El disco del día: El petit de Cal Eril

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«Si me preguntan cuál es mi artista favorito del actual panorama musical catalán no tardaré ni dos segundos en responder. Les diré sin pensármelo que El Petit de Cal Eril»


El Petit de Cal Eril
«Per què es grillen les patates?»
BANKROBBER

 

 

Texto: ÀLEX ORÓ.

 

 
Hace pocos días, un amigo residente en Palencia me preguntaba sobre el pop catalán actual. Quería saber si el cuarteto Manel era una rara avis o, por el contrario, había una escena independiente lo suficientemente atractiva para intentar acercarse al pop cantado en catalán. Mi respuesta fue clara: Manel es solo la punta del iceberg. El pop, el rock y el folk catalán están viviendo un momento dulcísimo. Olvídense de las bandas de la segunda mitad de los ochenta y los noventa como Sopa de Cabra, Lax n’Busto, Sangtraït o Sau que, pese a su aceptación popular, causaban sarpullidos y urticarias en los sectores más modernos y «underground» del público catalán. La situación ha cambiado. Las nuevas formaciones son atractivas para todo tipo de oyente y el idioma no debería ser, en principio, un problema. Para los que les guste el pop más amable tienen a los ya citados Manel o Els Amics de les Arts. Otras propuestas atractivas son Mishima, Sanjosex, los garajeros Els Surfing Sirles, Guillamino, Mazoni, Animic, Le Petit Ramon… e incluso se puede rescatar a Els Pets, la única banda del siglo pasado que ha sabido ganar musculatura artística con el paso de los años. Si su opción son los cantautores, no lo duden: Roger Mas, la mejor voz masculina catalana, o el leridano Jordi Gasion son dos apuestas seguras. Pero si me preguntan cuál es mi artista favorito del actual panorama musical catalán no tardaré ni dos segundos en responder. Les diré sin pensármelo que El Petit de Cal Eril.

El Petit de Cal Eril es el seudónimo de Joan Pons, un chico criado en Guissona, un pueblo de la provincia de Lleida aunque hace años que reside en Barcelona. Su obra tiene alma. En parte se sustenta en una cierta evocación de bucolismo rural pero el gran mérito de Pons es su enorme capacidad para componer una canción sobre las cosas sencillas de cada día, de fotografiar musicalmente la cotidianidad. Hasta la fecha, El Petit de Cal Eril había editado dos discos: “I les sargantanes al sol” (2009) («Y las lagartijas al sol») y “Vol y dol” (2010) (“Quiere y lamenta”). Para hacerse una idea del profundo arraigo de Pons con la tierra que le vio crecer solo hay que leer la siguiente frase de ‘Cendres’, una de las canciones de “Vol i dol” y que también reza en la entrada del cementerio de Guissona: “Sou el que nosaltres erem. Sereu el que nosaltres som” (Sois lo que nosotros éramos. Sereis lo que nosotros somos). Tremendo.

Esta larguísima introducción ha sido necesaria para poder explicar la importancia del rescate discográfico de las primeras grabaciones de Joan Pons como El Petit de Cal Eril. El sello Bankrobber ha editado en vinilo la primera maqueta del de Guissona, de la cual solo se imprimieron un centenar de copias en 2007. «Per què es grillen les patates?» («¿Por qué se grillan las patatas?») incluye trece canciones que Pons compuso durante el mes de agosto de ese año. Son composiciones que su autor define como hiperrealistas y auténticas. Ciertamente lo son. Huyen de la extravagancia, son sencillas, abiertas, cotidianas, llenas de recuerdos de infancia… Si hubiéramos raptado un hippie catalán a principios de los setenta, lo hubiéramos teletransportado al 2012 y, sin salir del zulo donde lo tenemos retenido, le ponemos este disco seguramente nos diría algo así com o “qué raro que suena este disco de Pau Riba y Toti Soler”. En efecto, aunque quizás inconscientemente, estas primeras grabaciones de Pons están influenciadas por Riba en su momento más cósmico-pastoril, la etapa en la que grabó “Jo, la donya i el gripau”. Guissona no es Formentera y el movimiento hippie hace años que fue finiquitado. No obstante, “Per què es grillen les patates?” tiene un halo de pureza, de dulzura y sencillez que presagiaban todo el potencial de Joan Pons como artista. ‘Narinant’, ‘Tornaràs’, la divertida ‘Ohsí! Aussi’ (grabada con la ayuda de unos niños) o ‘Camps’ son algunas de las canciones en las que se puede certificar todo lo dicho con anterioridad. Quizás no es el mejor disco para introducirse en la obra de El Petit de Cal Eril, pero si catan sus otros trabajos, acabaran adorando este puñado de canciones.

Anterior disco del día: Esperanza Spalding.

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