El disco del día: Los Huéspedes Felices

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«Algo así como una trinidad que tuviese en sus vértices a Los Pasos, Los Negativos y los Pink Floyd de Syd Barrett»

Los Huéspedes Felices
«Cambios»
B-77


Texto: CÉSAR PRIETO.


Luis Íñiguez lleva desde hace años consiguiendo milagros desde la música. Milagro es que se sostenga un festival tan íntimo como el Felipop, que su fanzine «18 rodas» editara tantos números y que desde su blog recupere discos tan maravillosos. También lo es que continúe su grupo, Los Huéspedes Felices, y que cada temporada nos sorprenda con nuevas canciones, desde aquel lejano EP para Animal Records. En esta ocasión, de nuevo le pedía el cuerpo editar temas que se habían ido acumulando y así podemos disfrutar de “Cambios”.

Sólo seis canciones, es cierto, pero llenan el espacio sin ningún tipo de límite. En todos los sentidos, porque si bien es cierto que estábamos acostumbrados en ellos a sonidos pop más puros, en esta ocasión siembran garaje y les nace psicodelia. Son cañonazos de base bien rotunda en los que ya desde el mismo primer corte –atentos al título: ‘Explorando nuestra mente’- despliegan guitarras fuzz, ruidos espaciales, ambiente lisérgico. Algo así como una trinidad que tuviese en sus vértices a Los Pasos, Los Negativos y los Pink Floyd de Syd Barrett. La parte más dura se completa con una versión del primer lp de Procol Harum, ‘Kaleidoscopio’.

Pero a partir de aquí, con el íntimo instrumental que da título al EP, con acústica y sonidos de flauta, se da paso a texturas más californianas, a estructuras cercanas al rock ácido que a veces se despeñan en motivos casi progresivos como en ‘Confusión’ y a veces se convierten en humo de desolación como en ‘Canción triste’

Pero aún queda tiempo para una vuelta de tuerca más, lo dicho, llenan el espacio con una canción de pinta más melancólica, pero luminosa en su melodía y en su título: ‘Brilla’. Teclados, palmas y un aire que podría haber defendido con elegancia el gran Andrés do Barro. Son, quizás, canciones de manual, siguen líneas ya establecidas. Pero cuando se tiene erudición, voluntad y energía, no hay manual que valga y quedan definitivamente redondas.

Anterior disco del día: Ultra High Flamenco.

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