El disco del día: «Gangster squad»

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«La música de la película “Gangster squad, brigada de élite” es una muy lograda aproximación ‘vintage’ al pop y al jazz que se escuchaba en Los Ángeles en 1949»

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«Gangster squad»
SONY CLASSICAL

 

 

Texto: GERNOT DUDDA.

 

 

La música de la película “Gangster squad, brigada de élite” –que esta semana se estrena en los cines– es una muy lograda aproximación “vintage” al pop y al jazz que se escuchaba en Los Ángeles en 1949, lugar y fecha donde transcurre la acción de este trepidante filme –basado en hechos reales– que recupera el género de las historias de gánsteres en su vertiente más clásica y fotogénica, y también de violencia (tiempos duros, muy duros).

Para ello se ha dispuesto de una mezcla de interpretaciones originales de aquel momento y de otras hechas “ad hoc” que, gracias a la vocación, destreza y (sobre todo) alta edad de sus ejecutantes, no desentonan con la época tratada. El trabajo que nos ocupa reúne doce de estas piezas, pero existe aparte un “score” paralelo de Steve Jablonsky con el resto de la música incidental. Jablonsky, que cuenta con un abultado currículum como compositor musical de los más condenables “blockbusters” de acción ha sido aquí sumamente inteligente al pasarle el testigo al veterano compositor y saxofonista Dan Higgins, miembro de la Dancing With The Stars Orchestra, big band que llegó a tocar para gente como Quincy Jones y Frank Sinatra. Su experiencia y conocimiento de la época a tratar estaba en perfecta conjunción con las intenciones de “recreación a toda costa” de los creadores de la película, que le dieron manga ancha y supieron aprovecharle incluso en aquellas escenas donde se tenía que ver a una big band de verdad tocando en lugares tan característicos como el Slapsy Maxie’s, el Figaro Club o el Alabam, que salen en muchos momentos de la película. Y las aportaciones de esta ocasional The Gangster Squad Movie Band no son ni mucho menos menores. Entre otras se hacen con el ‘Early autumn’ de Ralph Burns y Woody Herman, el ‘Chicken shack boogie’ de Lola Cullum y Amos Milburn o el ‘Chica chica boom chic’ de Warren & Gordon, con una Sharmila Guha en la voz y piel de una despampanante Carmen Miranda. Higgins se ha encargado también de producir el ‘Mr. Five by five’ que canta aquí una muy suelta e integrada Imelda May, que siempre ha jugado con esta imagen de “chica retro”.

Respecto a las grabaciones preexistentes, decir que su selección ha sido de facto un homenaje a la época dorada del sello Capitol, que acababa de abrir sus puertas en 1942 (primera multinacional musical en inaugurar sede en la costa Oeste). Aunque su característico edificio –tan emblemático como las letras de Hollywood o el teatro chino– no sale en la película (que yo recuerde), bien podría haberlo hecho, dado el extremo celo de los productores en el uso de escenarios que ya existían por entonces.

Se concede el honor de que la primera canción que aparece en el disco sea precisamente de Johnny Mercer, uno de los padres-fundadores de Capitol (‘The hills of California’). La Fundación Johnny Mercer proclama con curiosidad en su página web que se trata de la primera vez que esta pieza, que es de 1947, se utiliza en el cine o la TV. Hay que recordar que buena parte de la música que sonaba en listas por entonces –el pop de la época– era también una mezcla de “jug band music” (country-folk) y musical cinematográfico, y a esta descripción corresponde tanto el ‘Bull fiddle boogie’ de Pee Wee King como el ‘A little bird told me’ de Kitty, Daisy & Lewis. Un vociferante Big Jay McNeely hace aullar su saxo en ese salvaje medley de ‘Big jay’s hop’ y ‘Blow blow blow’, que en la película sirve de acompañamiento musical a las escenas más violentas de estos polis convertidos en “justicieros por el alma de Los Ángeles”. De 1946 es ‘Ole buttermilk sky’, que nos recuerda que el gran compositor Hoagy Carmichael también tenía finos modales de crooner, capaz de encajar sus propias interpretaciones en lo alto de las listas y al lado precisamente de la gente a la que daba éxitos. Y estos años quedarían incompletos sin la gran Peggy Lee, que acababa de cortar con Benny Goodman –en lo personal y en lo musical–, pero que no tardaría en grabar esos triunfales duetos con Mel Tormé, como el gospeliano ‘Bless you (for the good that’s in you)’, que aparece en la película. El disco incluye otra versión a cargo de Delta Rae que no suena en la película. Tampoco suena en la película (pero sí está en el disco) la versión más “downtempo” que St. Vincent & Living Sisters hacen del anteriormente mencionado ‘Early autumn’.

Esta variante tema a tema de la BSO es muy corta: apenas 33:05 minutos de (muy buena) música. Por eso no se entiende que no se haya recogido alguna más de las muchas gemas musicales que sí suenan en la película, como por ejemplo el ‘No baby nobody but you’ (del genial Stan Kenton y su orquesta) o el ‘Route 66’ de los Pied Pipers (la orquesta que solía acompañar a Johnny Mercer). Pero como suele ocurrir en el mundo del cine, resulta difícil cuadrar las decisiones de un montón de gente involucrada y luego contar, además, con los correspondientes derechos y permisos.

Anterior disco del día: Yo La Tengo.

 

 

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