El disco del día: «Stand up, people: Gypsy pop songs from Tito’s Yugoslavia, 1964-1980»

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«Una ineludible selección de la mejor y más popular música gitana que se editó en Yugoslavia entre 1964 y 1980»

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Varios
«Stand up, people: Gypsy pop songs from Tito’s Yugoslavia, 1964-1980»
VLAX RECORDS/ASPHALT TANGO RECORDS

 

 

Texto: CÉSAR CAMPOY.

 

 

Casi todo en esta vida tiene un porqué, un motivo. Sin ir más lejos, este disco que tenemos entre nuestras manos puede ser la razón original por la que Goran Bregović llena auditorios y estadios de fútbol en medio planeta, por la que (en parte) Mostar Sevdah Reunion se han convertido en embajadores mundiales de la música balcánica, o por la que las decenas de bandas de metales de Macedonia, Serbia o Rumanía encandilan a amantes del género, pero también a la intelectualidad más cool y molona.

Los orígenes de todo esto están en el polvo de los miles de kilómetros de caminos yugoslavos que se curraron aquellas bandas gitanas de los sesenta y los setenta; en aquellos ritmos romanís de esencia india, mezclados con primitivos sintetizadores y percusiones embriagadoras; en la llamada ineludible de endiablados violines y clarinetes; en inconfundibles voces tocadas con reverb; en letras picaronas, pero también en otras dramáticamente rebosantes de dolor y marginación, de ternura y melancolía…

Todo aquel universo quedó fielmente retratado en las innumerables referencias de míticas discográficas como Jugoton, PGP-RTB o Diskos, y, ahora, décadas después, ha sido recuperado por dos locos de aquel legado, que han rebuscado en aquellos catálogos para mostrarnos una ineludible selección de la mejor y más popular música gitana que se editó en Yugoslavia entre 1964 y 1980, año en que Tito falleció y la histórica unidad y fraternidad eslava registró uno de sus seísmos más considerables.

Durante muchos años, bajo el régimen del mariscal, los Roma fueron reconocidos como minoría y tuvieron oportunidad de mostrar buena parte de su legado cultural (en ocasiones, por supuesto, trufado de tópicos), combinándolo con influencias venidas de Oriente (las originales), Occidente (el uso de elementos del pop y el rock) y locales (el folclore yugoslavo). Un producto increíblemente masivo en la época, y un estilo que fue asimilado por los cánones del pop de aquel país, de Belgrado a Zagreb, de Sarajevo a Skopje. El resultado fue (es) una suerte de hipnotizantes melodías que encontró, en figuras como las de Esma Redžepova (su universo, faltaría más, va infinitamente más allá que su discutida presencia en Eurovisión) o Šaban Bajramović (todo un personaje; el Peret de los Balcanes), mitos incontestables, por cierto, recuperados por nuevas generaciones, como los anteriormente mencionados Mostar Sevdah Reunion.

«Stand up, people» reivindica su figura (impagables el ‘Pesma Šeher Sarajevu’ de la primera, o el ‘Kada zvona zvone’ del segundo), y también las de Muharem Serbezovski con su ‘Ramajana’, Hajra Sucurija y su casi psicodélica ‘Miro Ostišao as Zenom Kao Turist’, Duet Durić-Runjaić y la más académica ‘Amen Sama But Roma’, Bedrije Misin & Ansambl Braće Koko con la evocadora ‘Mo Vogi Dukalla’, Nehat Gaši y su machaconamente paralizante ‘Alo Dive Me Romja Te Mukav’, Medo Čun y su endemoniado clarinete repleto de influencias jazzísticas (‘Žanino Kolo’), o una curiosa formación, la Ansambl Montenegro (también conocida como Montenegro 5), que osó pasar por el filtro beat la mítica ‘Djelem, Djelem’, el himno Roma por antonomasia. Todo ello, en una compilación incontestable (incluye lujoso libreto interior), tan recomendable para eruditos y mitómanos (la mayoría son piezas raras), como para neófitos, ansiosos de sumergirse en tan hechizante mundo, y recorrer aquellos pedregosos, pero mágicos caminos.

Anterior disco del día: Happy New Year.

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