían con uñas y dientes los intereses de sus asociados, aunque, aparentemente, sus exigencias fueran en contra de los tiempos. Entre los más combativos estaban, sorpréndanse ustedes, los de los músicos y los ingenieros de sonido y técnicos de la British Broadcasting Corporation. Cuando a principios de la década estalla la beatlemanía, las emisoras de la BBC crean programas para canalizar la efervescente música juvenil y, al mismo tiempo, controlar que los adolescentes no escucharan mensajes inapropiados. Lo más lógico hubiera sido que un nutrido equipo de pinchadiscos se encargara de presentar los discos de bandas más populares, mientras que en los programas de televisión se utilizara el playback, pero hete aquí que los sindicatos de músicos no estaban dispuestos a permitir que un plástico redondo substituyera a tres, cuatro o cinco músicos o un orquesta entera. Los técnicos de la BBC tampoco querían ser víctimas de la industria discográfica. Durante toda la década de los sesenta, el “needle time”, el tiempo de música grabada que se podía emitir era mínimo por lo que la BBC se vio obligada a grabar sus propias sesiones con los grupos punteros, las “enlataba” en forma de cinta o incluso en pequeñas tiradas de cien a quinientos vinilos para que fueran emitidos por todas aquellas emisoras sindicadas con la radio pública británica. También lanzaba a través de las ondas algunas actuaciones en vivo. Todo para que los sindicatos de músicos y técnicos mantuvieran los derechos de sus asociados y gracias a la tozudez de los “trade unions” podemos disfrutar de discos como “The Kinks at the BBC”, que ha editado Universal.

El disco se puede adquirir en dos formatos: una caja de cinco discos compactos más un DVD y una más económica con solo dos cedés. Ésta última es la que ha llegado a nuestras manos e incluye cincuenta y cuatro canciones que la banda de los hermanos Davies grabaron para la radiotelevisión pública británica entre 1964 y 1977. A los fans más acérrimos de The Kinks algunas de estas grabaciones les resultaran familiares ya que en 2001 Sanctuary (filial de Universal) editó “BBC sessions 1964-1977”, con un total de treinta y cinco cortes, muchos de los cuales coinciden con los de esta edición de dos cedés y el resto se pueden encontrar en la caja de cinco.

Después de esta larguísima introducción, vamos a lo que realmente importa: ¿vale la pena gastarse un puñado de euros en estas grabaciones? La respuesta es un rotundísimo SÍ, así, con mayúsculas, y a continuación les vamos a exponer las razones. En primer lugar, porque estas grabaciones de los Kinks son más auténticas que algunos de los discos “oficiales” de los Kinks. Nos explicamos: en las sesiones para Pye, la banda contaba con músicos de sesión para a “apoyarles”. Por ejemplo, el batería Mick Avory fue sustituido en muchas ocasiones por Bobby Graham o Clem Cattini. En cambio, cuando grababan para la BBC, solo tocaban los miembros de la banda. Además, en estas sesiones apenas se utilizaban trucos. Se captaba el sonido del grupo tal cual, sin trampa ni cartón y en muchos casos con solo algunas mezclas. Las piruetas para cumplir con las normativas sindicales hicieron que, en algunas ocasiones, los propios Kinks grabaran las bases instrumentales mientras que las partes vocales se cantaban en directo durante las emisiones de radio o televisión.

La otra gran razón para hacerse con “The Kinks at the BBC” es su repertorio. No faltan los clásicos desde ‘You really got me’, ‘All day and all of the night’, ‘Waterloo Sunset’ a ‘Sunny afternoon’ pasando por ‘Victoria’ o ‘Lola’ (con la introducción del locutor en muchos casos)… pero lo más interesante son aquellos temas que no formaban parte del repertorio habitual de la banda liderada por Ray Davies como una versión de ‘Little Queenie’, de Chuck Berry, ‘You shouldn’t be sad’, ‘This strange effect’ o la divertida ‘When I turn off the living room light’, un descarte del elepé ‘The village green preservation society’. El orden cronológico del “track list” permite seguir con detalle la evolución de la banda desde el rabioso beat y R&B de la primera mitad de los sesenta, el frágil coqueteo con el pop psicodélico del segundo quinquenio de la década, las letras tan típicamente británicas de Davies y el inicio de la cuesta abajo a principios de los setenta, cuando Ray apuesta por mezclar folk con vodevil, aunque personalmente creo que es una etapa con mucho material infravalorado. También se puede comprobar cómo sonaban en el 77 los Kinks, el momento en que se reconvierten en una banda de rock adulto para sonar en las emisoras de la FM norteamericana y graban sus primeros discos para Arista. Es una lástima que la “heavyzación” de principios de los ochenta y la segunda juventud de la banda reventando las listas de ventas con ‘Come dancing’ no estén representadas en el disco ya que en esa época los hermanos Davies no grabaron ningún programa para la BBC.

La edición doble del cedé viene acompañada de un libreto en el que se explica cómo fue cada una de las sesiones o shows para la radiotelevisión británica, los créditos y un puñado de fotos que les van a dejar ensimismados. Y como soñar es gratis… ¿se imaginan que RTVE hubiera hecho lo mismo con Los Brincos, Los Bravos, Los Sirex, Los Salvajes…? ¿Se imaginan? ¡Nos estaríamos poniendo las botas!

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