El disco del día: Pat Metheny

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«Aquí Pat Metheny sigue brillando con esa diversidad tan suya, con su característico abanico de tonos e intensidades»

Pat Metheny
«The Orchestrion project»
NONESUCH/WARNER

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

 

Ya en 2010 Pat Metheny publicó bajo el nombre de “Orchestrion” una serie de piezas nuevas que tenían la particularidad de estar interpretadas con el apoyo de una orquesta de instrumentos mecánicos, accionados automáticamente por el propio guitarrista en un proceso similar al midi. Este nuevo “Orchestrion” –que sale en formato de disco doble– contiene las mismas cinco piezas de aquel más ocho nuevas. En el bloque nuevo concurren dos improvisaciones –numeradas correlativamente– y otras piezas grabadas anteriormente por el artista en proyectos anteriores, sometidas aquí a los vaivenes de la orquesta, que queda siempre por detrás –perfectamente subordinada a la presencia guitarrística–, y cuyo concurso ha sido, a pesar de todo, mucho más cálido de lo que podría esperarse.

Pat Metheny es una tremenda personalidad de la(s) guitarra(s) en cuya larga trayectoria han jugado siempre un papel muy importante los cambios de formato, que a la postre no hacen sino subrayar su propio estilo y personalidad. Estirar la “performance” de este invento más allá de la sorpresa de la idea inicial es algo que algunos críticos no han entendido, dándole por lo visto más importancia al “cómo” que al “qué”. Precisamente Stevie Wonder llegó a hacer hasta tres discos consecutivos con aquel gigantesco “rack” de sintetizadores que le construyeron Robert Margouleff y Malcolm Cecil a principios de los años setenta, y lo que se recuerda de aquellos discos son lógicamente las canciones.

Aquí Pat Metheny sigue brillando con esa diversidad tan suya, con su característico abanico de tonos e intensidades. Con piezas que oscilan del “uptempo” juguetón de ‘Stranger in town’ a la introspección lírica de ‘Antonia’ y su bella melodía, o al minimalismo free de ’80/81 – Broadway blues’ (Ornette Coleman dixit), sin olvidarnos de la libertad creativa que presenta en las dos improvisaciones antes mencionadas. Solo en una pieza, la exquisita ‘Sueño con México’, se pueden apreciar rastros del tremendo camino que ha recorrido el guitarrista de Missouri desde los años setenta hasta la actualidad. Y la que le sigue, igual de modélica, ‘Tell her you saw me’, nos evade del entorno y permite ponerle rostro humano a esta orquesta que no lo tenía cuando entró en el estudio y sí cuando salió.

El único “pero” que le hago a su orquesta mecánica tiene que ver solo con una pregunta que yo me hago en voz alta: ¿en qué situación queda el Pat Metheny Group mientras su jefe tenga siempre un juguetito así a su disposición?

Anterior disco del día: Julio de la Rosa.

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