El disco del día: Grimes

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«Nostalgia por los 80 tan ambivalente y tan bien matizada que convierte a este ‘Visions’ no solo en un placer nada culpable, sino en uno de los álbumes más singulares y adictivos de los últimos tiempos»

Grimes
«Visions»
4AD

 

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
 

 

La tercera entrega de Grimes merece que sumemos ya un nuevo nombre al firmamento de divas que, con mayor o menor fortuna, y casi siempre desde postulados cercanos al electro pop, están regenerando un star system esquivo (como no podía ser de otra forma en estos tiempos) que tome el relevo a toda la legión de wannabies de Madonna. Ese que, entre finales del siglo pasado y comienzos de este, copó aquello que se dio en llamar listas de éxitos merced a burbujeantes singles dispersos en álbumes que rara vez hacían gala de cierta consistencia. Porque aunque hace años que Annie, Robyn o Lykke Li transitan estos derroteros, y pese a que los nombres de Zola Jesus o Fever Ray hayan salido también a relucir, lo de Claire Boucher, con apenas 23 años, es mucho, muchísimo más. Su voz, fantasmagóricamente aniñada, merecedora de comparaciones con la de Liz Fraser, Kate Bush e incluso Enya, refuerza el cordón umbilical que la une al pedigrí de un sello como 4AD.

Metidos en faena, unos cuantos botones de muestra dan fe de la capacidad de embrujo de un álbum inagotable: ‘Be a body’ es como two step sacado de una dimensión paralela, ‘Circumambient’ tiene la contundencia neo industrial que tanto se echa de menos en Björk, ‘Genesis’ juguetea con tanto descaro entre el neo gótico y el r’n’b de muslo prieto que atrapa irremisiblemente y ‘Oblivion’ parece ensamblar la melodía del ‘One way or another’ de Blondie entre pulsaciones de un synth pop espectral y gélido, de una apariencia sorprendentemente astral para su economía de medios. Todos con una pátina mercurialmente ultraterrenal, apenas disipada en temas como la sensual ‘Vowels=space and time’, no por más carnal menos apetitosa.

Lo que tenemos aquí, resumiendo, es una nostalgia por los 80 tan ambivalente y tan bien matizada, recubierta de una neblina tan densa como hipnótica, que convierte a este «Visions» no solo en un placer nada culpable, sino en uno de los álbumes más singulares y adictivos de los últimos tiempos.

Anterior disco del día: “Sensacional soul. Vol. 3”.

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