El disco del día: Bow Thayer

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«Este desconocido para el gran público edita ahora un recopilatorio de toda su carrera, incluyendo su paso por bandas como Elbow, Jethro, The Benders»

Bow Thayer
«Hindsight 1995-2012»
TWEED RIVER

 

 

Texto: EDUARDO IZQUIERDO.

 

 

El tradicionalismo no está reñido con la evolución y la personalidad propia. Ese debe ser el eje central de la forma de pensar de Bow Thayer cuando se enfrenta a la composición y la grabación posterior de una canción. O al menos es lo que demuestra en todos y cada uno de sus discos. Este desconocido para el gran público edita ahora un recopilatorio de toda su carrera, incluyendo su paso por bandas como Elbow, Jethro, The Benders y, por supuesto, su actual proyecto en solitario en el que le acompañan esos Perfect Trainwreck con los que ha pasado estos últimos años. Por eso es este disco una buena forma de iniciarse en su música, esa que sale de las manos y la voz de un tipo barbudo que Levon Helm, con el que compartió incluso un disco, definió como uno de los músicos más interesantes de la música de raíces actual. Razón no le faltaba.

El mismo Thayer se ha declarado fan de Fugazi, de Tom Petty, de Buffalo Tom, de Ali Farka Touré, de Jerry Garcia, de Lowell George, de los discos de la Stax y de los Drive By Truckers. Un batiburrillo difícil de conjugar, aspecto este que ha ido puliendo a lo largo de sus diecisiete años ya de carrera discográfica. Por tanto, en sus canciones está presente el folk, el blues y el country, pero también el rock alternativo y hasta sonidos más duros que se reflejan en su particular manera de cantar. ‘Black eyes of doom’ podría ser la esencia de un nuevo género llamado trash country, mientras que ‘Lil Mexico’ dulcifica al más duro con un excelente trabajo al banjo y la mandolina. ‘New deal’ parece salida de las sesiones secretas del «Into the music» de Van Morrison, mientras en ‘Epitome’ se respira el espíritu de James Brown. Aunque mi favorita es ‘Tuck n’roll’, una imposible combinación entre J.J. Cale, Deus y Grinderman. Ejemplos estos con los que está todo dicho. El riesgo, el alma y la esencia están ahí, combinadas para dar forma a algo tremendamente personal.

Presentado en un impecable orden cronológico, el disco permite entender la música de Bow Thayer a la perfección y se convierte en un arma imprescindible para aquellos que todavía necesitan descubrir alicientes en la música de raíces. Yo no lo dudaría.

Anterior disco del día: Ross.

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