El disco del día: Kiko Veneno

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«Esto es música folk, del pueblo, a pie de calle, aunque parida en formato rock por un Kiko Veneno tocado por la gracia sureña como nunca antes»

Kiko Veneno
«Échate un cantecito»
SONY

 

 

Texto: XAVIER VALIÑO.
 

 

Sí, ya, un álbum de hace veinte años como disco del día. Ni que no hubiéramos avanzado nada desde entonces. Sucede que ante algo tan incontestable como este trabajo, no hay ironía que pueda con ello: disco del día hace veinte años y disco del día ahora mismo si hace falta. Y es que, además, está rodando por ahí desde hace unos pocos días una reedición que sirve como excusa y justifica ese merecido galardón.

Difícilmente podemos decir nada sobre las diez canciones que Kiko Veneno publicó en 1992 con el título de «Échate un cantecito» que no se haya dicho ya. Aquí encuentra su perfecta traslación a música el acervo popular de su momento. Esto es música folk, del pueblo, a pie de calle, aunque parida en formato rock por un Kiko Veneno tocado por la gracia del Señor y la gracia sureña como nunca antes (tal vez su debut como Veneno) y solo algunas pocas veces después (en canciones de sus siguientes discos, aunque nunca todo un disco íntegro).

Leía el otro día algo que yo también he compartido durante todos estos años: si tengo que explicarle a alguien cómo suena el pop genuinamente español, si le tengo que regalar un disco a alguien que no tenga ni idea de lo que por aquí se cuece o se ha hecho, entonces este es el álbum perfecto, el que nunca falla. Dejó completamente satisfecho a todo aquel que lo escuchó en su día y sigue convenciendo a aquel que lo descubre por vez primera. De muy pocos discos se puede decir lo mismo –se cuentan con los dedos de la mano–, y este es uno de ellos.

Veinte años después, sus músicas y sus personajes siguen vivos en el imaginario popular, en el subconsciente colectivo: Joselito, Lobo López, aquel mensajero con una carta sin nombre, el amante que echa de menos a su antigua pareja, el que encuentra fuego en el monte de Venus, el pobre desgraciado que llega en un Mercedes blanco a la feria del ganado…

Suficiente para hacerse con él, sin duda alguna. Pero hay más. Ahora, veinte años después, algo hemos aprendido. En época de crisis, las discográficas han aprendido a mimar al consumidor de discos de siempre y, también, al joven melómano que busca valor añadido. Fuera de España se están editando verdaderas joyas muy apetecibles desde hace unos años. Por suerte, parece que esa política descaradamente comercial, sí, pero también más que gratificante, se empieza a poner en práctica aquí, y este lanzamiento (junto a la caja recopilatoria de Los Enemigos, también editada en estos días) es un buen ejemplo.

Junto al disco original hay más material. La joya de la corona es el facsímil del diario de la grabación de puño y letra de José María López Sanfeliu, Kiko Veneno, que este escribió en la primavera-verano de 1992. Desde que sale de España, el 16 de mayo de aquel año, y hasta que deja Londres, los cuarenta días pasados en Inglaterra quedaron documentados en una libreta que hasta ahora desconocíamos y que, por suerte, ahora se nos abre de par en par. En él conocemos a un Kiko Veneno que descubre la capital británica, que entra en contacto con músicos de otras latitudes, que está convencido de que está grabando el disco de su vida y que también tiene sus dudas, sobre todo por la voz que en ocasiones no encuentra y que le lleva a grabar una nueva toma de ‘Joselito’ poco antes de subirse al avión que lo traerá de vuelta.

Además, se incluye un segundo compacto con once canciones. Tres ya eran conocidas, pues se trata de tres versiones extraídas del disco «Puro Veneno» en compañía de Martirio, Andrés Calamaro y Albert Plá. A su lado, cuatro de las canciones del disco en versiones maqueta previas a su grabación con la única participación de Kiko (y Andrés Herrera «Pájaro» en dos de ellas): tres ya tenían la base, la estructura, el esquema de lo que sería la grabación posterior, pero hay al menos una en la que aún estaba por definir en su forma definitiva (‘En un Mercedes blanco’).

Otro tema de este segundo disco, con letra distinta, parece indicar ya desde el título que se trataba de una secuela o continuación, ‘Superhéroes de barrio 2’, con más razón si tenemos en cuenta que fue grabada dos años después, en 1994. Además, se incluye una versión en directo de ‘Fuego’, la interpretación del propio Kiko de su legendario ‘Volando voy’ y una remezcla bailable de ‘Echo de menos’ registrada por el productor Jo Dworniak en 1993.

Para completar la edición, se incluye también un deuvedé con catorce canciones, todas interpretaciones en directo de canciones del disco (se repiten varias), más dos tomas de ‘Volando voy’ y el videoclip de ‘En un Mercedes blanco’. Cronológicamente, este repaso empieza con dos apariciones en «El peor programa de la semana», conducido por y en la compañía de El Gran Wyoming, para continuar luego con cuatro cortes grabados para «Área reservada» en 1993.

A continuación, un ‘Superhéroes de barrio’ del Festival de Jazz de San Javier a dos guitarras y cinco de las canciones interpretadas por Kiko Veneno en el Festival Internacional de Benicàssim en 2007, una contratación que pareció polémica en su día por salirse de la línea habitual del certamen. Si los programadores hubieran sabido de antemano cómo iba a responder el público presuntamente indie cantando a pleno pulmón estos temas ya clásicos, no hubieran tenido la menor duda. ¿Y por qué fue así? Habrá que volver a empezar estas líneas para entenderlo, si es que alguien tiene aún alguna duda.



Anterior disco del día: Van Dyke Parks.

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