El disco del día: James Walbourne

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«Un trabajo que humea, que desprende olor, quizás el de una buena taza de té o café para saborearla mientras se escucha este debut de James Walbourne»

James Walbourne
«The Hill»
HEAVENLY


Texto: ÀLEX ORÓ.


Disco de debut de un veterano de poco más de treinta años. El británico James Walbourne ha sido conocido hasta ahora por ser un eficiente guitarrista mercenario que ha colaborado, desde finales de los noventa, con los Coal Porters, la banda del ex Long Ryders Sid Griffin; Peter Bruntnell Combination, Dust, Death Vegas, Jay Farrar en su regreso en 2005 con los Son Volt, Jerry Lee Lewis, Edwyn Collins, The Pogues y, más recientemente, fue reclutado para grabar “Break up the concrete”, el disco de 2008 de Pretenders. Este currículo le ha hecho tener fans como el novelista Nick Hornby, gran aficionado a la música pop, que en alguna ocasión ha ensalzado el estilo de los solos de Walbourne. Sorprende, pues, que un músico de tan dilatada trayectoria artística no hubiera grabado composiciones propias hasta ahora. “The Hill” es un homenaje a Muswell Hill, el barrio londinense donde se crió y al que The Kinks también dedicaron un disco a principios de los setenta.

Diez canciones forman el sólido armazón de “The Hill”. Son temas cálidos, muy influenciados por el folk norteamericano, el country y el blues. Así, ‘Northern heights’ es un ejemplo de canción de aires vaqueros en el que se puede oír una cítara, mientras que la acústica ‘Songbird’ es de corte más bucólico. Las deudas con el blues están representadas por ‘Waiting room blues’ o ‘Cocaine Eyes’.

“The Hill” es un disco de perfecto sonido y producción pero que tiene “alma”, algo que no siempre se consigue. Es un trabajo rugoso, con recovecos sonoros escondidos aquí y allí. Es un trabajo que humea, que desprende olor, quizás el de una buena taza de té o café para saborearla mientras se escucha este debut de James Walbourne.

Anterior disco del día: Andreas Prittwitz.

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