El disco del día: Salif Keita

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«Por lo que él mismo ha dicho, puede que estemos ante la última grabación discográfica de uno de los más grandes genios vivos de la música africana»

Salif Keita
«Talé»
EMARCY/UNIVERSAL

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

 

A juzgar por lo que él mismo ha dicho, puede que estemos ante la última grabación discográfica de uno de los más grandes genios vivos de la música africana. Una tristísima noticia de cuya dimensión y trascendencia muchos acabarán reparando y lamentando en el futuro, no ahora. La culpa hay que echársela a la piratería, que le obliga a concentrarse en el único “modus vivendi” que parece ser rentable para un músico a estas alturas: el directo. Y entre el mantenimiento de su familia y el de su fundación por los albinos de África, ya se sabe que sus necesidades son elevadas.

“Talé” es un disco que a la primera zambullida resulta extraño si piensas en los sagrados parámetros de “Moffou” y “M’Bemba”, glorioso pináculo de su inmersión en las raíces más tradicionales de su Malí natal. Pero al final acabas acostumbrándote a estos llenapistas sonrientes y amables (¿a que muchos se acuerdan todavía de Deep Forest?). Aunque ni mucho menos insustancial es la producción de Philippe Cohen Solal (el tercio francés de Gotan Project), lo que verdaderamente más cuenta es La Voz, argumento que en el caso de Salif Keita es ya de por sí apabullante. Siempre lo ha sido.

El tema ‘Samfi’ recurre descaradamente a un sampling del ‘Planet Claire’ de The B-52’s, lo cual no puede sino hablar maravillas de las habilidades del productor, que menciona sin embargo como referencia a los Talking Heads de ‘Remain in light’.

Repasando la historia de Salif Keita tampoco resulta ajena a él su vinculación con la música de baile, perfectamente presente a su manera en buena parte de su discografía. Otra cosa es acabar abriendo la puerta a invitados hasta treinta años más jóvenes que él, de los que no hay precedentes tan visibles en trabajos anteriores, lo cual tampoco es algo que reste. Por aquí desfilan Esperanza Spalding (‘Chérie s’en va’), Roots Manuva (‘C’est bon, c’est bon’), Manu Dibango (‘Après demain’) y Bobby McFerrin (‘Simby’), tan gutural este como siempre. Pero también participan “estrellas” menos conocidas en Occidente, como Mamane Diabaté (balafon) y Aboussi Cissoko (ngoni).

El “sticker” de la edición francesa reza así: “Un álbum digital vintage, retro-futurista y festivo. Un cross-over explosivo”. Y de hecho parece situar a Salif Keita en el radar de las cosas que se cuecen en esta segunda década del nuevo milenio (a la manera de ver de la francofonía musical, claro está). Aunque quien esto suscribe piensa que esto es algo que nunca ha necesitado, si es que esta es la razón de por qué lo ha hecho. Precisamente él.

Anterior disco del día: Toulouse.

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