El disco del día: Pop Tops

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«La visión general apunta a una extraña carrera, desconocida pero llena de grandes canciones, irregular pero constantemente reinventada, atenta a nuevos caminos»

Pop Tops
“Todas sus grabaciones (1967-1974)”
RAMA LAMA

 

 

Texto: CÉSAR PRIETO.

 

 
Si hay algún grupo español que represente el modelo del «one hit wonder» anglosajón esos son los Pop Tops, carne de recopilatorio oldie y de orquesta televisiva no supieron salir del ‘Mammy blue’. Nos arriesgaremos, coincide que el ‘Mammy blue’ es su mejor canción. El contraste entre el terciopelo de los coros y los arreglos y el desgarro de la voz de Phil Trim –una de las marcas de calidad del grupo– junto al magnetismo mantra de la melodía conforman una canción de extraña fascinación. Recién entrados los setenta alcanzaron su momento de esplendor y la torpeza que tuvieron al publicar como siguiente single ‘Suzanne, Suzanne’ –casi un autoplagio, calcada en estructura, en coros, en fraseo de su anterior éxito– los llevó a difuminarse lentamente. Algo extraño en un grupo que había tanteado todos los caminos.

Precisemos, los Pop Tops tienen canciones que provocan sopor o indiferencia pero también oro puro. Escogida su producción, daría para un “Grandes éxitos” de impresión, de los mejores discos del pop español de esa época. La recuperación de su obra completa por parte de Ramalama era necesaria, pero ¿qué escoger de ahí? Vamos a ello. Como en todos los grupos de esos años, caras B inmensas. El delicioso proto-reggae que es ‘I can’t go on’, el aire jazzy del saxo de ‘Who will believe’, el esplendor denso y pantanoso de ‘Grief and torture’ e incluso la tropical y bubblegum ‘Love motion’, a la manera de las canciones que hacían los Tremeloes en esa época.

De hecho, y eso importa poco ahora, los Pop Tops era un grupo de estudio, su única marca era la voz del trinitense Phil Trim, a años luz de cualquier otra del panorama español –excepto quizás la de Mike Kennedy, en otro registro–. Y empezó con adaptaciones de aires barrocos derivadas de ‘Con su blanca palidez’ de Procul Harum, cantatas de Bach o el ‘Canon’ de Pachelbel fueron sus primeros pequeños éxitos, los menos destacables quizás, aunque les sirvieron para llegar a Europa. Y a partir de ahí divagan en múltiples direcciones: algún aire caribeño afín al origen de su cantante como ‘That woman’, himnos de paz y libertad con envoltorio góspel como ‘Road to freedom’, baladas soul a lo Otis Redding; incluso tras su gran éxito prueban con calas de optimismo folk, delicada ‘Hideaway’ y envolvente y magnética –incluso con armónica- ‘My little woman’. Tras ella fueron languideciendo, lentamente…

La visión general apunta a una extraña carrera, desconocida pero llena de grandes canciones, irregular pero constantemente reinventada, atenta a nuevos caminos pero sin centrarse en ninguno. Desperdiciados, parecen representar a la vez todo lo malo y todo lo bueno que tuvo el pop en esas épocas.

Anterior disco del día: Dehra Dun.

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